Por fin cerramos la puerta de uno de los peores años de nuestras vidas. Pandemia, temporales, erupción del volcán… Dos mil veintiuno no es un año para recordar y por eso iniciamos con esperanza lo que tenemos por delante durante los próximos doce meses.
Retornos al
pasado o regresos al futuro. El cine nos permite más que ningún otro arte
caminar por otros mundos que nos pertenecieron . Somos como “rosas púrpuras de
El Cairo” que entramos o salimos de la pantalla y somos capaces de
identificarnos con cualquier personaje e incluso nos inspiramos en algunas
historias para hacerlas reales.
No somos
supermanes, Batman ni Indianas Jones, somos personas de carne y hueso que
podemos inspirarnos en los cooperantes de “Mediterráneo” para ser más solidarios
; en los que buscan la paz en “Maixabel” para que no haya más odios ni
violencia; tratar de ser diferentes a “El
buen patrón” y ser más justos con los
trabajadores; o vivir y sentir el cuidado a los mayores cuando vemos “100 Días
con la Tata”.
Son títulos que
competirán en España por los principales premios del año que acaba de terminar.
El cine no es solo entretenimiento o es
tomar conciencia y compromiso de que hay millones de refugiados en el mundo; es
también una mirada a las víctimas del terrorismo que buscan comprender que
ocurrió, por qué un ser humano es capaz de asesinar fríamente a otro de un
disparo en la nuca, sin saber siquiera de quién se trata. Simplemente eran un
objetivo, así de frío y así de terrible. Los terroristas de ETA asesinaban a un
desconocido, obedeciendo las órdenes que les dictaban desde la cabeza de la
organización.
Si ves “El
buen patrón” te das cuentas de los tejemanejes de determinados empresarios para
conseguir sus fines . Es una sátira, pero ayuda a que sepamos en que mundo nos
movemos y con la certeza de que muchas de las prácticas que se caricaturizan en
la película, son realidad.
Refugiados,
terrorismo, abusos empresariales y el recuerdo de que hay una población cada
vez más envejecida, porque nuestra esperanza de vida es cada vez mayor y que esa
población es vulnerable por lo que necesita de nuestra ayuda. “100 días con la Tata”
es un documental, con su dosis de ficción que nos ayuda a que seamos conscientes
de una situación cada vez más preocupante en las sociedades occidentales.
Todas son
películas premiadas o candidatas a futuros galardones, todas son actuales, pero
nos hacen una llamada, nos invitan a que conozcamos los problemas para que sepamos
a qué atenernos en el futuro. ¿ Si "2001" nos avisa con mucha antelación de los
cambios que podrían producirse en nuestro planeta que ocurrirá con los
refugiados o los mayores dentro de medio siglo? ¿Seremos capaces de buscar
soluciones?
(PUBLICADO en LA VOZ. 3-1-22)
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