3/24/2022

MI PELÍCULA DE LA SEMANA: LLEGARON DE NOCHE (107’) Director: Imanol Uribe

 


Si vienen de día será la guerrilla, si vienen de noche, el ejército. Aquellas palabras no pudieron ser más exactas y premonitorias. Las pronunció Ignacio Ellacuría, rector de la universidad centroamericana “José Simeón Cañas” en El Salvador, pocos días antes de que fuera asesinado junto a otros cinco jesuitas, una de las mujeres de la limpieza y su hija, el 16 de noviembre de 1989. Han trascurrido más de treinta años de aquella masacre perpetrada por el ejército salvadoreño, con el apoyo de la CIA, para que un cineasta español, Imanol Uribe, haya contado lo que ocurrió y al mismo tiempo traiga a la memoria colectiva aquellos hechos brutales durante la guerra civil salvadoreña. Los intentos del ejército y el gobierno salvadoreño para ocultar lo ocurrido, culpando a la guerrilla del Frente “Farabundo Martí”, se desmoronaron al no percatarse de que había una testigo que pudo narrar la realidad de lo que allí había sucedido, a pesar de las muchas presiones que recibió para que se desdijese de la auténtica verdad.

Imanol Uribe, con títulos tan destacados en nuestro cine como  La muerte de Mikel”, “El rey pasmado” o “Días contados”, recupera su mejor cine con “Llegaron de noche”, que revive aquella historia utilizando elementos del thriller político de la que tenemos ejemplos tan notables como “Missing”, de Costa Gavras o “Bajo el fuego”, de Roger Spottiswoode.


“Llegaron de noche”, se sustenta en el testimonio de Lucía, la única testigo, interpretada más que convincentemente por Juana Acosta en la que es quizá, su mejor interpretación. Interpreta a una campesina que hace algunas horas de limpieza en la residencia de los jesuitas en la universidad. Junto a su marido, panadero, y su pequeña hija, encuentran refugio en la residencia cuando se intensifica la guerra en la zona en la que viven. Aquella circunstancia hará que se convierta en la única testigo de la matanza. Trasladada a Estados Unidos es sometida a múltiples interrogatorios y retenida en un hotel junto a su familia durante varios días sin que se le permita ver a nadie. La película se mueve en esos dos planos: el momento que vive Lucía retenida en Miami y los flash back en que recuerda que ocurrió con los jesuitas.

Seguramente Imanol Uribe, vasco, pero nacido en San Salvador, es el más indicado para narrar esta historia olvidada o escondida para que el gran público pueda conocerla porque forma parte de nuestra memoria colectiva. Por cierto, el filme recuerda la inacción de los diplomáticos españoles y como fueron los franceses los que protegieron a Juana en su viaje a EEUU

Junto a Juana Acosta, Karra Elejalde es Ignacio Ellacuría y en el reparto figuran también, entre otros, Juan Carlos Martínez, Ben Temple o  Carmelo Gómez, actor habitual en el cine de Imanol Uribe.

3/21/2022

UCRANIA: GUERRA, REFUGIADOS y ALGÚN DÍA LA PAZ

 

Foto (EL MUNDO.ES)


Ucrania era un país que no se diferenciaba de otros países europeos. Ucrania es hoy un cúmulo de escombros. En cuatro semanas el horror ,la destrucción y la muerte. Es un país desolado e irreconocible mientras las bombas no cesan. Miles, ya millones de personas han tenido que dejar su país ,dejar todo atrás para salvar sus vidas. Moldavia, Rumania, Polonia son los primeros destinos de los refugiados, la mayor parte mujeres, niños y ancianos porque los hombres se han quedado combatiendo o tratando de ayudar ante cualquier situación que se plantee. Después desde esos países serán acogido en otros de la Unión Europea.

Cada día que pasa hay más imágenes que nos desgarran . Cada día nos sentimos un poco peor ante la impotencia que producen los tanques y los misiles y la obligada inacción de las fuerzas occidentales por intentar detener las masacres que se están produciendo a las puertas de la Unión Europea. Sanciones económicas ,entrega de armas a los ucranianos para que se defiendan, presiones diplomáticas, pero casi un mes después las bombas siguen cayendo sobre las ciudades ucranianas.  

Al otro lado Putin se da baños de multitudes. Se ha encargado bien de que la población desconozca las causas de la invasión de Ucrania .La desinformación es su arma en el interior del país y se hay alguno que alce su voz ya sabemos que ocurre con quienes protestan por esa guerra que golpea cuando todavía seguimos conmocionados por la pandemia que aún habita entre nosotros desde hace dos años. Su mitin multitudinario recuerda a los de Franco en la Plaza de Oriente cuando se fletaban autobuses desde diversas localidades para que arropasen al Caudillo de las Españas. A Putin le arroparon los que saben o no quieren saber, los que desconocen que ocurre en un país que limita con el suyo o los que fueron obligados a acudir. Todo es mentira menos las bombas

El hombre es un lobo para el hombre, la máxima de Hobbes sigue entre nosotros y no parece que vaya a variar mientras sigan creciendo sátrapas como Putin, un chulo como lo califica Javier Marías que, aunque sepa del dolor que está causando, se siente pertrechado en su bunker. El Kremlin es su refugio, pero otros dictadores encontraron su final donde se creían más protegidos. Putin quiere humillar a Ucrania, no solo a su gobierno, si- no a todo el país porque ambiciona que esté bajo su órbita y la UE o la OTAN no estén a las puertas de sus fronteras.
Foto (RTVE.ES)

Los refugiados ucranianos no llegan a otros países europeos en patera, ni atraviesan desiertos. No mueren ahogados mueren, como los sirios, por las bombas que arrojan sobre sus casas, sus ciudades, sus calles, sus plazas, sus parques sin detenerse, ni un segundo a pensar, cuáles serán las consecuencias. Todos son refugiados, todos somos refugiados … No los hay ni de primera ni de segunda categoría, como algunos populistas pretenden hacer creer a la sociedad ; cuando apoyan a los rubios de ojos azules y demonizan a los árabes o las personas de piel negra. Todos somos seres humanos como nos recuerda este 21 de marzo el Día Contra la Discriminación Racial y duele que algunos latinoamericanos, árabes o africanos que estaban estudiando en Ucrania fuesen rechazados, en primera instancia, por los puestos fronterizos de Polonia u otros paises.



Foto (National Geographic)

En caso de persecución toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país, recuerda el artículo 14. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos . Todos estamos con los ucranianos, pero no olvidemos a los sirios, afganos, kurdos o palestinos que llevan años sufriendo la violencia sobre sus pueblos.

Malditas sean todas las guerras y los canallas que las hacen, dijo Julio Anguita. Maldito sea pues Vladimir Putin, escondido en su jaula de oro como todos los cobardes y ordenando que cada día caigan decenas de misiles sobre Ucrania matando y obligando al refugio a millones de personas.  Solo en tiempos de guerra nos queda la palabra y nos queda la poesía que es un arma cargada de futuro porque la poesía como escribió Gloria fuertes tiene un objetivo:

Solo tres letras, tres letras nada más, para cantar la PAZ.

PÁGINAS SUELTAS(21) . Sesión continua(1)


(voces.com)

Claudia Cardinale estaba maravillosa. Entrar a una película de mayores de 18 era toda una odisea y en aquella ocasión lo habíamos conseguido. Había porteros en los cines que no se diferenciaban mucho de los grises, los serenos, o los guardias de El Retiro…Todos estaban animados por Doña Censura y su único trabajo era prohibir. Una propaganda subversiva, una mala compañía, un beso demasiado apasionado o que  un jovencito imberbe no fuese capaz de soñar en una sala oscura donde las insinuaciones, los abrazos o los recatados bikinis eran motivo para que el censor, aleccionado por las sotanas, considerara gravemente peligrosas esas u otras escenas. No a los malos pensamientos, aunque con los años descubrimos que esos eran los buenos.

La película era algo de una ola, una comedia italiana, y por encima de todo un cuerpo que entraba y salía del mar sugiriéndonos que la vida no era tan oscura como nos la pintaban desde las aulas o las iglesias. Nacho, Fede y yo salimos en éxtasis y casi incapaces de comunicarnos. Cada uno había creado su propia fantasía.
(Foto de Estamos rodando)

Alguien dijo ¿y si le comentamos al portero que salimos a dar un paseo y que volvemos en hora y media para ver de nuevo la película. Dejamos que proyecten la otra peli y regresamos. Los tres estuvimos de acuerdo y el portero, cómplice, también.

Hablamos mucho de la ola, pero poco de Claudia a la que reservábamos para nuestra segunda cita. Cada uno fabricaba su propio sueño.

-¿A dónde vais?

 -Nos dijo su compañero que podíamos dar una vuelta y entrar de nuevo en la sala.

-Su mujer se ha puesto de parto y vosotros no tenéis 18 años.

-Vamos, si ya hemos visto la película

-Y para qué queréis verla otra vez, desvergonzados…Venga los carnets

 

El tipo nos vociferaba y hacía que enrojeciésemos ante las miradas poco comprensivas de unos, y cómplices de otros…Estábamos interrumpiendo el acceso a la sala .

Un señor de sombrero y bigote falangista recomendó al portero que llamase a la policía. Una señora hablaba de la falta de moral, y otras asentían con ojos misericordiosos.

No le dimos los carnets y si, al unísono, tres dedos corazón en posición vertical.

El otro corazón, palpitaba aceleradamente mientras corríamos como delincuentes. Claudia fue mujer de una sola vez

3/18/2022

(AUDIO) , ESTRENOS 18.3.22 en 4'




La española "Código Emperador", que inaugura Málaga este fin de semana; las francesas "El acontecimiento" y "El hombre del sótano" y la india "La última película", entre las propuestas de este fin de semana


AUDIO Estrenos 18.2.22 (PINCHAR)

3/17/2022

ESTRENOS DE LA SEMANA 18-3-22 con CODIGO EMPERADOR que inaugura Málaga

 


 

Avalancha de estrenos en vísperas del Día del Padre. No nos merecemos tanto. Es decir, mejor los justos y de calidad. No siempre es así. Cuento una docena de películas y a algunas de ellas voy a referirme en esta sección que publico todas las semanas . Y comienzo con la película que inaugura este viernes el Festival de Cine Español de Málaga, una cita obligada de nuestra cinematografía que alcanza su vigésimo quinta edición.

Un referente claro de lo que nos espera durante los próximos meses, de las películas españolas y también latinoamericanas que llegarán a nuestras carteleras y casi inmediatamente a las diversas plataformas. La inauguración corre a cargo de “Código emperador”, un thriller de Jorge Coira, director de filmes como “El año de la garrapata” o “18 comidas” y con una larga trayectoria en televisión donde ha dirigido entre otras la exitosa serie “Hierro” que también ha montado como otras producciones para televisión y películas como ”El desconocido”, por la que mereció el Goya de mejor montaje.

CÓDIGO EMPERADOR(106’)

El realizador gallego Jorge Coira construye un thriller político , que engloba cuestiones que van desde la corrupción hasta los trabajos sucios de los servicios secretos, pasando por la inmigración considerada ilegal o el maltrato a las mujeres. Luis Tosar, amigo de Jorge Coira desde sus tiempos de estudiante, interpreta a Juan. un militar que no se cuestiona las órdenes de sus superiores. 

Es un hombre eficaz en su trabajo, pero no tiene aureola de héroe. Enciende o apaga fuegos según se lo ordenen. Sin embargo, su manera de ver la vida, cambia cuando conoce a Wendy (Alexandra Masangkay. “Los últimos de Filipinas”) que trabaja como empleada doméstica de unas personas a las que tiene que investigar. Ahí afloran los sentimientos que tenía escondidos. Junto a Alexandra está Miguel Rellán, como jefe de los servicios secretos; María Botto, una periodista de investigación; Georgina Amorós, , Denis Gómez, Arón Piper que configuran un ENTRETENIDO thriller de acción

Aunque la trama es ficticia se basa en hecho reales y cuestiona donde están los límites de los servicios secretos y como pueden tergiversar cualquier situación mediante sus actuaciones que pueden destruir la carrera de un político o tapar las actuaciones delictivas de un personaje famoso. El guion es de Jorge Guericaechevarría.

 

 EL HOMBRE DEL SÓTANO  (114’)

 

Philippe Le Guay, director francés del que conocemos en España comedias dramáticas como “Las chicas de la sexta planta ” o “Normandía al desnudo dirige ahora este drama inquietante cuando un arquitecto de origen judío decide vender el cuarto que tiene en el sótano de su vivienda a un hombre que resulta ser un negacionista del holocausto. Un actor tan convincente como François Clozet, habitualmente identificado con personajes amables y positivos, interpreta a ese extraño que irrumpe en la vida del arquitecto (Jéremie Renier), de su mujer (Beatrice Bejó) e incluso de su hija adolescente.

La venta del sótano conlleva a una situación límite porque el hombre,a diferencia de lo que les había anunciado, utiliza este local como vivienda y sus actuaciones van encaminadas a crear incertidumbres y dudas entre todos los habitantes de la casa. Todas las presiones que quieren ejercer sobre él resultan inútiles porque el hombre no quiere abandonar el sótano ,a pesar de que no se ha formalizado todavía la venta ante notario.

La situación crea disputas con los vecinos y entre la propia familia protagonista obsesionada por la presencia del hombre del sótano.

La película se convierte en un retrato de la actuación de la ultraderecha ,de los mecanismos que utiliza para limar el sistema democrático. En unos momentos en que los populismos siguen creciendo en Europa “El hombre del sótano” describe esos discursos del odio que se expanden por todo el continente. INTERESANTE

 

 LA ULTIMA PELÍCULA (1h.50’)

 

De vez en cuando películas como ésta que no dejan de ser un homenaje al cine y un monumento a la nostalgia no vienen mal. “La última película” nos lleva inexorablemente como referencia al “Cinema Paradiso”, de Giussepe Tornatore pero trasladándonos a un lugar remoto y casi abandonado de India, un pueblo llamado Chalula, donde un niño de nueve años se siente fascinado por el cine que llega a la sala de una ciudad cercana.

Estamos en 2010 y Samay contra los deseos de su padre se escapa todos los días al cine y pronto, con la complicidad del proyeccionista ve gratis las películas a cambio de que le lleve la comida que le entrega su madre, una consumada cocinera. El placer del cine se suma al placer de la buena comida.

Samay quiere hacer películas y dejar de vender el te que elabora su padre para los pasajeros del tren que todos los días pasa por el pueblo. Con la ayuda del proyeccionista va descubriendo la magia del cine, todo el proceso que se da hasta que la película pueda proyectarse en una pantalla.

Su imaginación y su inteligencia llevan a que Samay junto a su pandilla de amigos se las ingenien para proyectar películas en una casa abandonada. Bobinas y fotogramas que algún día, no muy lejano serás sustituidos por las nuevas tecnologías, pero a pesar de todo, Samay, no quiere renunciar a sus sueños ,aunque tenga que dejar atrás a su familia y sus amigos.

“La última película” está inspirada en la propia infancia del director ,Pat Nalin del que hemos visto antes en España títulos como “Samsara” y “7 Diosas”.  Su nueva cinta ha obtenido varios premios internacionales, entre ellos, la espiga de oro de la Seminci de Valladolid. Al final hay una cita a los muchos directores indios o internacionales que han marcado su cine. Entre ellos no aparece ningún español.

ENTRETENIDA. Permitirá pasar un buen rato.

 

 

 LA PROTEGIDA (101)

 

El neozelandés Martin Campbell , especialista en películas de acción, entre ellas dos de los Bond más valorados, “GoldenEye” y  “Casino Royale” vuelve a HGollywood con este filme de acción más cerca del que se hacía en los años 80 y 90, con menos efectos especiales y tremendismos que el actual.   Maggie Q.(“Nikita”)  protagoniza esta película junto a Samuel L. Jackson y Michael Keaton, entre otros. Una película sobre asesinos a sueldo y ajustes de cuentas

La historia de Anna y Rembrandt (Michael Keaton) dos consumados asesinos a sueldo, que compartieron una turbia historia en Vietnam . Cualquiera de los dos puede matar al otro. Pero sus diferencias quedan aparcadas cuando es asesinado el principal mentor de Anna , Moody (Samuel L. Jackson ) y se ven abocados a trabajar juntos.

Un guion previsible pero el conjunto resulta. ENTRETENIDA

 

No he visto otros títulos que también llegan este viernes a la pantalla como el drama EL DESPERTAR DE NORA(95’)  película alemana de Leonie Krippendorf que tiene como protagonista a una adolescente de  14 años Nora y el verano de su primer amor, el autodescubrimiento o las experiencias vividas. Me dicen que está en la línea de “La vida de Adèle”.

Y si se buscan sonrisas e incluso alguna carcajada para este fin de semana tenemos una secuela, “EL MUNDO ES VUESTRO”(102’)  Alfonso Sánchez, director, guionista y protagonista junto a Alberto López construye un filme que no deja de ser un homenaje a Berlanga y el particular a  La escopeta nacional”. Aquí asistimos a una montería organizada por una marquesa para intentar vender su negocio y poder comenzar otras actividades. Pero la montería da para mucho. En ella caricaturiza a políticos, empresarios sin escrúpulos, curas, monjas, terratenientes , progres o millonarios extranjeros. En la finca se está decidiendo el futuro del país.

 

MI PELÍCULA DE LA SEMANA : EL ACONTECIMIENTO. (100’)

 

La realizadora francesa Audrey Diwan, autora también del guion junto a Marcia Romano denuncia en esta película los silencios que rodean al aborto y la situación que viven las mujeres en distintas partes del mundo, aunque la historia de este filme esté situada en Francia, durante los años sesenta.

Ganadora del León de Oro en la Mostra de Venecia, “El acontecimiento” cuenta la historia Anne (Anamaria Vartolomei) una joven y destacada estudiante que tiene como meta asistir a la universidad y acabar convirtiéndose en escritora. Cuando descubre que se ha quedado embarazada toma, desde un principio, la decisión de someterse a un aborto, pero en aquellos años en Francia estaba absolutamente prohibido y su práctica suponía penas de cárcel.

Anne, no dice nada a sus padres y trata de buscar una solución encontrando como respuesta el rechazo de unos y otros que no quieren implicarse. Basada en la novela homónima de la escritora francesa de origen libanés Annie Ernaux que cuenta de forma autobiográfica como debió someterse a un aborto ilegal, el personaje de Anne nos busca la simpatía, ni siquiera la comprensión, solo es una chica que intenta sobrevivir a la decisión más importante de su vi

El aborto es el tema central de esta película en que la directora no ha querido dejar de lado el tema del deseo y el sexo en una mujer joven que busca una cierta liberación el sentirse viva. Ayuda sobremanera la gran actuación de la joven actriz francorumana Anamaría Vartolomei que dota a su personaje de una fascinante presencia.

 Dura pero MUY BUENA película

 

3/15/2022

PÁGINAS SUELTAS (20) VIAJES DESDE LA BUTACA


 
La parte alta diferenciaba los vagones panorámicos(Yomundeo)

Recuerdo que en diciembre del noventa y tres viajé con mi amigo Rafa a Canadá, aprovechando unos días libres. Eran mis primeros vuelos transoceánicos y solo me animó que íbamos a recorrer gran parte del país en tren, en el llamado transcanadiense cuyo trayecto nos llevó, durante más de dos días, de Toronto a Vancouver, recorriendo más de cuatro mil kilómetros. Fue una gran experiencia atravesando un manto blanco porque prácticamente todo el trayecto estaba nevado. El vagón panorámico te permitía observar con detenimiento el movimiento del tren entre enormes bosques que revelaban la fuerza de la naturaleza alejada de los hombres que aparecían con cuentagotas a lo largo del trayecto. Sioux Lookout, Jasper, en las montañas Rocosas, Winnipeg, Edmonton fueron algunas de las localidades en que hicimos alguna breve parada para comprobar que no éramos los únicos humanos vivos que quedaban en la tierra y que, en el exterior, en las ciudades, había vida.

Aquel viaje, de alguna manera,  ya lo había hecho porque recordaba nítidamente una película, “Testigo accidental” que había visto un par de años antes y que se desarrollaba en el mismo tren. Era un thriller entretenido, no una gran película, pero en que sobresalía un actor que siempre hace notar su presencia en pantalla, Gene Hackman. Ese “dejá vu”  ha tenido presencia en mi vida y seguramente en las de todas las personas que han visitado una ciudad o un lugar, después de haber visto una película. Gracias al cine, a la imagen, somos inmortales. Es fascinante ver como se divertían o vestían los abuelos de nuestros abuelos, como viajaban o como eran las ciudades en que vivían. Eso siempre lo tendremos gracias a la imagen que no solo nos trae realidades, sino que nos permite soñar.  

Echando la vista a atrás creo que la primera vez que fui al cine fue en el ahora Nuevo Teatro Alcalá de Madrid y debía tener seis o siete años . No hace mucho escuché a un escritor que recordaba perfectamente la primera película que vio a los dos años. Pues yo no. Seguramente ese escritor habrá oído tantas veces a sus mayores contar la anécdota que la habrá hecho suya. Yo a mi hija mayor, Isabel,  le contaba que la primera película que vio fue “Bambi”, con dos o tres años y que quería darle palomitas,  al personaje de Disney . Los mayores somos la memoria de los más jóvenes.

Bueno, estábamos en el cine Alcalá, con mi madre y los dos hermanos que me siguen y teníamos frente nosotros esa enorme pantalla después de que el acomodador, al que se le daban una o dos pesetas, nos llevara a nuestras localidades. Enseguida se apagaron las luces y comenzaron los anuncios de tabaco, fajas o electrodomésticos. Hasta me gustaron. Era sesión doble. Mi madre debía estar un poco desesperada para tener que entretener a tres niños en vacaciones de Navidad. En casa éramos un torbellino. La primera película que vi en la sala oscura fue La mula Francis, aunque creo que no fue la que databa de 1950, debió ser una de las seis secuelas que se hicieron sobre aquella mula parlante con Donald O´Connor protagonista de todas ellas, salvo la que interpretó Mickey Rooney . La mula Francis fue una de las pioneras en este tipo de relatos, aparte de la animación y que ha dado títulos como Babe,  Narnia , Como perros y gatos o un largo etcétera. Supongo que nos gustaría y preguntaríamos a nuestra madre por qué la mula era capaz de hablar.

El programa doble se completaba con “Papaíto piernas largas” película que se me hizo inaguantable y que no he podido volver a ver completa. Duraba más de dos horas y Fred Astaire me agotaba con sus bailes y piruetas. Me ha parecido enormemente reiterativo, sus interpretaciones están todas cortadas por el mismo patrón.   

Digamos que en aquella primera sesión se dio la de cal y la de arena. Disfruté al cincuenta por ciento

LA CONQUISTA DEL OESTE

A finales de los cincuenta y primeros sesenta no nos perdíamos ninguna de las grandes superproducciones, películas que figuran en la memoria colectiva como “El día más largo”, “EL puente sobre el río Kwai”,  “La conquista del oeste” ,” Hatari”, “Ben-Hur”…western, filmes bélicos, de aventuras que me acercaron al cine gracias también a actores emblemáticos como John Wayne, William Holden, David Niven , Charlton Heston, James Stewart o Gregory Peck que con los años se convirtieron en asiduos de la sala de estar o de mis visitas a las salas. El cine me ha acompañado siempre y lo sigue haciendo, aunque, seguramente, ninguna película me impactara tanto como aquellas que veía en mi infancia y adolescencia con mis padres y hermanos, en los numerosos cines de las calles de Madrid o en los pueblos en que pasábamos nuestras vacaciones de verano. Cuesta ver las salas vacías, el cierre continuo o el empeño en que las plataformas y los televisores de gran tamaño se conviertan en los sustitutos de la sala oscura. Creo que nunca será lo mismo, que la magia de los cines tiene su impronta en la comunión de los espectadores capaces de imbuirse en las imágenes que surgen de la pantalla y que si nos dejamos llevar por la imaginación son capaces de bajar y entremezclarse con nosotros y nuestros sueños como rosas púrpuras de El Cairo.

3/11/2022

PÁGINAS SUELTAS (19) VIAJAR

 

 


No he sido un gran viajero más bien poco y a ser posible, en tren. Ya he descrito en estas páginas mi fobia a los aeropuertos y por ende a los aviones que siempre he tratado de evitar. No obstante, he viajado a cinco países de América y algunas de las principales capitales europeas y por trabajo o vacaciones me he movido prácticamente por toda la geografía española. Lo que no he tenido es esa necesidad de acumular sellos en mi pasaporte y visitar lugares por unos pocos días. A pesar de todo, si hay ciudades que me han parecido maravillosas ,que ha merecido la pena conocer y de las que he sentido añoranza  solo  con dejarlas atrás.
El gran Buenos Aires (foto tripdivisor)

Me sorprendió Buenos Aires con sus grandes avenidas, el contraste con sus barrios recogidos, alejados de los grandes edificios , la variedad de teatros, lugares de espectáculos, restaurantes o librerías en las que no sabes por dónde empezar y menos terminar. Es una ciudad grandiosa que te lleva de Recoleta a la Boca; de San Telmo a Puerto Madero o de Palermo a Liniers. Pasé ocho días y me hubiese gustado regresar como a París, siempre París, una ciudad que te seduce nada más pisarla, nada más visitar sus parques o admirar sus museos y monumentos que haces tuyos y familiares porque los conoces desde que tienes uso de razón. Por eso el incendio de Notre Dâme fue como si se nos estuviese quemando nuestra propia casa porque siempre ha estado con nosotros ,su imagen nos ha acompañado en el trascurso de nuestras vidas.


M. Mastroianni y A.Ekberg en la DOLCE VITA



Lo mismo me ocurrió con Roma cuando llegué por primera vez. La literatura y sobre todo el cine me había mostrado gran parte de sus rincones que sentía familiares como si hubiese estado allí en otra vida. Pero en aquel primer viaje nos alojamos en un lugar sorprendente, incrustado en El Vaticano.

En aquel hotel, seguramente, se escuchaban los pasos del Papa y de todos los Papas. Las estatuas del Vaticano casi se adentraban en nuestra ventana. Fue la entonces corresponsal de TVE, Paloma Gómez Borrero, la queme recomendó la residencia.

El edificio en que nos alojamos tenía como seña de identidad la mejor terraza de Roma. El Hotel-residencia Paulo VI a principios de este siglo, era un lugar poco conocido por los taxistas romanos . Desde la Estación Termini, donde llegamos procedentes del aeropuerto Leonardo da Vinci, el taxista dio varias vueltas hasta encontrar el hotel que buscábamos.

Estaba situado a veinte metros de la plaza de San Pedro. La placa que indicaba que en el interior del edificio había un hotel no era muy visible. En el primer piso residía el cónsul de un país suramericano. La tercera y cuarta plantas estaban reservadas para la que iba a ser nuestra residencia para los cuatro o cinco días que íbamos a estar en la ciudad.
Recepción Paolo VI

Subimos mi mujer y yo, en un ascensor que chirriaba. Tenía muchos años encima, alguno menos que el Vaticano. Al abrir la puerta cambió el decorado. El hall al que accedimos olía a nuevo. Paredes blancas, muchas flores y al fondo un habitáculo donde se encontraba el recepcionista y junto a él un empleado ataviado como los mejores mayordomos de las películas cómicas. De fondo se escuchaba música clásica. No se oían más sonidos.

Las habitaciones, con algunas modificaciones


La habitación no era demasiado grande, pero si suficiente. Una cama amplia, una silla junto a una mesa, un sillón y un televisor que se apoyaba sobre un minibar. Desde la ventana se percibía la misma serenidad y paz que habíamos percibido cuando llegamos a la recepción. Se veía pasear, en una terraza próxima, a un grupo de religiosos ajenos a las numerosas personas que ocupaban la Plaza de San Pedro que imponía, por todo el peso histórico que representaba. Dejamos nuestras cosas y nos dispusimos a patear la ciudad, pero antes de salir quisimos ver esa terraza de la que tanto nos habían hablado, la mejor terraza de Roma.
Piazza Navona (gertyourguide)

No fue posible porque esa noche el propietario del hotel daba una fiesta a una serie de personalidades y los empleados estaban preparándola para acoger a los invitados. Salimos a la calle. El lugar donde se encontraba el hotel era un lugar privilegiado. No solo estábamos en la plaza de San Pedro sino que andando a buen ritmo, teníamos todo el centro de Roma a dos pasos. El castillo de Sant Angelo ; la plaza Navona ; la de España, la Fontana o el barrio del Trastevere con todo el olor y el sabor mediterráneo, con las pizzas rondando por las calles junto a enormes platos de pasta que deglutían familias enteras, ruidosas, bulliciosas, alegres y ajenas a lo que ocurría en rededor. El Trastévere es la Roma que me trasmitió  el cine.


Aquella primera noche ,de regreso al hotel, mi obsesión era descubrir esa terraza mágica de la que me habían hablado. Los primeros invitados ya estaban abandonando la fiesta. Al fondo una luz dejaba al desnudo las jardineras de geranios y algunos hombres y mujeres cuidadosa y elegantemente vestidos sostenían sus copas, dando pequeños sorbos.  Volvió a llamarme la atención el tono quedo de las conversaciones , Se acercó un hombre alto que pensé que iba a recordarnos que se trataba de una fiesta privada, pero ocurrió todo lo contrario. Se presentó como el propietario del hotel y nos comentó que era una fiesta con algunos diplomáticos acreditados en Roma a los que estaba enseñando el hotel, inaugurado tan solo unas semanas antes y que podíamos acomodarnos, si nos parecía oportuno, en una zona reservada para los clientes.

Habían colocado una celosía que separaba, en dos, la terraza. Una para la fiesta, la otra para los clientes que, en aquel momento estaba vacía.  Nos sentamos y fue entonces cuando comprendimos el silencio. Las estatuas de el Vaticano nos observaban a muy pocos metros. Tan próximas que casi podíamos tocarlas. Mientras nos tomábamos los gin-tonics que nos había servido otro camarero vestido de mayordomo, descubrimos que ya no quedaba nadie a uno ni a otro lado de la terraza porque los invitados ya se habían marchado. Solo la resonancia de los hielos golpeando quedamente el cristal de nuestras copas perturbaba el silencio. Poniendo atención se oían pasos que no existían y te imaginabas a todos los Papas hablándoles a ese silencio teñido por la luna romana . Visitamos la terraza todas las noches que estuvimos y desayunamos en la primavera romana al son de cantos gregorianos, rodeados de prebostes eclesiásticos que habían hecho bueno aquel dicho popular que hablaba de lo bien que vivían los curas. Roma fue aquella terraza mágica, la mejor terraza de la Ciudad Eterna . No nos quedó ninguna duda.

3/10/2022

ESTRENOS 11-3-2022

 


SLALOM (102’)

La debutante directora francesa Charlène Favier firma esta película que aparentemente va a contarnos la historia de superación de una adolescente que quiere triunfar en el esquí y pronto nos encontramos con el abuso a menores dentro del mundo del deporte.

 Liz (Noée Abita) es una chica de 15 años que es aceptada en una de las escuelas más prestigiosas de esquí en los Alpes franceses donde es sometida a durísimos entrenamientos. Está sola porque tiene que estar alejada de su madre y Fred(Jerome Renier) un ex campeón se da cuenta de su potencial y decide ayudarla para que llegue a lo más alto del pódium. Liz vive en una nube, inmersa en su actividad deportiva, y no es consciente de su fragilidad e inocencia en un mundo en que determinados adultos son capaces de abusar de ella porque no encuentra la manera de oponerse a las presiones que recibe.

INTERESANTE

 

 EL ENGAÑO (92’)

El madrileño Luis Prieto (“Secuestrado”)  dirige este thriller con sello estadounidense en que Chris(Cameron Monagah) recién separado se ha mudado a Montana a una mansión en la montaña. No trabaja porque le han pagado una desorbitante suma de dinero por un programa informático, creado por él .  En un centro comercial conoce a una joven de gran belleza, Sky (Lilly Krug) por la que se siente irremediablemente atraído. Pronto la invita a su casa ante las dificultades que tiene para pagar el alquiler a su casero (John Malkovich) y las cada vez más acentuadas diferencias con su compañera de piso.

Chris y Sky comienzan una apasionada relación, pero detrás de la joven angelical se esconde una estafadora sin escrúpulos que cuenta con el apoyo de otro personaje extremadamente violento y que interpreta Frank Gallo.

Hitchcock o títulos como Misery, La habitación del pánico, Funni Games  e incluso La Naranja Mecánica, recurriendo a la música clásica en los momentos más violentos  , están detrás de este “Engaño que no renuncia al sexo y los desnudos, poco habituales en el cine de Hollywood. David Loughery (“Pasajero 57) firma el guion de este filme inquietante y en momentos claustrofóbico con personajes atrapados en un lugar cerrado.

ENTRETENIDA


MALNAZIDOS (101’)

No he visto esta cinta dirigida al alimón por Javier Ruiz Caldera y Alberto del Toro , su montador habitual. Especializado en comedias como “Tres bodas de más” o filmes con personajes nacidos del comic como “Anacleto” o “Super López” , Ruiz Caldera no renuncia por completo al género y construye un explosivo cóctel con zombis, acción y también humor ambientado en la Guerra Civil Española

Un capitán de las tropas nacionales(Mike Esparbé) es hecho prisionero por el bando republicano, con Aura Garrido, la “Matacuras”, al frente de la brigada que le apresa. Pero pronto nacionales y republicanos se unen para hacer frente a los muertos que comienzan a revivir y a atacar indiscriminadamente a cualquiera que se les ponga por delante.

El reparto cuenta también con Maria Botto, Alvaro Cervantes, Luis Callejo, Manel Llunel y Dafnis Balduz, entre otros.

Debería haberse visto en 2020 pero la pandemia ha retrasado su estreno.

MI PELÍCULA DE LA SEMANA :LA PEOR PERSONA DEL MUNDO (128’)

 


Del director de origen danés Joachim Trier , vimos hace un par de años el drama sobrenatural “Thelma” y  ahora tenemos ocasión de ver esta comedia antirromántica que se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada porque ha conseguido premios en Cannes, Sevilla y Valladolid, además de ser nominada  al oscar de mejor película extranjera y guion original escrito por el propio director y su colaborador  Eskil Vogt.

Julie, una excepcional Renate Reinsve, está en plena crisis existencial. Va a cumplir 30 años y está hecha un lío con su vida, empezando con la relación con su pareja Axsel (Anders Danielsen Lie) un novelista gráfico bastante mayor que ella que ansía formar una familia y tener hijos, algo a lo que Julie no parece muy dispuesta.Cuando conoce a otro hombre (Herbetr Nordrum) , en una fiesta en la que se cuela, Julie refuerza sus dudas al sentirse atraída por él.

Joachim Trier, quién con “La peor persona del mundo”, cierra su trilogía sobre Oslo iniciada en 2006 con Reprise y continuada con Oslo,31 de agosto(2011), nos acerca a un personaje que entiende la duda como un aprendizaje. Trier pretende que el espectador comprenda mejor a Julie por sus fallos y sus caprichos que por sus aciertos.

Conocemos a Julie en 12 capítulos , un prólogo y un epílogo a lo largo de cuatro años. Trier ahonda en la personalidad psicológica de su personaje al que dota de calidez y humanidad, sin renunciar a un cierto humor. Tiene una única constante: su inconsistencia, pero es tan caótica como fuerte. Tanto él como el otro guionista tuvieron en mente cuando comenzaron a escribir el clásico de George Cukor,”Historias de Filadelfia”.

NO OS VA A DECEPCIONAR y a ello contribuye y mucho el magnetismo de la actriz protagonista, Renate Reinsve

3/05/2022

PÁGINAS SUELTAS (18). IN THE ROAD

 

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A todos nos gustaba “In the road” la novela de Jack Kerouac. Era uno de los referentes literarios de mi generación, aunque los textos se hubiesen escrito algunas décadas antes. De la noche a la mañana decidimos emular, muy modestamente, el viaje de Sal Paradise recorriendo Estados Unidos de costa a costa. Lo nuestro era mucho más humilde. Viajar de Madrid a Ginebra.

La cosa surgió después de que se fuese al traste un descabellado proyecto por el que pensábamos recorrer el Sahara . Otros tres compañeros de la facultad y yo visitamos concesionarios de coches. grupos editoriales, cadenas de supermercados para conseguir patrocinadores. Necesitábamos algo más de medio millón de pesetas(3000 euros) para embarcarnos en aquella aventura que tenía pocos visos de salir adelante como así sucedió y eso que poco a poco conseguimos apoyos, entre ellos el de Juan Tomás de Salas , uno de los fundadores de Cambio 16, revista clave en la transición, que había visto la luz en 1971. De los cuatro “aventureros” solo dos tenían carnet de conducir. Los otros dos no habíamos conducido en nuestra vida y aquella aventura por el desierto necesitaba de mayor experiencia de la que teníamos. Además, en plenas negociaciones Antonio nos dijo que abandonaba y que se iba a Pulpí, en Almería a recoger tomate y Juanga , viendo cómo iba deshinchándose el proyecto, se embarcó en un viaje en tren por Europa. Ni José Manuel ni yo contábamos con suficiente dinero para viajar en tren y en Pulpí no quedaban plazas, por lo que decidimos recurrir al dedo o sea autostop, con la intención de llegar hasta Ginebra porque durante el verano había posibilidad de conseguir algún trabajo como camareros o en una fábrica no recuerdo exactamente de qué.

 

Postal Avda de América(Todo colección)

El viaje comenzó en la avenida de América, camino de Barcelona que era nuestra primera parada. Salimos a primera hora de la mañana. Todavía no sabía que prácticamente toda mi vida, desde que me casé, iba a vivir en esa zona

 Los ayuntamientos o algún monumento representativo eran nuestro lugar de encuentro. Debíamos esperarnos el uno al otro , no importaba el tiempo. En aquel viaje echamos de menos los móviles si hubiésemos sabido que iban a existir.  Hoy hay móviles pero mejores carreteras. Por eso no hay autostop. Nadie puede detenerse en mitad de una autovía.

Era complicado que te recogieran, pero mucho más complicado que nos llevaran a los dos. Nos separamos.

A mí me acogió un matrimonio aragonés de mediana edad con una niña de unos seis o siete años. Me pasé todo el viaje pendiente de que no me vomitara encima. Pedía a su padre que se detuviera, pero este no atendía a razones. “No paramos hasta Calatayud”. Y fue parar y la niña vomitó.  Seguimos hasta Zaragoza ya sin vómitos y con una conversación intrascendente.

El Pilar (Todo colección)
Jose me esperaba en el Pilar. Había llegado veinte minutos antes. El viajó con un comercial que regresaba a casa después de un par de días en Madrid. No llevaba una niña al lado.

Dimos un paseo rápido por el centro, con nuestras mochilas, tomamos unos bocadillos y enseguida otra vez, a la carretera. Nos recogió una furgoneta a los dos que nos trasladó hasta Fraga. Entramos en una gasolinera y allí un señor mayor, oyendo nuestras conversaciones, se ofreció a llevarnos hasta Lérida. Había menos de 40 kilómetros, pero se nos hicieron una eternidad. Conducía muy lento, con su cabeza casi incrustada en el cristal y luces largas que encontraban respuesta continua de los vehículos que venían de frente. No veía nada

En esa corta distancia hubo dos o tres sustos considerables. Uno fue un adelantamiento cuando venía otro coche de frente. Debió ser por el arcén el que nos permitió que todavía estemos por aquí. El señor trajeado, ni se inmutaba. Era un viejo abogado, ya jubilado, que vivía en el centro de la ciudad. Nos recomendó una pensión, pero cuando vimos los precios y viendo que era una buena noche nos buscamos un lugar para dormir al raso, con unas capas militares que habíamos comprado en el Rastro y utilizando las mochilas como almohada.

Nos lavamos por encima en los servicios de la estación de tren y volvimos a la carretera. Coincidimos con otro compañero de la Facultad que nos dijo iba camino de Niza. Se unió a nosotros. Yo llevaba poco más de 2000 pesetas(12 euros) y Jose 3000. Habíamos hecho un fondo común y el objetivo era aguantar hasta Ginebra.

La ida inicial era haber llegado la primera noche a Barcelona, pero no fue posible. El segundo día fue interminable. Nadie te recogía y si lo hacían era para desplazarte una decena de kilómetros. Hubo una mujer que rondaba los cuarenta, maestra, que me invitó a su pueblo donde pasaba las vacaciones. Le dije que no era posible porque estaba citado con mis compañeros en Barcelona . Antes de desviarse me invitó a un café en un bar de carretera. A Jose le recordaría lo fiel y formal que había sido.

Foto de Barcelona Turismo

Alguien me recogió y me dejó no muy lejos de la plaza de Sant Jaume donde estaba el ayuntamiento.  Jose y Roberto acababan de llegar. El último tramo lo habían hecho juntos. Antes de darnos un paseo por la ciudad y de buscar un lugar donde dormir, tomamos un fastuoso bocadillo de butifarra en un bar de la misma plaza, creo que ahora se llama “Frankfurt Sant Jaume” y al que he peregrinado toda mi vida siempre que he viajado a Barcelona. Pan caliente, la butifarra en su punto justo y una mostaza casera que nos obligó a repetir.

Con el estómago lleno nos pateamos la ciudad y acabamos en pleno barrio chino donde en una destartalada pensión nos dejaron una habitación para los tres por 100 pesetas. La dueña era una mujer gorda, de aspecto descuidado, que alquilaba las otras habitaciones a prostitutas y los clientes que no tenían miedo a las enfermedades y a la falta de higiene que había en el local. El retrete estaba al final del pasillo. En la habitación un grifo y una palangana descascarillada. Solo había dos camas, una de matrimonio. Nos lo jugamos a los chinos. Me tocó con Roberto quién buscaba algo más que dormir. Al fracasar en sus intentos, al día siguiente, dejó de viajar con nosotros. Fue un corto encuentro.

Convencí a Jose para que hiciésemos una última parada en Blanes, donde vivía o eso creía yo, un hermano de mi abuelo materno, Juan que fue médico en esta localidad de la Costa Brava. Estaba convencido de que por fin íbamos a comer caliente. Nos acercamos a la dirección que teníamos y preguntamos por aquí y por allá. No le conocían. Fuimos a una iglesia que había por la zona y el cura nos comentó que le conocía muy bien y que hacía dos años que se había jubilado. Había vuelto a Andalucía, a Siles, de donde era originario. En mi caso premio a la desinformación y lo que es peor, tampoco íbamos a comer caliente.

Estacionm de Blanes (wikipedia)

Pasamos la tarde en la playa y con pocas ganas de volver a la carretera. El fondo común, la vaca también la llamábamos, estaba bajando y nos quedaban más de setecientos kilómetros hasta llegar a Ginebra. Aquella noche no hubo pensión y dormimos en los bancos de madera de la estación de tren. Nadie nos despertó. Solo nuestras espaldas se quejaron cuando llegaron los primeros viajeros para los trenes de la mañana. No es recomendable pasar la noche en un banco. Nos pusimos en marcha y llegamos a Gerona a la hora de comer, es un decir, porque comer, lo que se dice comer más bien poco.

El calor apretaba de lleno. El sol mediterráneo ocultaba la sombra. Gerona me pareció una ciudad fantasma. No había un alma en la calle. Entramos por la zona industrial y estuvimos un buen rato caminando hasta que hallamos atisbos de vida. Otro bocadillo para salir del paso y destino la frontera.  Recuerdo vagamente Cadaqués y Figueras antes de pasar al otro lado. Inauguré mi pasaporte y no sabía que pronto me lo quitarían. Pensábamos que a partir de ahí iba a ser coser y cantar que, en Francia nos recogerían pronto pero no había manera. La persona que nos llevó hasta Perpignan nos dijo que había una campaña contra los autostopistas porque hacía pocos días que dos chicas habían matado a un conductor que, al parecer, había intentado abusar de ellas.

No había sitio en el albergue y acabamos durmiendo en el prado que estaba junto al edificio en las afueras de la ciudad. A las tres de la mañana la policía llegó para echarnos. No dejaban que durmiéramos al raso. Los treinta o cuarenta que estábamos allí tuvimos que dispersarnos, pero cuando vimos que se alejaban volvimos para continuar durmiendo.

Habíamos comprado salchichón en un supermercado. El problema fue que lo embadurnamos de mostaza picante porque yo me había equivocado al coger el bote de mayonesa. Cogí el más barato del estante y era de moutarde en lugar de maionese. Problemas de estar pendiente del céntimo.

Durante buena parte de la mañana hicimos autostop, pero nadie se detuvo. Cansados, caminamos hasta la playa de Canet, la más próxima a la ciudad. Con nuestros meybas nos sentíamos como López Vázquez en medio de una playa llena de cuerpos esculturales y los primeros top-less que veíamos en nuestra vida. Era el verano del 72  y pocos kilómetros de nuestro país se respiraba y vivía de otra manera.

Nos bañamos en el mar , pero echaba de menos una ducha caliente, desde que habíamos salido de Madrid nos lavábamos como podíamos . Conseguimos plaza en el albergue.  Me fui al cine a ver “Jesucristo super-star” pero en agosto no había entradas. Acabé en una sala próxima viendo una película erótica, no porno, bastante mala, pero con imágenes que nos estaban vedadas todavía, en aquella España tan casposa.  Jose se quedó con el fondo común porque en principio no iba a salir del albergue.

Cuando regresé no estaba. Era tarde. Hacia las doce los perros ladraron desaforadamente. Oí a Jose hablar con el encargado, pero no le dejó pasar. A la mañana siguiente entró a tomar el desayuno que ya habíamos pagado. Se lo había jugado en el casino. Me dijo que empezó muy bien y se animó. Al final perdió todo. Nuestro capital se reducía a unos pocos francos y a unas trescientas pesetas que había guardado para nuestro regreso a España. Hicimos otro intento en la carretera. Nadie se detuvo.

Una pareja española se vino con nosotros a la playa. Compramos una barra de pan y la acompañamos de la mostaza de Dijon que nos quedaba. Ellos tenían un poco de queso. No teníamos dinero para dormir en el albergue y volvimos al prado. Jose se fue de madrugada a descargar unos camiones y recuperar así algo de lo perdido. Pude colarme en el albergue y me pegué otra ducha. Cuando Jose volvió agotado yo le dije que no teníamos muchas posibilidades de llegar a Ginebra. habíamos pasado tres días en Perpignan, sin hacer ni un kilómetro, ni siquiera para ir a la playa porque nadie se detenía para recogernos. Además, nos arriesgábamos a intentar llegar a Ginebra y que no encontráramos trabajo.  Tampoco podíamos volver a Madrid porque nuestros padres estaban de vacaciones.


Noja: años setenta (Todo colección)

Nos dirigimos hacia Cantabria, concretamente a Noja donde pasaban las vacaciones  mis padres y hermanos . En Barcelona dormimos en un hotel con baño propio con los francos que Jose había conseguido descargando camiones. Desayunamos a conciencia y tuvimos la suerte que en el hotel se les olvidara incluirnos el desayuno en la factura. No se lo recordamos y seguimos con nuestro dedo camino de Bilbao, con las paradas lógicas de cambio de vehículos y esperas un poco más cortas. Recuerdo Bilbao como una ciudad sucia , vieja y agobiante por la proximidad de los hornos y otras fábricas de su zona industrial. Nada que ver con la ciudad que es en la actualidad y que se ha convertido en uno de los lugares que más me gusta visitar. Aquel fugaz paso por Bilbao me dejó un mal sabor de boca en todos los sentidos. Entramos en un bar repleto de pinchos y solo nos dio para un pepinillo relleno y un zurito cada uno.

Para rematar el viaje nos recogió un camionero que tardo casi tres horas en 80 kilómetros. Mis padres me habían dejado la dirección antes de salir de Madrid. Creo que no se sorprendieron tanto cuando nos vieron y menos cuando devoramos los platos hondos de espaguetis boloñesa que habían sobrado del mediodía. No teníamos sitio para dormir porque había un amigo de mis hermanos. Pasamos la noche en el prado exterior, en una tienda de campaña, pero con nuestros estómagos repletos.

De todas maneras, yo todavía no había escarmentado. Al día siguiente mis amigos Fede y Nacho vinieron a buscarme para llevarme a Comillas Los dos ya no están, murieron hace unos años y los recuerdo con frecuencia. Te gustaría volver atrás pero eso ya es imposible.   Jose optó por regresar a la sierra de Madrid después de ponerse en contacto con su familia. Yo pasé unos días más que precarios en Comillas, primero en el camping y después en el garaje de la casa que alquilaban los hermanos de Nacho que me surtía de comida. Fede había tenido que regresar a Madrid por un asunto importante relacionado con su ingreso en la universidad. Hubo una noche que dormí en la playa y la guardia civil me despertó apuntándome con un fusil. No se podía dormir en la playa, no se podían hacer muchas cosas y tampoco encontré demasiado apoyo entre los conocidos de Comillas, salvo Nacho que me ayudó a sobrevivir los días que pasé allí y que junto a las gestiones que hizo Fede desde Madrid, consiguió que un amigo de su padre que tenía que viajar el fin der semana me llevara de regreso a la ciudad.

No volví a hacer autostop. Ni siquiera entre pueblo y estación como hacíamos en Pozuelo. De todas maneras, aquel viaje ,de poco más de una semana,  me enseñó que las cosas en la vida no son tan fáciles, que no siempre hay un plato caliente esperándote. Había que ingeniárselas para seguir adelante y buscar soluciones en los malos momentos. Aquel viaje con Jose, con el que he mantenido la amistad durante toda la vida y con el que trabajé en REE, fue realmente la primera vez que salí del nido, la primera ocasión en que mis padres no estaban detrás para solucionar cualquier problema.

Lo que no me hice fue adictivo a los viajes. No entendí ya, en este siglo, antes de la pandemia, la necesidad de que los jóvenes cogieran un vuelo tras otro para pasar unas horas en cualquier ciudad europea. Daba la sensación de “y yo más”, como si acumulasen puntos por haber estado, aunque fuera efímeramente, en cualquier punto del viejo continente.

Después de aquel viaje tardé mucho en volver a salir de España. Si la memoria no me falla creo que no fue hasta principios de los ochenta.