Esta vez sí.
El año en que la ficción futura se adueñó de la Tierra, parece que no va a
tener más remedio que despedirse para siempre. A menos de una semana para
cerrar estos 366 días tan nefastos que estamos viviendo, las vacunas abren una
puerta a la esperanza.
Primero la
salud y después una maltrecha economía que deberá iniciar una escalada que nos
permita recuperar cierta normalidad. Son muchos los sectores que están
atravesando una situación límite y el de la Cultura es uno de ellos.
Los teatros,
los conciertos ,los museos y por supuesto, los cines han estado tan vacíos como
las calles en los momentos más duros de la pandemia y ahora no son capaces de
recuperar una mayor asistencia de espectadores. Muchas salas se han visto
obligadas a cerrar temporalmente o en algunos casos, de forma definitiva. Se
dice que las salas de cine son de los lugares más seguros porque no se habla en
su interior, porque estamos en silencio contemplando la pantalla y conseguimos
que los aerosoles no fluyan por el aire. Pero hay miedo, somos muchos los que
nos seguimos protegiendo en la “cueva”, en nuestras casas y evitamos contactos
de cualquier tipo. Éstas son las Navidades del silencio y de muchas calles
vacías, sin atisbo de vida. El otro día en uno de los pases de prensa que
organizan las distribuidoras en Navidad para ir acompañado de niños, la sala
estaba prácticamente vacía, no éramos más de quince o veinte personas cuando
otros años costaba conseguir un asiento. Seguimos en casa, no vamos al cine,
aunque vemos más películas y series que nunca. La pandemia ha disparado el
consumo de televisión y la ficción ha sido una manera de huir de la realidad de
las calles. No obstante, algunos han querido seguir viviendo lo que ocurría
fuera en sus propias casas porque cuando nos confinamos una de las películas
más vistas fue “Contagio”, de Steven Soderbergh que relataba una
situación similar a la que estamos viviendo. Yo la vi en su momento, cuando era
ficción, pero no me apeteció recuperarla. Ahora ya hay documentales que
describen minuciosamente los efectos de la pandemia como “Renaceres”, de
Lucas Figueroa” o “2020”,no quería nombrarlo, pero se llama así, de
Hernán Zin. También la ficción se hace eco de la realidad y ahí está esa
película de terror, “Host”o la indirectamente relacionada con el tema
como es “Cielo de medianoche” dirigida y protagonizada por George
Clooney, que acaba de llegar a las plataformas digitales. Es una Tierra sin
sobrevivientes como consecuencia de una serie de cataclismos provocados por el
hombre. Nos suena, ¿verdad? Hay demasiadas cosas que hemos leído o hemos visto
que se han cumplido pasados los años y que la ciencia ficción se confunde con
la realidad . Deberíamos aprender de estas experiencias y de los avisos de los
científicos para tratar de preservar un mundo habitable para nuestros
descendientes y entender que el apoyo incondicional a la ciencia; la lucha por
frenar el cambio climático; la sostenibilidad ambiental no son palabras huecas
y si una razón para el futuro de la humanidad.
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