Fernando Trueba es una de esas 'rara avis' que le quedan a nuestro maltrecho cine. Él, junto a Carlos Saura y Gonzalo Suárez, es un francotirador que ha ido siempre por libre y siempre ha hecho el cine que le ha apetecido hacer. Admirador de Truffaut, su cine está, sin embargo, mucho más próximo al humor o la ironía que destiló el tándem Berlanga-Azcona. Desde su ya lejana 'Ópera prima', Trueba se ha movido como pez en el agua en la comedia con títulos como 'El año de las luces', 'Belle epoque' y 'La niña de tus ojos', que han arrancado la sonrisa del espectador pero también han sido capaces, como en el cine de Berlanga, de dejar un poso de reflexión , debate y crítica.
'Chico y Rita', la nueva película de Trueba codirigida junto al artista Javier Mariscal, es un paso más en la carrera de este cineasta que ya en sus inicios quiso acercarse a la música y a la personalidad del cantautor Chicho Fernández Ferlosio en 'Mientras el cuerpo aguante', y que en la última década hizo suya y de los espectadores, su pasión por la música cubana y el jazz.
'Chico y Rita', que ha ganado el Goya al mejor largometraje de animación y que llega a las salas comerciales este fin de semana, tiene como hilo conductor la historia de una pasión, entre un pianista y una cantante en la Cuba de Batista a finales de los años cuarenta. Una historia de amores y desamores; de encuentros y desencuentros; de éxitos y fracasos y sobre todo de soledades. La sensual historia del pianista y la cantante de ojos verdes se desarrolla a ritmo de boleros y jazz en La Habana, una ciudad viva extraída del cómic, como también los otros escenarios en que se desarrolla la trama: Nueva York, Las Vegas y París. Javier Mariscal, el creador de Cobi, la mascota de la Barcelona Olímpica, siempre ha estado influenciado por el tebeo y el movimiento pop, y ha sabido trasplantarlo en su primera incursión a la pantalla. Porque la cinta es una historia para verla en pantalla grande, con un buen sonido y reivindicando, como hizo Mariscal en la entrega de los Goya, la magia de la sala oscura.
Toda la película es un homenaje de Trueba a Bebo Valdés, un homenaje a la música cubana que tan grandes maestros generó durante el pasado siglo y que aún hoy tiene seguidores en todo el mundo. 'Chico y Rita' es ritmo y nostalgia. Es un pasado que nos lleva a soñar con 'Casablanca'; los clubes de jazz, todavía sin Woody Allen pero sí con Charlie Parker y Dizzy Gillespie; el humo de los cigarros cuando no eran nocivos para la salud, las luces de neón y las noches que nunca terminaban.
Son hasta las licencias que se permite Mariscal con 'cameos' ,eso sí, animados, del propio Fernando Trueba y Estrella Morente. Ella, como ya hizo El Cigala con Bebo Valdés, fusiona el flamenco y la música cubana. Los dos estilos generan sentimientos, como 'Chico y Rita'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario