Tiene un nombre tan largo que yo solo con decir “Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido”(95’), sabemos que puede tratarse de una relación de pareja no demasiado estable.
Esta
película húngara que ganó el año pasado la espiga de oro en la SEMINCI de Valladolid
habla de amor incondicional y pasional porque Marta, una neurocirujana de
prestigio en Estados Unidos conoce a un hombre del que se enamora apasionadamente
y de la noche a la mañana decide viajar
a Budapest , ciudad de la que salió veinte años atrás, para reencontrarse con
él.
Ocurre que
cuando ilusionada lo encuentra y se acerca a él ,este le dice que no la conoce
de nada, que debe tratarse de una equivocación.
Junto a la
espiga de oro la película supuso el premio como directora debutante a Lili
Horvát y que la protagonista, que también debutaba, Natasa Stork, ganase el
galardón de mejor actriz.
El hecho de
que la protagonista sea una neurocirujana, cerebral , meticulosa y fría nos
muestra que el amor lo puede todo. Que por encima de cualquier otro concepto la
pasión amorosa puede llevar a dejarlo todo para reunirte con la persona que
amas. El rechazo, la negación de Janos, el colega del que se ha enamorado en un
congreso, hace que ella dude de si realmente existe y si aquella pasión
incontenible es real.
Drama
romántico, psicológico o filme negro, “Preparativos para estar juntos un
periodo de tiempo desconocido” es otra de esas joyitas que nos llegan a la
pantalla y nos permite viajar a Budapest para alcanzar “El Puente de la Libertad”
que anhela la protagonista.
Y esta
semana también he visto el drama carcelario “La noche de los Reyes”(90’),película
procedente de Costa de Marfil que nos introduce en un agobiante y hacinado
penal donde rige la ley del más fuerte, del rey que decide sobre la vida y la
muerte de los internos o sobre quién debe ser el nuevo “roman” o contador de
historias.
Todas las noches
el joven elegido tiene que ingeniárselas para contar la historia de Zama, una
historia inventada sobre la marcha para evitar ser asesinado por una de las
bandas que hay en el recinto penitenciario. Un filme que entremezcla realidad y
leyenda ,tradiciones africanas a través del contador oral que, como en las “Mil
y una noches” va desgranando día tras
día esa historia que nunca existió, la de un rey en un país que no tenía
monarca.
Hay un
cierta critica al colonialismo, pero, sobre todo un ejercicio de imaginación en
una prisión donde se palpa la lucha por el poder, la de ocupar el lugar del
líder que establece las leyes y que está gravemente enfermo. Filme claustrofóbico
pero que nos acerca a la sensibilidad del cine africano prácticamente
inexistente en España salvo por esfuerzos puntuales como es el Festival de
Tarifa.
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