6/26/2021

EL TELEFONO DEL VIENTO. La historia de una joven atormentada por el tsunami de Japón en 2011

 



Hay un teléfono, una cabina, que está en la colina de Namista Otsuchi en la prefectura de Iwate, en Japón. Se llama  “El teléfono del viento”, nombre que da titulo a esta película japonesa que ha llegado a nuestras salas, este fin de semana.

Ese teléfono está operativo desde que ocurrió el terremoto y el tsunami de 2011 y con el accidente que se produjo en la central nuclear de Fukushima que causaron la muerte a 15897 personas y continúa habiendo a día de hoy 2532 desaparecidos.

Ese teléfono es la manera de sincerarse simbólicamente con quienes ya no están y de hecho han pasado por allí más de 30.000 personas que vuelcan su dolor en las conversaciones que tienen con quienes les dejaron.

Haru era una niña de nueve años cuando sus padres y su hermano fallecieron a causa de la catástrofe. Fue recogida por una tía y se trasladó a vivir a Hiroshima, símbolo mundial de lo que significó una explosión nuclear y las secuelas que dejó y sigue dejando en quienes vivieron aquello y en todos sus descendientes.

La enfermedad de su tía hace que quiera volver a sus orígenes, al lugar donde vivía feliz con su familia y para ello emprende un viaje de más de 800 kilómetros para reencontrarse con su pasado. Atraviesa Tokio, Fukhusima y Otsuchi, donde una vez estuvo su hogar, en busca de respuestas.

Haru vive casi como un zombi. No expresa sentimientos. Tiene un shock que no ha podido superar tras el accidente ocurrido ocho años atrás. Alguno de los que se encuentra en su camino la ayudan y le cuentan sus pérdidas, otros quieren aprovecharse de ella. Sigue haciéndose preguntas cuando llega a su casa, pero nadie le ha dado la bienvenida . ¿Por qué todos y todo han desaparecido? Siente una tristeza infinita 

 Solo puede encontrar algo de paz cuando entra en esa cabina y mantiene esa conversación con el más allá, con la familia de la que no pudo despedirse.

¿En su monólogo la vemos llorar “por qué soy la única que se hace mayor? ; la tristeza que siente en el deseo imposible de volver a ver a sus padres y su hermano; preguntarles si están en el cielo o en el mar , saber como son los lugares en lo que habitan…En ese teléfono encuentra la paz que tanto le ha faltado desde que se produjo la pérdida de sus seres queridos.

“El teléfono del viento”(139’) dirigida por Nobuhiro Suwa es una película plena de poesía, quizá excesiva e innecesaria en su larga duración, pero que deja un poso de esperanza y de salir adelante con una frase que resume todo el sentir de Haru tras su monólogo en la cabina : Un día iré a buscaros. Hasta entonces voy a vivir.

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