9/05/2022

GALICIA,DOMINGO VILLAR y "LA PLAYA DE LOS AHOGADOS"

 

RECORDANDO A DOMINGO VILLAR EN PANXÓN

 

 

Da gusto ver a trescientas personas unidas por la literatura. Fue el último día de agosto en Panxón, concello de Nigrán, a menos de veinte kilómetros de Vigo, donde se congregaron esos centenares de personas para rendir homenaje a Domingo Villar, el escritor vigués fallecido hace unos meses a consecuencia de un derrame cerebral, cuando tan sólo contaba 51 años de edad. El escritor pasó muchos de sus veranos en esta pequeña localidad costera, en la bahía, frente a Baiona.



La playa A Madorra fue el comienzo de un recorrido por los lugares narrados en la novela “La playa de los ahogados” que, después, llevaría al cine Gerardo Herrero, con Carmelo Gómez como el inspector Leo Caldas, el personaje protagonista de las tres novelas escritas por Domingo Villa que se han publicado en veinte países y traducido a quince idiomas.

Domingo Villar era poco amigo de los circuitos literarios o de las grandes promociones, pero tenía fama de ser muy amigo de sus amigos. Su corta obra literaria tiene a Vigo y a sus alrededores como centro de la acción Panxón, como ya he dicho en “La playa de los ahogados”, pero antes la isla de Toralla, en Canido fue el lugar del crimen en “Ojos del agua”  y la tercera y más voluminosa de todas sus obras “El último barco”, se centró al otro lado de la ría, en Moaña.

Las guías dieron algunas claves de la obra de Villar   y apuntaron que fue capaz de conjugar calidad con entretenimiento por eso fue capaz de aglutinar a tantos lectores.

Escribía indistintamente en los idiomas, castellano y gallego, aunque prefería que los diálogos fueran en el primer idioma y la parte más descriptiva y emocional en gallego.

Seguramente, una de las claves de su éxito está en la capacidad que tenía en trasmitir la melancolía del paisaje y en tener un protagonista, Leo Caldás con más preguntas que respuestas y en tener un ayudante, Rafael Estévez, un aragonés gruñón al que le cuesta mucho amoldarse al carácter de los gallegos y al clima y las costumbres de la región.

Como otro gran escritor gallego, Manuel Vázquez Montalbán, maestro moderno de la novela negra, Domingo Villar baja a la tierra a sus protagonistas, no son superhéroes, son personas como cualquier de nosotros que trabaja en su oficio y tiene otras aficiones como la gastronomía, la viticultura o el fútbol, aunque este último no aparece en las novelas de Villar. En la vida real fue un fiel seguidor del Celta y comentó que ansiaba algún día ver con sus hijos, desde la tribuna de Balaídos a su equipo como ganador de la Liga o la Copa.

Su prematura muerte ha frustrado aquella expectativa y también el que miles de lectores puedan seguir leyendo sus novelas sencillas, comprometidas, elegantes y trabajadas de forma minuciosa y detallista. Releía y releía una y otra vez cada línea por eso quizás tardó tanto en escribir su tercer y esperado tercer libro “El último barco” que publicó en 2019 , diez años después de “La playa de los ahogados”.

 

Aunque no pude seguir todo el recorrido por los lugares de Panxón donde se desarrolla la novela sé que después de A Madorra, se visitó el Puerto , posteriormente la iglesia que lleva la firma del arquitecto Antonio Palacios y finalmente el faro de Monteferro donde se divisan al fondo las islas Cíes.

La muerte le sorprendió escribiendo el cuarto volumen con Leo Caldas como protagonista, ese comisario serio y minucioso que disfrutaba tomándose un pulpo en la Taberna Eligio o saboreando un vino junto a su padre, otro personaje importante en las novelas de Leo Caldás, porque en la vida real adoraba a su progenitor cuya muerte en 2013 le afectó emocionalmente. Su padre, como el personaje de la novela también tuvo mucha vinculación con la cultura del vino y le pedía a su hijo que le prometiese, con humor, “que nunca mataría al padre de Leo Caldas”.

No lo mató. Está en las tres novelas de Domingo Villar. Como los paisajes de las Rías Bajas y un pueblo que otrora fue pescador y que ha quedado reflejado para siempre, en esa “Playa de los ahogados”  cuyas páginas seguimos abriendo.

 Pd: Domingo Villar se suma a la lista trágica de escritores todavía jóvenes fallecidos en los dos últimos años como Luis Sepúlveda, Carlos Ruiz Zafón, Fernando Marías o hace justo un año, Almudena Grandes.

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