De vez en cuando el cine se acuerda que existen los sin techo. Un titulo tan poético como “Bajo las estrellas de París”(85’), esconde la vida de quienes viven en las calles, en los subterráneos o en los lugares que la ciudad les deja sin sentirse molestada.
Christine, una sexagenaria, sobrevive bajo un puente del Sena. Una noche de invierno ,bajo una fuerte nevada, un niño de apenas ocho años intenta refugiarse en el mismo lugar en que ella se refugia. En principio , lo rechaza, pero viendo al niño aterido de frio lo lleva junto a ella y le ofrece algo de ropa. No pueden comunicarse porque el niño, natural de Burkina Fasso, no sabe francés, pero pronto Christine descubre que está buscando a su madre. Es una mujer física y mentalmente destruida, con un pasado que apenas atisbamos, pero se empeña en encontrar a la desconocida. A partir de ahí seguiremos su periplo por las calles de París en busca de la madre del niño con el que establece una abierta complicidad.
Christine, una sexagenaria, sobrevive bajo un puente del Sena. Una noche de invierno ,bajo una fuerte nevada, un niño de apenas ocho años intenta refugiarse en el mismo lugar en que ella se refugia. En principio , lo rechaza, pero viendo al niño aterido de frio lo lleva junto a ella y le ofrece algo de ropa. No pueden comunicarse porque el niño, natural de Burkina Fasso, no sabe francés, pero pronto Christine descubre que está buscando a su madre. Es una mujer física y mentalmente destruida, con un pasado que apenas atisbamos, pero se empeña en encontrar a la desconocida. A partir de ahí seguiremos su periplo por las calles de París en busca de la madre del niño con el que establece una abierta complicidad.
El director Claus Drexler cuenta con una magnifica Catherine Front para mostrar a través de sus ojos toda la angustia y desamparo que tiene, pero al mismo tiempo su tenacidad, a pesar de sus limitaciones físicas, por ayudar al niño.
Ambos son capaces de comunicarse en una ciudad que les ignora. Estamos en un filme de ficción, con momentos que nos acercan al documental porque hay imágenes reales de los sin techo . Podemos entender la película como un homenaje a “El chico” de Chaplin, cien años después de que se estrenara la película. Niño abandonado o perdido; vagabunda que lo recoge y cuida y, madre que no sabe nada él. Drexel (“América”) afirmó que su objetivo era mostrar la vida los sin techo para a través del personaje protagonista descubrir toda su belleza, sensibilidad y poesía.
Lo vemos bajo esos puentes del Sena o los lugares más escondido de la ciudad…Lo vemos también en los sueños, un cierto tono onírico que permite a los personajes protagonistas crear sus propias realidades. El de los dos es un ejercicio de supervivencia ,son invisibles salvo para algunos pocos que se muestran más comprensivos y amables.
Pertenecen a una sociedad rica que les ignora ,pero Christine, por encima de todo, da una muestra de tenacidad, coraje y generosidad para ayudar al niño perdido. Quizá, por encima de todo sobrevuele una pintada, en una valla, una frase que entendemos como una declaración de intenciones:
“El amor siempre gana”.
Ambos son capaces de comunicarse en una ciudad que les ignora. Estamos en un filme de ficción, con momentos que nos acercan al documental porque hay imágenes reales de los sin techo . Podemos entender la película como un homenaje a “El chico” de Chaplin, cien años después de que se estrenara la película. Niño abandonado o perdido; vagabunda que lo recoge y cuida y, madre que no sabe nada él. Drexel (“América”) afirmó que su objetivo era mostrar la vida los sin techo para a través del personaje protagonista descubrir toda su belleza, sensibilidad y poesía.
Lo vemos bajo esos puentes del Sena o los lugares más escondido de la ciudad…Lo vemos también en los sueños, un cierto tono onírico que permite a los personajes protagonistas crear sus propias realidades. El de los dos es un ejercicio de supervivencia ,son invisibles salvo para algunos pocos que se muestran más comprensivos y amables.
Pertenecen a una sociedad rica que les ignora ,pero Christine, por encima de todo, da una muestra de tenacidad, coraje y generosidad para ayudar al niño perdido. Quizá, por encima de todo sobrevuele una pintada, en una valla, una frase que entendemos como una declaración de intenciones:
“El amor siempre gana”.
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