Los oscar de este año hacen agua de forma literal. No se que les pasó a los cineastas por la cabeza durante 2012 para que los espectadores tengamos la sensación de salir empapados de las salas.
Agua en el género
fantástico con “La vida de Pi”; aguas pantanosas en la surrealista “Bestias
del sur salvaje”, agua en el tsunami realista de “Lo imposible” y agua,
mucha agua hasta 8000 km, que es lo que separa el puerto peruano de Callao de
la Polinesia, en Kon-tiki
candidata por noruega al óscar a mejor película en lengua extranjera. No lo
tiene fácil porque “Amor” parece clara favorita pero la película ha llegado a
Hollywood avalada por el gran éxito que está teniendo y porque la han vistomás de novecientos mil noruegos, una cifra espectacular para un país que tienen una
población de cinco millones de habitantes.
“Kon-tiki” es una
película que confirma las pocas diferencias técnicas que existe entre la
cinematografía de cualquier país si se cuentan con los medios apropiados. Su factura
podría llevar el sello de Hollywood, igual que ocurre con “Lo imposible”.
Cuenta la historia real del científico noruego Thor
Heyerdahl quién quiso demostrar que los
habitantes de la Polinesia descendían de las culturas sudamericanas, concretamente
de la civilización incaica. El científico noruego comandó una expedición que
atravesó en balsa el océano Pacífico tal y como consideraba que los incas lo habían hecho mil quinientos años
atrás .Las mareas, las corrientes y la fuerza del viento hicieron que después
de 101 días de navegación, los expedicionarios alcanzasen la islas polinesias
el 7 de agosto de 1947.
Thor Heyerdahl,en la realidad |
"Kon-tiki”.dirigida por Joachim Ronning y Espen Sandberg no es una mala película, pero le falta alma. El interés que puede suscitar la historia es un envoltorio que tiene muy poco dentro de su interior. Falta pasión en los personajes y sobra agua .Hay muchos momentos que nos hacen reafirmar la inmensidad del océano. THor Heyerdahl se nos presenta como un visionario, un hombre capaz de dejar todo atrás, incluida su propia familia, con tal de conseguir demostrar su teoría. Tampoco quiso usar en la balsa ningún adelanto moderno, ni siquiera unos alambres que diesen seguridad a la embarcación, para hacer el viaje tal y como lo habían hecho los incas.
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