Una vez más España rompió los pronósticos. El equipo de baloncesto se ha asegurado ,al menos, una medalla de plata en los europeos de Alemania. Este viernes dejó en el camino a la anfitriona, Alemania, en un vibrante partido, con diferentes alternativas, hasta que en el último cuarto el equipo de Scariolo se desató, con una enorme efectividad, y consiguió doblegar a los germanos por 91 a 96.
Nadie daba
un duro por el equipo español después de la retirada de los Gasol, el Chacho o
las lesiones de Ricky Rubio o Lllul. En el equipo hay siete debutantes, pero
todos han estado a un altísimo nivel., acompañando al superviviente en tantas
citas como es Rudy Fernández que no da ningún partido por perdido.
A sus 37
años , Rudy es al baloncesto lo que Modric es al fútbol. Ambos, de la misma
edad, tienen un gen ganador que les hace luchar hasta la extenuación. Pero es
que en este equipo español hay una comunión importante entre todos sus
componentes. Willy Hernangómez ha dado un paso al frente y ha demostrado durante
todo el campeonato el excelente pivot que es, lo mismo que su hermano Juancho
que ha aparecido en los momentos más delicados como ocurrió este viernes en el
último cuarto. Garuba ha ido de menos a más, al igual que Lorenzo Brow que se
dio un festín de 29 puntos y seis asistencias. Garuba que , hasta última hora
no entró en el equipo debido a una lesión, ha demostrado su eficacia defensiva
como Alberto Díaz que se ha hinchado a robar balones durante todo el
campeonato. Fue uno de los más emocionados tras la victoria ante Alemania porque
fue repescado a última hora tras la lesión de Llul y su aportación ha sido
decisiva en el trascurso del europeo.
Fue un
partido palpitante ante 14.000 espectadores que confiaban ciegamente en que
Alemania alcanzase la final. No fue así porque a pesar de todas las
dificultades España siempre gana. Lleva más de veinte años en la élite.
El domingo otra
prueba de fuego. La final contra Francia que vapuleó a Polonia. Lo que ocurre
es que los responsables de la Liga de Fútbol han tenido la brillante idea de que
en un tramo importante coincida el partido entre el Atlético de Madrid y el
Real Madrid.
A las
20.30 comienza la final. A las 21.00 el partido del Wanda, señal inequívoca de
que la Liga de fútbol no esperaba, ni por asomo, que España alcanzase la final
programada desde mucho tiempo atrás.
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