Este viernes se inaugura la III Muestra de Cine ecuatoriano y llega a nuestras pantallas, “Sin olvido”, película eslovaca. Dos cinematografías prácticamente desconocidas para el gran público se dan la mano en nuestras salas y ambas tienen mucho que contar.
Ya os he hablado en este mismo blog de la variedad de temáticas del cine ecuatoriano actual y lo interesante de su propuesta; y no puedo decir lo contrario de “Sin olvido”(96’), película de Marin Sulik que interpretan Peter Simonischek y el histórico realizador Jiri Menzel, ganador del oscar a la mejor película extranjera con un clásico del cine europeo: “Trenes rigurosamente vigilados”. Se da la circunstancia que Jiri Menzel falleció el pasado 5 de septiembre y nos ha regalado una interpretación extraordinaria en esta película junto a su oponente en la pantalla. Una película multipremiada que por fin hay ocasión de ver en nuestros cines
“Sin olvido”, es una mirada diferente a la brutalidad nazi durante la II Guerra Mundial. Un ejercicio de la memoria. Menzel interpreta a un profesor eslovaco, octogenario quién se presenta en casa del hijo del asesino de sus padres, en Viena. Quiere saber que ocurrió y por qué se cometió aquel asesinato y el de otros miles de compatriotas eslovacos, de origen judío.
Ambos emprenden camino por Eslovaquia para conocer lo sucedido durante la II Guerra Mundial entrevistándose con testigos de aquellas masacres que se produjeron en todo el territorio. Hay un gran contraste entre los dos hombres .
El personaje que interpreta Peter, es septuagenario, pero de una gran vitalidad. Estuvo casado tres veces y las mujeres son una de sus obsesiones. Por el contrario, Jiri, viudo, interpreta a un hombre comedido, pragmático y fiel a su mujer durante más de cuarenta años . . El contraste entre los dos es otro de los alicientes de la película, en un espectacular duelo interpretativo en el que no falta cierto humor e ironía. El inicial recelo entre ambos va derivando hacia un conocimiento de las circunstancias y la vida de cada uno. Ambos desnudan sus sentimientos y ambos comparten el dolor en esta road movie , sorprendente y al mismo tiempo excelente que invita a disfrutar del buen cine a todo aquel que se acerque a las salas.
Perdonar, pero nunca olvidar porque en el fondo los descendientes, sean de un lado o de otro son víctimas. Como dice el personaje de Peter: ¿Es peor para el hijo de una víctima o para el de un asesino? Compartimos el mismo destino”.
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