He elegido esta película no tanto por su calidad cinematográfica como por su compromiso con la educación universal. Su estreno se ha hecho coincidir con el Dia Mundial de la Educación que se celebra este viernes en todo el mundo.
La
protagonista de este documental es Marta Borell, una joven que cuando rodó esta película tenía catorce años, Un buen día decidió conocer
como era la educación en otros países diferentes al suyo y acercarse a países con
niveles muy altos de pobreza para conocer cómo se desarrolla la educación, con
esas limitaciones.
Marta decidió
preocuparse por el tema tras una charla que recibió en un colegio sobre el
derecho universal de la educación y posteriormente tras un viaje de fin de
curso a Marruecos donde ya comenzó a apreciar las diferencias educativas de
este país con España y otros países europeos.
Durante sus
vacaciones de verano decidió viajar a Mozambique, con el apoyo de sus padres, acompañada por su amiga Berta, que se trasladó
desde Namibia, donde residía . Su objetivo era conocer como era el sistema
educativo y conocer a los niños, los jóvenes y los profesores que impartían las
clases. El propio padre de Marta, José María Borrell se encargó de la dirección
y el guion del documental.
Marta recogió testimonios de niñas que aseguraron que cuando entraban en la pubertad había maestros que les obligaban a acostarse con ellos o si no aceptaban les hacían repetir curso tras curso. La sociedad, las autoridades miraban para otro lado no interviniendo ante esos abusos que nos parecen incomprensibles desde el punto de vista occidental.
Pero,
además, como vemos en el documental, la enseñanza se nos muestra arcaica ,con
unos maestros que no explican, que hacen repetir machaconamente a los alumnos
palabras, frases, conceptos o números.
Si “Camino
a la escuela”, nos explicó hace unos años, las terribles condiciones que
tienen muchos niños en el mundo para poder llegar a la escuela y formarse “Una luz en la oscuridad “ nos deja
perplejos con las opiniones de las madres prematuras, chicas de trece, catorce
o quince años obligadas, como he dicho, a mantener relaciones sexuales con sus
profesores y nos deja perplejos, también con esa enseñanza machacona y alejada
de cualquier rigor. Marta, se convence que la solución está en una mejora de la
educación que reciben los niños que habitan en Mozambique y en otros países con
una situación similar. Está convencida que sin educación no hay futuro , un
futuro que les pertenece a los niños y adolescentes de todo el mundo
Y por este
motivo el documental recoge numerosas entrevistas con personalidades que dedican su vida a la mejora de la
educación, tales como Federico Mayor Zaragoza (ex-presidente de la
UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz ), Jaime
Saavedra (director del Departamento de Educación del Banco
Mundial) y Bayo
Olotu (director de los Programas Chrome & Android en
Google, el nigeriano más influyente en Silicom Valley),entre otros.
Opiniones que recoge en su
periplo por distintas ciudades del mundo y que le llevó posteriormente a
intervenir en Naciones Unidas para ahondar en la necesidad de un buena
formación de los profesores ; el análisis de las materias que deben ser
estudiadas en cada país en función de su realidad social; la creación de leyes
adecuadas para mejorar la gestión en cada país; el control exhaustivo y el
seguimiento de las medidas que se dan por parte de grandes organizaciones
internacionales y finalmente las políticas internacionales encaminadas a ayudar
a cumplir estos objetivos.
“Una luz en la oscuridad” es un
documental formal, académico, pero por encima de todo prevalece la necesidad de
que la educación es la única herramienta que existe ar erradicar la pobreza y las
desigualdades.
La educación, sin duda, nos
hará más libres.
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