Will Smith fue el doble protagonista de la noche . Primero
por su agresión al presentador Chris Rock por referirse a su mujer de manera
inapropiada y segundo porque se llevó el Oscar de mejor actor por “El método
Williams”, la única estatuilla que obtuvo esta película. Fue un momento
recogido por las televisiones y las redes sociales de todo el mundo que
desconcertó a los espectadores y a los asistentes a la gala que no daban
crédito a lo sucedido y que algunos consideraron, en principio, que era una broma. Pero no. Will Smith cuando
minutos después de la agresión recogió su Óscar pidió perdón por su actitud,
pero, en ningún momento, se disculpó con Chris Rock, uno de los cómicos más
populares de Estados Unidos.
La agresión eclipsó otros momentos de una gala anodina y
aburrida que refrendó, una vez más, la falta de creatividad de la industria de
Hollywood que premió a una cinta mediocre como es el caso de CODA que es,
además, un remake de la película francesa “La familia Bélier”.
Se llevó el Oscar de mejor película relegando a la gran derrotada de la noche, “El poder del `perro” que optaba a doce estatuillas pero que solo ganó una, la correspondiente a la mejor dirección para la neozelandesa Jane Campion.
“Coda” había crecido en las apuestas de los últimos
días. La historia de una familia sorda y su manera de sobreponerse en una
sociedad que los ignora es muy del gusto de Hollywood que tiene en su historial
varios títulos premiados que plantean cuestiones de discapacidad como “Mi
pie izquierdo”, “Rain man” o “Hijos de un dios menor”. El caso es que ganó
y se llevó además las otras dos estatuillas a las que estaba nominada: guion
adaptado y actor de reparto, Troy Kotsor.
En el apartado femenino se confirmaron los pronósticos y
Ariane deBose, como actriz de reparto , dio a West Side Story su único Óscar
mientras que Jessica Chastain ganó el de actriz protagonista en una película
mediocre como es “Los ojos de Tammy Faye”,que cuenta el auge y la caída
de una pareja de telepredicadores norteamericanos. Su galardón supuso que
Penélope Cruz, que había crecido en las apuestas en los últimos días, se
quedase sin el Oscar por “Madres paralelas”, película que tampoco obtuvo
el de banda sonora al que optaba por cuarta vez Alberto Iglesias, nuestro
compositor cinematográfico más internacional. Javier Bardem también se quedó a
las puertas, pero ahí estuvo, una vez más, entre los mejores actores del mundo.
Otro gran actor como es Kenneth Branagh consiguió en su
faceta como director y escritor, el de mejor guion original por “Belfast”, su
proyecto más personal ,que narra su infancia en Irlanda del Norte cuando
la violencia iba creciendo. Para mí es una de las mejores películas del año
junto a Licorice Pizza, de Paul Thomas Anderson que se fue de vacío. Lo
mismo sucedió con la japonesa “Drive my car”, que no se convirtió en “Parásitos
2” a la hora de acumular premios como ocurrió en la pasada edición y hubo de
conformarse con el Oscar de mejor película extranjera.
La espectacular “Dune” ganó eso, los premios más espectaculares
que hacen honor a su impecable factura técnica. La historia es otra cosa. Seis premios, entre ellos fotografía, montaje
y banda sonora, aunque estos dos últimos junto a otros seis Óscar se conocieron
previamente a la gala
por lo que a la 1.30 de madrugada española ya sabíamos
que el excelente corto de animación de Alberto Mielgo y Leo Sánchez , “El
limpiaparabrisas”, de- mostró que la creación, que la gran creación se
guarda en frascos pequeños.
Sánchez y Mielgo |
Podéis ver "El limpiaparabrisas" en RTVE. ES .Merece la pena.
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