He leído que este mes de mayo se cumplen cinco años de la muerte de Vicente Aranda, un realizador imprescindible en la historia de nuestro cine. Fue uno de los creadores de la llamada Escuela de Barcelona que trajo otro aire al cine español de los años sesenta y en su filmografía aparecen títulos tan representativos como “Y si te dicen que caí”, según la novela de Juan Marsé, un autor que fue amigo suyo y que adaptó en varias de sus novelas o “Tiempo de silencio”, de Luis Martín Santos.
No obstante, la película que le dio más fama internacional fue “Amantes”, un drama, con su buena dosis de thriller, que contaba la historia de una pasión, de un amor loco, con su musa Victoria Abril y los muy jóvenes Jorge Sanz y Maribel Verdú. En el festival de Berlín fue acusado de viejo verde, aunque me contó que hicieron una mala traducción y en EEUU, fue calificada como película pornográfica. El erotismo y la pasión fueron dos señas de identidad de su cine porque el cineasta catalán sentenciaba que, “merece la pena vivir una pasión. Nunca debemos renunciar a las emociones”.
Y no lo hizo nunca porque el cine fue su gran pasión. Terminaba una película y ya pensaba en la siguiente. Me lo contó en una larga entrevista en 1994, cuando estaba a punto de estrenar “La pasión turca”, según la exitosa novela de Antonio Gala que, protagonizaba una de las actrices más solicitadas de la época, Ana Belén.
La entrevista fue en el Hotel "Miguel Ángel" de Madrid y yo solamente, estaba armado de mi casete y las ganas de poder charlar. Tras algunas vicisitudes técnicas he podido recuperar esta entrevista en que resume sus inquietudes y anhelos.
VICENTE ARANDA (PINCHAR AQUÍ)
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