No es la
primera ni tampoco será la última película que trate pequeñas o aparentemente
imposibles gestas. Basada en una experiencia vivida en una cárcel de Gotemburgo, el director francés Emmanuel Coucol , traslada la acción a un centro penitenciario francés.
Kad Merad
interpreta en "El triunfo" (105') a un actor de poco éxito que acepta dar clases de teatro en un
centro penitenciario. Poco a poco se establece una estrecha relación entre el profesor
y sus peculiares alumnos de los que no conoce su pasado, pero si su capacidad
para actuar y memorizar los textos. Sus esfuerzos van dirigidos a que sus
actores interpreten “Esperando a Godot”, cima del teatro del absurdo, porque
les dice : “Esta obra parece escrita para vosotros , sabéis perfectamente qué
supone esperar, no hacéis otra cosa”.
La espera es
también conseguir los permisos penitenciarios que permitan a los presos a
representar la obra de Samuel Beckett por teatros de toda Francia.
Una historia
ya vista pero con personajes diferentes que buscan en
el teatro esa libertad de la que carecen. Un filme pleno de humanismo y esperanza.
ENTRETENIDA
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