1/19/2021

EL ESPÍRITU DE FELLINI

 

Si Berlanga, del que este año se cumple el centenario de su nacimiento, es uno de los referentes de nuestro cine, otro tanto hay que decir de Federico Fellini que, en Italia sigue siendo uno de los máximos representantes de la cinematografía del país alpino y del que, en 2020 se cumplieron los cien años de su nacimiento.

Ambos representan la esencia del cine mediterráneo, uno retratando a los españoles y el otro a los italianos como ningún otro director. Parafraseando uno de sus títulos más famosos, “Giulietta de los espíritus”  se estrena en unos días, en España “Fellini de los espíritus”, un documental que ahonda en el carácter mágico de la obra del director italiano y la influencia que tuvieron cuestiones esotéricas, como el tarot, sesiones espiritistas u otras disciplinas como el psicoanálisis y en particular los sueños, ese mundo onírico que tanto aparece en su cine.

La película, junto a imágenes de archivo, recoge opiniones de todo tipo tanto desde el punto de vista de su obra como del más personal, aunque uno no puede entenderse sin el otro . Hay una famosa médium italiana, amiga del cineasta, quién afirma que Fellini tenía poderes, que “era un mago solo fijándose en sus ojos, en su mirada y en sus propias películas”. Afirma que “sabía leer a la gente”.

Fellini no era un católico practicante pero la religión está en todo su cine. Para él las instituciones religiosas eran una estafa, pero Dios era un misterio. Una de sus películas más polémicas “La dolce vita ”levantó una ola de críticas en el Vaticano y el “Osservatore romano” definió a Fellini como “el pornógrafo de la puerta Pía”. Sin embargo, los jesuitas defendieron abiertamente la película y Pier Paolo Pasolini dijo que era “una película católica”.

Pero Fellini, como todo gran creador no contentaba a nadie, era un espíritu libre que abominaba de la política italiana y de las ideologías, pero en su cine retrataba como ningún otro a los más desfavorecidos o discriminados. “La Strada” levantó una ola de críticas de la prensa italiana de izquierdas nada receptiva al sentido del humor de Fellini y a que tratase cuestiones esenciales de la vida, de manera liviana.

“Fellini de los espíritus”, es uno de esos trabajos que ayudan a conocer personajes esenciales de nuestro tiempo porque hay muchos datos desconocidos para el gran público. Era, como Berlanga, un amante de su país y de sus gentes y por eso, no le gustaba viajar fuera de las fronteras italianas porque “regresaba a Roma con ideas inútiles, que no le valían para construir nuevas obras. Es otra de mis limitaciones”, le contaba en una vieja de grabación de archivo a Joaquín Soler Serrano, en “A fondo”, aquel mítico programa de TVE.

El caso es que limitaciones o no, su filmografía es de las que perviven. Sus películas están llenas de magia, construidas en su mundo onírico, aunque aceptase la realidad y al mismo tiempo se burlara de ella.

Uno de los entrevistados en el documental recuerda que cuando murió, el 2 de noviembre de 1993,al regreso del velatorio, tarareo en el metro la música de Nino Rota, esencial en todas las películas de Fellini y las personas que había en el vagón se volvieron hacia él. La humanidad, concluye, se siente unida a través de figuras como Federico Fellini

(PUBLICADO EN LA VOZ.18-1-21)

 

 

 

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