Me decanto por cine español esta semana , Un thriller muy entretenido, "Black Beach"
BLACK BEACH (PINCHAR AQUÍ)
Me decanto por cine español esta semana , Un thriller muy entretenido, "Black Beach"
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Por eso y por otras razones elijo “Black Beach”(110’) que también es entretenimiento y tiene sello español. Esteban Crespo, director de filmes como “Amar”, o del cortometraje ganador del Goya, ”Aquel no era yo”, que fue candidato también al Oscar, ha dejado el cine intimista para adentrarse en una superproducción que no tiene nada que envidiar a otras de mucho mayor presupuesto. “Black Beach” que se ha rodado en Las Palmas, Ghana, Bruselas, Madrid o Toledo es un thriller, en el que no falta una crítica al sistema, a la presencia de las multinacionales que hacen y deshacen a su antojo en los países subdesarrollados.
Cuenta la historia de un alto ejecutivo( Raúl Arévalo) que debe viajar a un país africano para interceder en el secuestro de un ingeniero norteamericano que trabaja para una empresa petrolífera. El ejecutivo es elegido como mediador por su empresa porque conoce el país debido a que durante su juventud estuvo de cooperante de Naciones Unidas. En cierto modo, Arévalo, acepta el encargo, porque es una manera de redimirse, de volver a ser el joven solidario que fue y no el alto ejecutivo que ha relegado sus inquietudes humanitarias.
Los
negocios sin escrúpulos entre respetables personajes encorbatados; las
implicaciones de las instituciones internacionales en los conflictos ; la
corrupción política o la implicación de los cooperantes en la defensa de los
derechos humanos son algunas de las cuestiones que aborda “Black Beach”
que no deja de ser un filme muy entretenido y con mucha acción con un reparto
que incluye a Candela Peña, Paulina García, la inolvidable protagonista de la
película chilena, “Gloria” y Melina Matthews.
Aunque no se
menciona el país africano donde tiene lugar la acción, todo conduce a Guinea
Ecuatorial, el único país del África subsahariana que estuvo bajo dominio
español. El petróleo, su mayor riqueza, la corrupción, o que sus habitantes
hablen en castellano nos conduce a un país del que apenas tenemos referencias
cinematográficas en nuestro cine si exceptuamos “Palmeras en la nieve”,
adaptación del best-seller de Luz Gavás o “Lejos de África”, una mirada
al pasado y a su propia experiencia de Cecilia Bartolomé. El propio título de
la película, “Black Beach”, es el de una sórdida prisión guineana de la
que pocas personas salían con vida.
No tienen
tanta promoción como “Greenland: “El último refugio” o incluso la
película italiana, “La diosa fortuna” que también os comentaré en un
próximo artículo, pero ”Black Beach” demuestra que los directores
españoles si hay medios y hay talento pueden construir historias y escenarios como
los que describe esta película.
UNO PARA TODOS (94’). David Ilundain, después de acercarse a Bárcenas en “B”, se aproxima en este “Uno para todos” a un subgénero que nunca deja de estar de actualidad: los alumnos y los profesores. A falta de lo que puede dar de sí la pandemia en este campo, Ilundain lleva a Aleix, su protagonista, a un pueblo perdido de Aragón como profesor interino. Aleix tiene problemas personales y encuentra en la clase con sus alumnos de sexto de primaria, once años, una forma de implicarse y seguramente de esconder los conflictos con su familia.
El acoso
escolar; el intento de que un niño enfermo de cáncer vuelva a la escuela; la
difícil relación de Aleix con sus compañeros y su casi permanente soledad, son
algunas de las características de esta película con un antihéroe interpretado
por el convincente David Verdaguer. Ojo también a Patricia López Arnaiz,quién siempre se hace notar en pantalla.
Hay
referencia al “Club de los poetas muertos” y no se aleja del tono de la
exitosa serie catalana, “Merli” pero, no obstante, en “Uno para todos”
hay autenticidad y naturalidad en todos los personajes. Aleix se implica con
cada uno de sus alumnos y busca actividades nuevas que sirvan de aliciente para
los chavales. Como si de una cebolla se tratase, va retirando las sucesivas
capas, para ahondar en los problemas de cada uno.
En pocos
días he visto tres películas relacionadas con los preadolescentes: Además de “Uno
para todos”; “Las niñas” y una película de la muestra ecuatoriana, “Alba”.
Ya digo que la enseñanza es un gran filón para el cine.
PINOCHO(125’) Matteo Garrone dirige a Roberto Benigni , quien
encarna a Gepetto, en uno de los relatos más celebres de la literatura italiana.
La ternura y el horror; la soledad y la muerte se nos muestran en esta versión,
de tono fantástico, del director de “Gomorra”.
LA
OFRENDA (90’) drama dirigido por Ventura Durall que interpretan Alex
Brandemühl, Verónica Echegui y Anna Alarcón, quién interpreta a una joven psiquiatra.
Un triángulo amoroso que, según su director, aborda estructuras mentales como
el perdón o la obsesión. En la película Eita(V.Echegui) intenta ayudar a su
marido (Alex Brandemühl) a que se reencuentra con Violeta (Anna Alarcón) un
antiguo amor. Busca ser perdonado por abandonarla de forma cruel.
Este viernes se inaugura la III Muestra de Cine ecuatoriano y llega a nuestras pantallas, “Sin olvido”, película eslovaca. Dos cinematografías prácticamente desconocidas para el gran público se dan la mano en nuestras salas y ambas tienen mucho que contar.
Ya os he hablado en este mismo blog de la variedad de temáticas del cine ecuatoriano actual y lo interesante de su propuesta; y no puedo decir lo contrario de “Sin olvido”(96’), película de Marin Sulik que interpretan Peter Simonischek y el histórico realizador Jiri Menzel, ganador del oscar a la mejor película extranjera con un clásico del cine europeo: “Trenes rigurosamente vigilados”. Se da la circunstancia que Jiri Menzel falleció el pasado 5 de septiembre y nos ha regalado una interpretación extraordinaria en esta película junto a su oponente en la pantalla. Una película multipremiada que por fin hay ocasión de ver en nuestros cines
“Sin olvido”, es una mirada diferente a la brutalidad nazi durante la II Guerra Mundial. Un ejercicio de la memoria. Menzel interpreta a un profesor eslovaco, octogenario quién se presenta en casa del hijo del asesino de sus padres, en Viena. Quiere saber que ocurrió y por qué se cometió aquel asesinato y el de otros miles de compatriotas eslovacos, de origen judío.
Ambos emprenden camino por Eslovaquia para conocer lo sucedido durante la II Guerra Mundial entrevistándose con testigos de aquellas masacres que se produjeron en todo el territorio. Hay un gran contraste entre los dos hombres .
El personaje que interpreta Peter, es septuagenario, pero de una gran vitalidad. Estuvo casado tres veces y las mujeres son una de sus obsesiones. Por el contrario, Jiri, viudo, interpreta a un hombre comedido, pragmático y fiel a su mujer durante más de cuarenta años . . El contraste entre los dos es otro de los alicientes de la película, en un espectacular duelo interpretativo en el que no falta cierto humor e ironía. El inicial recelo entre ambos va derivando hacia un conocimiento de las circunstancias y la vida de cada uno. Ambos desnudan sus sentimientos y ambos comparten el dolor en esta road movie , sorprendente y al mismo tiempo excelente que invita a disfrutar del buen cine a todo aquel que se acerque a las salas.
Perdonar, pero nunca olvidar porque en el fondo los descendientes, sean de un lado o de otro son víctimas. Como dice el personaje de Peter: ¿Es peor para el hijo de una víctima o para el de un asesino? Compartimos el mismo destino”.
Son varias las películas que se asoman esta semana a las carteleras. Por ejemplo, en Cádiz los directores y todos los protagonistas de “Mi gran despedida” se dan cita en la ciudad para presentar esta comedia dramática con gran presencia de actrices gaditanas y de la que hable largo y tendido el pasado mes de marzo antes de que se desatasen las medidas establecidas por la pandemia.
Como digo son varias las películas que se estrenan entre
ellas “Salir del ropero” película póstuma de Rosa María Sardá quién
compartió protagonismo con Verónica Forqué. Una comedia de amores tardíos entre
dos mujeres que dirige la debutante Ángeles Reiné.
Otra comedia, “Un diván en Túnez “(88’), opera prima de Manele Labidi quién describe el regreso de una mujer a su Túnez natal, que dejó cuando solo tenía diez años para trasladarse a Paris.
Ahora, como psicoanalista, pretende conocer los problemas de
su gente y tratar de comprenderlos y en especial a las mujeres. Una vuelta a
las raíces , a la propia identidad y a la realidad del mundo árabe con toques
de humor a diferencia de otros filmes que se han hecho al respecto.
Una comedia llena de ternura, de tono surrealista que
produce situaciones más propias de lo absurdo. Está dirigida por los dos
directores de más éxito en Bulgaria, Kristina Grozeva y Petar Valchanov muy
aplaudidos por sus películas “La lección”(2014) y “Un mínimo de
gloria”(2016) que describen la situación cotidiana en la Bulgaria actual y lo
absurdo como ocurre en esta película
Aq