ESTRENOS DE LA SEMANA( 15-1-2020)
El Covid sigue avanzando y las distribuidoras aplazan estrenos. Tampoco es fácil desplazarse a las salas de Madrid , en unas calles en que la nevada, que se ha convertido en hielo en la mayor parte de la ciudad , invita a que nos quedemos en casa. No obstante, hay algunos títulos que os comento por si podéis acercaros a ver la película y pasar, cuanto menos, un rato calentito, en la sala oscura.
A mí me ha gustado “23 Paseos” (102’) película inglesa que firma el veterano Paul Morrison (“Sin límites”), que narra un romance otoñal.
Es sabido que sacar al perro, es una buena ocasión para conversar con otras personas que realizan el mismo cometido. Pasó por ejemplo en “101 Dálmatas”, donde los protagonistas encontraban a su media naranja, tras sus coi8ncidencias en el parque.
En “23 paseos”, el parque también un papel fundamental. Dave(Dave Johns) es un jubilado que vive solo y cuyo único entretenimiento es sacar a pasear a su perro, un pastor alemán, que es su compañero más fiel. Tiene muchos problemas, entre ellos la amenaza que pesa sobre su vivienda que podrían quitársela si no paga los últimos alquileres. En esos paseos por el parque encuentra a Fern (Alison Steadman), una mujer, también solitaria, separada de su pareja y cuya hija prepara su boda en Canarias. Ella pasea con un yorkshire y en principio muestra sus reticencias a ni siquiera entablar c conversación con Dave.
Poco a poco, paseando, nos acercamos a dos personajes que van desnudando su interior, mostrando las cicatrices que les ha dejado la vida. Siempre acompañados por sus perros, por el amor que vuelcan en ellos, Dave y Fern nos hablan con naturalidad, sin estridencias, sustentados en un guion muy bien construido en que no sobra ni falta nada. Es una película en que muchos mayores se verán reflejados porque, aunque los años pasan todavía hay huecos para la alegría, la intimidad y el amor.
Una película pequeña, pero tremendamente emotiva ,sin caer nunca en la cursilería y en la que el español juega un papel importante porque la protagonista se empeña en aprenderlo para poder relacionarse con su familia política. En uno de los momentos más románticos de la película la música que los acompaña es un bolero: “Bésame mucho” “23 paseos” es una invitación a que encontremos calma y sosiego en estos tiempos tan complejos, en que tanto añorábamos a los parques durante el confinamiento.
Llega también a nuestras salas, el drama polaco-alemán, “Mas allá de las palabras”(85’) , una apasionante reflexión sobre las raíces y las dificultades para integrarse en la sociedad de otro país que, no deja de ser ajeno a tu cultura y tu forma de vida.
Michael es un joven abogado al que la vida le sonríe. El, junto a su jefe y mejor amigo, Franz viven con dinamismo la vida, acudiendo con frecuencia a los bares, restaurantes o clubes de moda de Berlín. Michael busca ser un berlinés más, escondiendo sus orígenes polacos, más bien olvidándolos hasta que aparece su padre, al que no conocía, y con el que irá descubriendo sus propias raíces al mismo tiempo que le hará comprender las dificultades a las que se enfrentan los refugiados para integrarse en un modelo de sociedad muy diferente del que provienen. Un fin de semana, entre dos desconocidos, padre e hijo, que se acercarán desde la desconfianza y el recelo inicial.
Rodada en blanco y negro la fotografía, excelente, algo a lo que nos tiene acostumbrados el cine `polaco, nos ayudará a entrar en sus mundos, en lo más intimo que guardan en su interior.
En el prees-book que nos han facilitado, la directora Urszula Antoniak, cuenta que dejó Polonia buscando conocerse a sí misma fuera de la cultura que le había definido hasta entonces. Quería conocer un país y adentrase en el caso de la cultura occidental y acabó convirtiéndose en ciudadana neerlandesa. Pero mi nuevo pasaporte no sirvió para que en la Europa occidental me siguiesen considerando una inmigrante.
Y termino con una película de animación, con carga política: “Fritzi. Un cuento revolucionario”(86’) que se sitúa en Alemania del Este, en 1989.
Fritzi cuida al perro de su amiga Sophie, el año en que el muro está a punto de derrumbarse, mientras ella pasa sus vacaciones en Hungría junto a su familia. Pero llega el otoño y su amiga no regresa. Fritzi decide ir a buscarla junto al perro y en su camino descubre las manifestaciones que se producen en Leizpig y comenzar a entender el profundo cambio que va a producirse en su país.
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