Entramos de lleno en el mes de las maletas. En un ir y venir continuo por aeropuertos, estaciones de tren o carreteras atiborradas de vehículos que viajan hacia alguna parte. Maletas de diseño, maletas de los “chinos”; mochilas, o bolsas repletas de lo que no nos vamos a poner, porque las temperaturas invitan a llevar lo justo y a veces, ni eso.
Y la cosa no queda ahí porque después de quince días pidiendo permiso para poner la sombrilla, esperando que en algún momento llegue la cerveza helada o abriéndote hueco para pasear por el Paseo Marítimo intentando no pisar a los numerosos vendedores que ofrecen cientos de bolsos, baratijas, gafas de sol o variadas camisetas, digo, que la cosa no queda ahí porque a la vuelta alguien dirá : porque no nos llevamos unos kilitos de acedías que, ya sabes, en Madrid apenas se encuentran y si las encontramos cuestan un riñón. Oye y un payoyo y una garrafa de aceite…ah y una lata grande de melva porque de esa marca no hay por ningún lado y …
No importan las objeciones todo entra en el coche y si no, a las malas, alquilamos una furgo y nos llevamos una comparsa para que nos toquen algo y se vengan con nosotros a la fiesta del pueblo.
Salimos hasta los topes y volvemos atiborrados no sólo por las compras sino porque ha caído algún kilo de más. Yo, además de los propios , tengo la costumbre de aumentarlos comprando algún librito ,que sumados a la media docena que suelo llevarme todas las vacaciones, contribuyen al sobrepeso familiar. La verdad es que este año voy a intentarme llevarme tan solo un par de ellos porque los demás no suelen salir de la mochila, pero ¿cuál?. Ante el dilema haré como siempre y todos tendrán su hueco en el viaje. .
Estoy leyendo y me está divirtiendo “Que empiece la fiesta” (Anagrama) del italiano Niccoló Ammaniti. Un fresco en el que se da cita la alta sociedad italiana en la que se incluyen magnates pero también escritores mediáticos, futbolistas, actrices, cirujanos estéticos y hasta los miembros de una secta satánica. También sonreí con “Solar”(Anagrama), la última novela del británico Ian McEwan una sátira, divertida e ingeniosa, con un premio Nobel de física como protagonista.
De Latinoamérica me quedo con tres novelas “Blanco nocturno”(Anagrama)del argentino Ricardo Piglia que ha sido premio de la Crítica y que dentro del género policiaco construye una espléndida trama literaria; y “Los días del Arco Iris” (Planeta) de Antonio Skármeta y “El ruido de las cosas al caer”(Alfaguara),de Juan Gabriel Vásquez que narran respectivamente, como marcaron a las jóvenes generaciones la dictadura de Pinochet en Chile y el narcotráfico en Colombia.
Esta vez lo nórdico no tiene que ver con la literatura policiaca. Me quedo con “Purga”(Salamandra), de la finlandesa Sofi Oknasen una espléndida novela que cuenta la historia de dos mujeres en una despoblada zona rural de Estonia ,en 1992, recién recuperada la independencia esta pequeña república báltica. Una anciana de la que vamos conociendo su pasado y una joven víctima del tráfico de mujeres, que ha huido de sus captores, centralizan la trama narrativa.
Si es negra, “La playa de los ahogados”(Siruela) de Domingo Villar, un joven escritor gallego afincado en Madrid que nos introduce por ambientes reconocibles y con un personaje protagonista, el inspector Leo Caldas, que lleva camino de hacerse un nombre en el género. Me gustó mucho “Sorry”(Seix Barral) del croata Zoran Drvenkar, una novela negra, negrísima, con un asesino que juega con los jóvenes protagonistas y de paso con los lectores.
También es negra y ambientada en Santiago , “La huella del hereje”(Planeta), de Susana Fortes. Un “thriller” que parte del asesinato de un joven en la catedral y de la desaparición, al mismo tiempo de un manuscrito de Prisciliano, el gran hereje gallego. Un policía y dos periodistas trabajarán para desentrañar ambos casos.
Ah, y para quienes no hayan leído a Matilde Asensi , pueden meter en la maleta dos libros en uno ya que está en las librerías “Martín ojo de plata”(Planeta),que incluye los dos volúmenes que han sido superventas: “Tierra firme” y “Venganza en Sevilla” , a la espera del libro que cerrará la trilogía sobre esta saga ambientada en el Siglo de Oro.
Buenas vacaciones y buenos libros para todos.
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