La primera
media hora la vi tranquilamente, sin opresión, disfrutando con el juego de
España y el festival de triples de Juancho Hernangomez en el segundo cuarto.
Antes de que terminara la primera parte los
jugadores del Atlético y el Madrid saltaron al campo y comenzaron un partido que,
acabaría siendo soberanamente aburrido. En la previa hubo cantos racistas
contra Vinicius al que las redes sociales y algunos medios amarillistas han
puesto en el centro de la polémica por sus bailes, algo que, ya he comentado en
este mismo blog han hecho a lo largo de la historia otros muchos jugadores,
pero parece que, el hecho de pertenecer al Madrid es un agravante para que
cualquier indocumentado critique el bailecito en lugar de apreciar la velocidad,
la alegría y la calidad de su juego.
No fue el
caso ayer donde estuvo gris como todo el equipo que en dos fogonazos resolvió
el partido ante un Atlético todavía más gris que, parecía jugar sin
convencimiento. Sus pocas llegadas no exigieron demasiado al Madrid hasta los
minutos finales cuando Hermoso marcó en un córner, de rebote y poco después se
autoexpulsó de manera absurda. No es la primera vez ni me temo que será la
última que este jugador enfila el camino de los vestuarios antes de tiempo.
Volviendo al
partido diré que el Atlético nunca dio la impresión de hacer daño al Madrid. El equipo blanco tiene una muy rápida y
brillante transición defensa, ataque. Rodrigo, Vinicius y Valverde son tres
auténticas balas que, en unos segundos desarbolan a una defensa. Esa precisión en
los pases y en la definición la tienen muy pocos equipos en Europa y el
Atlético lo pagó en las dos llegadas del Madrid en la primera parte porque en
la segunda se dedicó a marear el balón, sin apenas profundidad.
Estaba tan
aburrido que el baloncesto volvió a la tele y el fútbol se relegó al ipad. El
juego alegre y vibrante de los chicos de Scariolo contrastaba con lo que estaba
viendo en el Metropolitano. Ante un complaciente Real Madrid ni siquiera el
Atlético era capaz de poner tensión y presión para mover el partido. Simeone
sacó a toda su artillería. Morata, Cunha y Correa se unieron a Griezman para tratar
de reducir la diferencia que, finalmente sucedió, pero por un balón que rebotó
en Hermoso. El técnico rojiblanco parecía decir al público: ¿esto es todo lo
que tengo que queréis que haga? . Y es que no pinta bien el Atleti. Parece
un equipo conformista, aceptando su papel de comparsa en esta liga que acaba de
empezar pero que ya le aleja ocho puntos del líder Real Madrid y siete del Barça.
Vi un
Atlético plano y un Madrid aburrido que sabedor de su superioridad se conformó
con un par de destellos brillantes para cerrar el encuentro en el que, por cierto,
Vinicius no brilló porque hizo su peor partido de esta temporada. El que volvió
a demostrar su poderío y encima su faceta goleadora fue Fede Valverde que
aparece por cualquier lado atacando o defendiendo y dando todo por la camiseta
blanca.
Ganó el
Madrid poco después de que el baloncesto viviera otra de sus grandes noches.
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