Todavía tenemos reciente los bombardeos israelís contra Gaza del pasado mes de mayo causando más de dos centenares de muertos, muchos de ellos niños . Fueron once días de muerte y destrucción respondiendo, desde Tel Aviv, un ataque con misiles de Hamás que también causó algunas víctimas mortales.
La respuesta fue brutal y más de dos mil viviendas fueron
arrasadas junto a fábricas y establecimientos comerciales. Una vez más Gaza
debe ser reconstruida.
Prácticamente, coincidiendo en el tiempo, llega a nuestras
salas, “Gaza, mon amor”(87’), película dirigida por los hermanos gemelos
Tarzán y Arab Nasser que ha sido premiada en festivales como Toronto y Venecia
y consiguió la espiga de plata al mejor guion en la última Seminci de
Valladolid.
Los hermanos Nasser, en su segunda película(“Degradé” 2015) construyen una fábula basada en hechos reales. Han contado que un pescador encontró una estatua de Apolo, el dios griego, en los apenas cinco kilómetros que les conceden los israelís para poder faenar en el mar. Nada más recogerla quedó confiscada por el gobierno palestino que comenzó a buscar comprador para sacarle partido al hallazgo.
Ese hallazgo se inserta en la historia que cuentan los hermanos
Nasser que describen como el solitario y sesentón pescador, solo atosigado por
una hermana cotilla y casamentera, se ha enamorado de una mujer que cose ropa
para mujeres, interpretada por la gran Hiam Abbas (“Los limoneros”, “Alma
mater”). Le da buena réplica Salim Daw, que interpreta a ese pescador
solitario ,con una vida monótona que se siente enamorado como un adolescente
por la atractiva modista. Una mirada, compartir un paraguas, llevar unos
pantalones a acortar, cualquier cosa con tal de ir preparando su declaración de
amor que, se complica cuando encuentra la estatua.
Un filme con toques de humor, amargo también, pero en el que
prevalece como han dicho los propios autores “una cierta dulzura y melancolía”.
En su conjunto es una película entrañable que, ojalá fuera
el cine que siempre se pudiera hacer en Gaza, lejos de los bombardeos y la
destrucción de la ciudad.
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