Si lo que cuenta Pablo Larraín en ”Spencer”(111’) se acerca
a la realidad es fácil de entender que Diana Spencer quisiera apartarse de la
familia real británica.
La película del realizador chileno se centra en la figura de
la desaparecida Princesa de Gales en unas fiestas navideñas a las que debe
acudir para cumplir el protocolo que marca la tradición y a pesar de que ya
conoce que su marido, el príncipe Carlos, le engaña con Camila , que
posteriormente se convertiría en su actual mujer.
Larraín muestra a una Lady Di, al borde de un ataque de nervios,
obligada a mantener la tradición que contiene costumbres tan absurdas como que
los invitados se pesen al llegar ,en una balanza. porque deberán salir de la
casa con un kilo y medio de más, muestra de que han disfrutado con las comidas
navideñas
Diana, interpretada brillantemente por Kristen Stewart, se muestra reacia a participar en las frías y etiquetadas actividades que están previstas hasta en el más mínimo detalle. Debe vestirse con la ropa que le han `previsto para cada día y cada momento; debe cerrar las cortinas mientras se desviste; debe llegar a la mesa antes que la reina o mantener silencio mientras almuerzan o cenan.
Ansiaba libertad ,poder entrar o salir y tomarse unas
hamburguesas con sus hijos que son la única razón de que esté en el palacio donde
se celebra la fiesta navideña. No aguanta la rigidez y el protocolo de la
familia real británica. Lo detesta y así se lo confiesa a su única confidente,
su única amiga ,que es la asistente que le asignan hasta que deciden que ejerce
una mala influencia sobre ella.
Spencer más que un biopic es un cuento de terror en
el que Diana tiene muy presente a la ajusticiada Ana Bolena o el deseo de
adentrarse en la casa donde trascurrió su infancia y que ahora está
semidestruida a pocos metros del lugar donde está obligada a permanecer. Es un
personaje en el que perviven los fantasmas del pasado, pero, sobre todo los que
pueden depararle los miembros de la familia real.
Más que buscar la libertad, Diana quiere huir y divorciarse del Príncipe Carlos. Aquel fin de semana decidió dejar atrás todo el boato de la corte británica. Lo que no queda claro es si los servicios secretos británicos, representados por un agobiante Timothy Spall, quien la recuerda continuamente todas sus obligaciones, decidieron dejarla vivir en paz. Parece que no fue así.
Aunque la película tienen momentos en que se hace un tanto reiterativa
y lenta Kristen Stewart trasmite esa sensación de soledad y enorme tristeza que
ya nos mostró en filmes anteriores como “Jackie” con Natalie Portman
interpretando a Jackie Kennedy o incluso Ema una mujer sola y devastada
por su sentimiento de culpa, después de haber entregado en adopción al hijo que había adoptado.
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