TORI Y
LOKITA (88’)
DTORES:
Jean Pierre y Luc Dardenne
INTÉRPRETES:
Pablo Schils, Joely Mbundi, Alba Ukaj, Tijmen Goevaerts.
La última película de los cineastas belgas “Tori y Lokita”, no renuncia a esa trayectoria y refrenda su compromiso con el tiempo que vivimos como demostraron anteriormente en otra docena de películas, entre ellas las dos palmas de oro en Cannes ”Rosetta” y “El niño”.
“Tori y
Lokita” cuenta la historia de dos niños africanos que
viven en un centro de acogida de Bélgica. La situación se complica cuando
Lokita , próxima a cumplir la mayoría de edad, es sometida a una serie de
pruebas para tratar de conocer si ambos son realmente hermanos lo que le
permitiría quedarse en el país.
Lokita solo
aspira a hacer unos cursos para convertirse en empleada de hogar y enviar
dinero a su madre y hermanos. Mientras, trapichea junto a su hermano con la droga
por unos cuantos euros que les da el cocinero de una pizzería, soportando abusos sexuales y laborales y siendo engañada
para que se ocupe del cuidado de una plantación de marihuana en unas condiciones
de semi - esclavitud.
Tori (Pablo) y Lokita (Joely) fueron elegidos tras un casting. Muestran una extraordinaria naturalidad ante la cámara que les persigue por las calles de Lieja. Ambos se muestran convincentes, protagonizando secuencias inolvidables. Hay una relación maternal entre Tori y Lokita que los hace sentirse muy unidos para tratar de sortear la explotación a la que son sometidos.
Los Dardenne
buscan abiertamente no dejar indiferente al espectador para que conozca y se
implique en la historia de estos dos niños que han venido a Europa para sobrevivir.
Uno tiene papeles, la otra, si los tuviera tendría una vida muy diferente.
En “Tori
y Lokita” vivimos el drama de dos menores al mismo tiempo que asistimos a
la denuncia que hacen los Dardanne de todas aquellas personas que se aprovechan
de las desgracias humanas. Es más que una mirada de compasión, una mirada de
comprensión porque con los dos niños compartimos sus tristezas o sus esperanzas
mientras escuchamos bellas canciones africanas que los ayudan a no sentirse tan
solos.
Para mi es
una excelente película que demuestra que los dos cineastas belgas tienen
todavía mucho que decirnos en el mundo del cine.
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