UNA VOZ ANDALUZA ANTE NACIONES UNIDAS
MARTA BORRELL,17 años, andaluza y firme defensora de una educación de calidad para todos.
El documental “UNA LUZ EN LA OSCURIDAD”, realizado junto a su padre, denuncia la baja calidad de la educación, en gran parte del continente africano.
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El pasado viernes se estrenó en diversas ciudades españolas el documental “Una luz en la oscuridad” que trata de dar a conocer la situación de la enseñanza en países africanos y las enormes diferencias educativas que hay con los países occidentales, entre ellos España.
Marta Borrell, una joven de Mairena de Aljarafe en Sevilla, no había cumplido los catorce años, cuando tras realizar un viaje de fin de curso a Marruecos comenzó a interesarse por el modelo educativo que había en ese país y posteriormente, durante el verano, quiso conocer más a fondo la realidad africana y viajó a Mozambique junto a su amiga Berta para conocer “in situ” las necesidades educativas de los niños y adolescentes. Su periplo y las entrevistas posteriores a personalidades vinculadas a la educación, en diversos lugares del mundo, dieron origen a este documental que, tras tres años de elaboración se ha estrenado comercialmente en las salas, aunque, en ciudades como Sevilla, se ha pospuesto por motivo de la pandemia.
“Una luz en la oscuridad” quiere ser además una película que permita a los niños y niñas conocer las diferencias educacionales en el mundo donde hay 262 millones de escolarizados, pero solo el 30% tiene una educación de calidad.
Pude hablar para LA VOZ, con Marta que, actualmente tiene 17 años, el pasado viernes, Día Mundial de la Educación. Se expresa con una gran madurez y esperanza para el futuro. Junto a ella estaba su padre, José María Borrell ,quién ha dirigido la película.
- PREGUNTA . Estamos viendo como de alguna manera, los jóvenes estáis pasando a la acción. Estáis buscando un futuro más justo y la educación es esencial
RESPUESTA.- Es crucial que seamos los jóvenes los que poco a poco vayamos tomando la iniciativa ya que dentro de unos pocos años, los problemas de ahora serán los problemas cruciales que tendremos nosotros.
P.- ¿Cómo te impactaron las clases a las que pudiste asistir en Mozambique, junto a tu amiga Berta? Viendo el documental las clases son repetitivas, bastante arcaicas
R.- Si, pero también hay otras cosas que mejorar no solo el hecho de que las clases sean repetitivas. África es muy grande y siempre habrá excepciones. Hay profesores que intentan hacer sus clases más creativas, pero les faltan recursos, materiales apropiados para poder llevarlas a cabo.
-P.- ¿Como tomasteis la decisión de hacer la película? Fue después de un viaje escolar a Marruecos ¿no?
R:- Siendo andaluces y sevillanos tenemos al lado Marruecos, y en un par de horas en autobús y una de barco te plantas en un continente totalmente distinto. Mi colegio, Aljarafe, creo que ha sabido acercarnos a esas realidades tan próximas y al mismo tiempo tan diferentes. En Marruecos apreciamos en su educación, en su modo de vida un problema real que va más allá de lo que vemos en las noticias. Es cuando nos dijimos que había que hacer algo y empezar a moverse. Tuve muchas conversaciones con mi padre Fueron conversaciones con mi padre y diferentes propuestas hasta que conseguimos ese pedazo de herramienta que son los documentales
P.- Como han reaccionado tus compañeros de clase y tus profesores a tu trabajo?
R.- Íbamos a hacer el estreno en el colegio este viernes 22, pero el covid nos lo ha impedido . En cualquier caso, han sido muchos años y sabían lo que estaba haciendo y por sus opiniones han comprendido lo que estábamos viviendo. Mi colegio es un centro muy abierto para el debate y la reflexión
P.- ¿Has apreciado un mayor interés por parte de tus compañeros por conocer esa educación diferente a la que han recibido o se recibe en Europa?
R.- Creo que sí, vivimos todos juntos el viaje a Marruecos y todos vivimos la misma experiencia. Están muy implicados, cada uno a su manera, aportando soluciones y poniendo cada uno su granito de arena.
P.- En la remota isla de Ibo, en Mozambique te diste cuenta de que había otro tipo de educación más acorde con la demanda de la sociedad. No era una educación arcaica y si mucho más práctica para los habitantes de la isla
R.- La fundación Ibo, es una fundación que preside Luis Álvarez cuyo objetivo es crear desarrollo sostenible en Mozambique. Fuimos a Ibo gracias a su Fundación y comprobamos que había conseguido crear su propio microcosmos, una escuela de oficios, una maternidad, una guardería …Se enseña una especie de formación profesional y se ayuda a los alumnos a formarse en trabajos prácticos que permitan a la isla hacerse más autosostenible. Cuando fuimos, llevaban ya varios años trabajando y la propia directora era una mujer de la isla.
P.-En el documental recoges testimonios de madres prematuras que sufrieron abusos por parte de sus profesores. Incluso algunas relatan que no pasaban de curso si no accedían a acostarse con sus maestros. Preocupa que nadie frene estos abusos.
R:- Es la conversación más dura que he tenido en mis pocos años de experiencia. Sabes que existe, sabes que está ahí. Incluso aquí en España existe, pero la diferencia es que aquí los abusadores están aislados, tienen una justicia detrás, un teléfono donde poder denunciarlo. Allí son casos de alguna manera normalizados, incluso por las propias chicas. Hace difícil tener esperanza en un cambio que termine con estas situaciones, pero yo creo que lo habrá.
P.- Pobreza y hambre son sinónimos de mala educación. Es muy difícil arreglar la situación en la mayor parte de los países africanos y lo habrás podido comprobar en las opiniones que has ido recabando
R.- Nada es fácil de arreglar y todo conlleva un esfuerzo muy, muy duro. Lo mejor que podemos hacer es escuchar a los africanos, entenderlos y no imponerles tus soluciones.
P.-¿Cómo fue tu experiencia en Naciones Unidas? No es muy habitual que una adolescente hable ante todos los asambleístas, reunidos en la sede de la ONU, en Nueva York
R.- Me invitaron el pasado 24 de enero hace justo un año, a dar un pequeño discurso. Sentí mucha presión y muchos nervios, pero todo esto se olvida cuando realmente te das cuenta de lo que estás haciendo. Creo que cuando reflexioné sobre la oportunidad que se me había dado y lo que quería trasmitir pude hacerlo medianamente bien
P.- Este viernes celebramos el Día Mundial de la Educación.¿ Las organizaciones internacionales conseguirán que se vayan limando las diferencias educacionales que existen en el mundo?
R.- La Agenda 2030 de Naciones Unidas, en su artículo 4, tiene entre sus objetivos que la educación, en 2030, sea de calidad para todos los niños. Parece un tanto inalcanzable, con tan poco margen de tiempo, pero creo que ya es un camino que figure en un artículo, lo que demuestra que se está tomando muy en serio. Soy optimista y creo que todo empezará a mejorar muy pronto.
Marta, 17 años, una joven que se siente implicada, en la consecución de un mundo más justo. “Creo -me dice- que realmente he metido el pie en este pozo y no lo saco. Estoy en segundo de bachillerato y a pesar de que estudio ciencias, me estoy cuestionando estudiar en el futuro no tanto el tema de la educación, pero si algún grado vinculado a las relaciones internacionales”.
Algunos ya la llaman la Greta Thunberg española . Marta sigue teniendo los pies en el suelo y para su padre, José María Borrell, director y guionista del documental, “ con Marta todo es muy fácil, porque la verdad es que es una chiquilla brutal”. Tiempo al tiempo y de momento “Una luz en la oscuridad” que quiere ser una denuncia, pero al mismo tiempo una constatación de los principales problemas del sistema educativo africano y que tal y como dijo Marta en su intervención ante Naciones Unidas es preciso “una adecuada formación de los profesores y el control sobre su gestión en las escuelas (…) además de adaptar las materias de estudio a la realidad social de cada país”.
El pasado viernes se estrenó en diversas ciudades españolas el documental “Una luz en la oscuridad” que trata de dar a conocer la situación de la enseñanza en países africanos y las enormes diferencias educativas que hay con los países occidentales, entre ellos España.
Marta Borrell, una joven de Mairena de Aljarafe en Sevilla, no había cumplido los catorce años, cuando tras realizar un viaje de fin de curso a Marruecos comenzó a interesarse por el modelo educativo que había en ese país y posteriormente, durante el verano, quiso conocer más a fondo la realidad africana y viajó a Mozambique junto a su amiga Berta para conocer “in situ” las necesidades educativas de los niños y adolescentes. Su periplo y las entrevistas posteriores a personalidades vinculadas a la educación, en diversos lugares del mundo, dieron origen a este documental que, tras tres años de elaboración se ha estrenado comercialmente en las salas, aunque, en ciudades como Sevilla, se ha pospuesto por motivo de la pandemia.
“Una luz en la oscuridad” quiere ser además una película que permita a los niños y niñas conocer las diferencias educacionales en el mundo donde hay 262 millones de escolarizados, pero solo el 30% tiene una educación de calidad.
Pude hablar para LA VOZ, con Marta que, actualmente tiene 17 años, el pasado viernes, Día Mundial de la Educación. Se expresa con una gran madurez y esperanza para el futuro. Junto a ella estaba su padre, José María Borrell ,quién ha dirigido la película.
- PREGUNTA . Estamos viendo como de alguna manera, los jóvenes estáis pasando a la acción. Estáis buscando un futuro más justo y la educación es esencial
RESPUESTA.- Es crucial que seamos los jóvenes los que poco a poco vayamos tomando la iniciativa ya que dentro de unos pocos años, los problemas de ahora serán los problemas cruciales que tendremos nosotros.
P.- ¿Cómo te impactaron las clases a las que pudiste asistir en Mozambique, junto a tu amiga Berta? Viendo el documental las clases son repetitivas, bastante arcaicas
R.- Si, pero también hay otras cosas que mejorar no solo el hecho de que las clases sean repetitivas. África es muy grande y siempre habrá excepciones. Hay profesores que intentan hacer sus clases más creativas, pero les faltan recursos, materiales apropiados para poder llevarlas a cabo.
-P.- ¿Como tomasteis la decisión de hacer la película? Fue después de un viaje escolar a Marruecos ¿no?
R:- Siendo andaluces y sevillanos tenemos al lado Marruecos, y en un par de horas en autobús y una de barco te plantas en un continente totalmente distinto. Mi colegio, Aljarafe, creo que ha sabido acercarnos a esas realidades tan próximas y al mismo tiempo tan diferentes. En Marruecos apreciamos en su educación, en su modo de vida un problema real que va más allá de lo que vemos en las noticias. Es cuando nos dijimos que había que hacer algo y empezar a moverse. Tuve muchas conversaciones con mi padre Fueron conversaciones con mi padre y diferentes propuestas hasta que conseguimos ese pedazo de herramienta que son los documentales
P.- Como han reaccionado tus compañeros de clase y tus profesores a tu trabajo?
R.- Íbamos a hacer el estreno en el colegio este viernes 22, pero el covid nos lo ha impedido . En cualquier caso, han sido muchos años y sabían lo que estaba haciendo y por sus opiniones han comprendido lo que estábamos viviendo. Mi colegio es un centro muy abierto para el debate y la reflexión
P.- ¿Has apreciado un mayor interés por parte de tus compañeros por conocer esa educación diferente a la que han recibido o se recibe en Europa?
R.- Creo que sí, vivimos todos juntos el viaje a Marruecos y todos vivimos la misma experiencia. Están muy implicados, cada uno a su manera, aportando soluciones y poniendo cada uno su granito de arena.
P.- En la remota isla de Ibo, en Mozambique te diste cuenta de que había otro tipo de educación más acorde con la demanda de la sociedad. No era una educación arcaica y si mucho más práctica para los habitantes de la isla
R.- La fundación Ibo, es una fundación que preside Luis Álvarez cuyo objetivo es crear desarrollo sostenible en Mozambique. Fuimos a Ibo gracias a su Fundación y comprobamos que había conseguido crear su propio microcosmos, una escuela de oficios, una maternidad, una guardería …Se enseña una especie de formación profesional y se ayuda a los alumnos a formarse en trabajos prácticos que permitan a la isla hacerse más autosostenible. Cuando fuimos, llevaban ya varios años trabajando y la propia directora era una mujer de la isla.
P.-En el documental recoges testimonios de madres prematuras que sufrieron abusos por parte de sus profesores. Incluso algunas relatan que no pasaban de curso si no accedían a acostarse con sus maestros. Preocupa que nadie frene estos abusos.
R:- Es la conversación más dura que he tenido en mis pocos años de experiencia. Sabes que existe, sabes que está ahí. Incluso aquí en España existe, pero la diferencia es que aquí los abusadores están aislados, tienen una justicia detrás, un teléfono donde poder denunciarlo. Allí son casos de alguna manera normalizados, incluso por las propias chicas. Hace difícil tener esperanza en un cambio que termine con estas situaciones, pero yo creo que lo habrá.
P.- Pobreza y hambre son sinónimos de mala educación. Es muy difícil arreglar la situación en la mayor parte de los países africanos y lo habrás podido comprobar en las opiniones que has ido recabando
R.- Nada es fácil de arreglar y todo conlleva un esfuerzo muy, muy duro. Lo mejor que podemos hacer es escuchar a los africanos, entenderlos y no imponerles tus soluciones.
P.-¿Cómo fue tu experiencia en Naciones Unidas? No es muy habitual que una adolescente hable ante todos los asambleístas, reunidos en la sede de la ONU, en Nueva York
R.- Me invitaron el pasado 24 de enero hace justo un año, a dar un pequeño discurso. Sentí mucha presión y muchos nervios, pero todo esto se olvida cuando realmente te das cuenta de lo que estás haciendo. Creo que cuando reflexioné sobre la oportunidad que se me había dado y lo que quería trasmitir pude hacerlo medianamente bien
P.- Este viernes celebramos el Día Mundial de la Educación.¿ Las organizaciones internacionales conseguirán que se vayan limando las diferencias educacionales que existen en el mundo?
R.- La Agenda 2030 de Naciones Unidas, en su artículo 4, tiene entre sus objetivos que la educación, en 2030, sea de calidad para todos los niños. Parece un tanto inalcanzable, con tan poco margen de tiempo, pero creo que ya es un camino que figure en un artículo, lo que demuestra que se está tomando muy en serio. Soy optimista y creo que todo empezará a mejorar muy pronto.
Marta, 17 años, una joven que se siente implicada, en la consecución de un mundo más justo. “Creo -me dice- que realmente he metido el pie en este pozo y no lo saco. Estoy en segundo de bachillerato y a pesar de que estudio ciencias, me estoy cuestionando estudiar en el futuro no tanto el tema de la educación, pero si algún grado vinculado a las relaciones internacionales”.
Algunos ya la llaman la Greta Thunberg española . Marta sigue teniendo los pies en el suelo y para su padre, José María Borrell, director y guionista del documental, “ con Marta todo es muy fácil, porque la verdad es que es una chiquilla brutal”. Tiempo al tiempo y de momento “Una luz en la oscuridad” que quiere ser una denuncia, pero al mismo tiempo una constatación de los principales problemas del sistema educativo africano y que tal y como dijo Marta en su intervención ante Naciones Unidas es preciso “una adecuada formación de los profesores y el control sobre su gestión en las escuelas (…) además de adaptar las materias de estudio a la realidad social de cada país”.
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