¿HUBO VIOLACIÓN O CONSENTIMIENTO? : "EL ACUSADO"

 

EL ACUSADO (138’)

DIR: Yvan Attal

INTÉRPRETES: Charlotte Gainsbourg, Pierre Ardin, Benjamin Lavernhe, Mathieu Kassovitz

“No es no” . ¿Pero qué ocurre cuando la supuesta víctima no se pronuncia, no se niega explícitamente a tener relaciones sexuales?

“El acusado”, dirigida por el actor y realizador francés de origen israelí Yvan Attal es una película que fluctúa entre el thriller judicial y el drama de dos familias.

Relata como una chica de diecisiete años acusa al hijo de la nueva pareja de su padre de haberla violado durante una fiesta. Ella es de familia muy religiosa judía y él hijo de una acomodada familia burguesa con gran presencia mediática, con un padre reconocido periodista y una madre que es una ensayista feminista.

Viendo “El acusado” creo que uno de sus grandes aciertos es que nunca vemos explícitamente los hechos que se juzgan. El director invita a que sea el espectador quién lo haga, que sea él quién dicte su veredicto.

Yvan Attal, que dirige a su hijo Ben en el papel protagonista(Alexandre)  y a su pareja Charlotte Gainsbourg, como la madre de Alexandre, se ha basado en la novela “Les choses humaines” ,de Karine Tuil , para abordar la violencia sexual desde distintas perspectivas. Lo vemos durante el juicio con las defensas y las acusaciones o los alegatos finales. Se habla de violación sin violencia; de consentimiento o no, pero sobre todo de distintas percepciones entre un chico acostumbrado a todo tipo de relaciones y una chica de diecisiete años marcada por una severa educación religiosa.

La película se pregunta ¿ Qué debemos hacer con un chico de 20 años que no tiene ningún antecedente de violencia? ¿Debemos meterlo durante diez años en prisión e hipotecar su futuro?  pero ¿qué pasa con la víctima?, ¿cómo puede ayudarse a superar a que una chica de 17 años supere el trauma sufrido? . No son respuestas fáciles para ninguno de los protagonistas de esta película que trata, como ninguna otra, un tema que vemos con frecuencia en los medios de comunicación. No debe aceptarse ningún tipo de violación, pero conozcamos el entorno y sus circunstancias, sepamos que ha ocurrido desde distintas perspectivas.

“El acusado” habla también del poder económico; de la confrontación entre nuestras ideas y las cuestiones emocionales; de feminismo y , sobre todo, de las redes sociales y de su enorme poder porque a través de ellas puede condenarse a una persona sin necesidad de ningún tipo de juicio.

Está abierto el debate. ABSOLUTAMENTE RECOMENDABLE