5/06/2021

"EL OLVIDO QUE SEREMOS: La historia de un hombre bueno







“El olvido que seremos”, seguramente lo seremos la mayoría ,salvo algunos que serán inmortales y los recordarán generaciones y generaciones. Pero Héctor Abab Faciolince no olvidó a su padre, el cariño y la admiración que sintió por él y que reflejó en un libro que lleva ese mismo nombre y que publicó por primera vez en 2006. Posteriormente se reeditó en 2017,convirtiéndose en un libro de culto.

“El olvido que seremos”(136’) , llevada al cine por Fernando Trueba y ganadora del Goya de la mejor película iberoamericana, representado a Colombia, cuenta la historia de un hombre bueno. De un ser humano afable, generoso, cariñoso con los suyos, solidario y firme defensor de los derechos humanos. Héctor Abad Gómez alzaba su voz contra cualquier injusticia.



Su hijo, Héctor Abad Faciolince nunca olvidó a su padre, asesinado en 1987 por paramilitares en Medellín, asesinos a sueldo de esas fuerzas ocultas que se encargan de eliminar a todo aquel que les moleste .Los que mueven los hilos del poder no soportaban que un médico les dijera que había que potabilizar el agua y que los niños recibiesen leche gratuita en los barrios más pobres de la ciudad. Le acusaron de marxista por su atención a los más necesitados, pero también desde la izquierda se le acusó de burgués tibio porque no estaba de acuerdo con la lucha armada. Estaba en medio del fuego cruzado.

Se exponía con sus opiniones y en sus clases de la universidad, pero estaba convencido de que no hacía mal a nadie. Su hijo cuenta todos los secretos que compartía con su padre, y ese cariño y admiración que sentía por él como les ocurría a sus cuatro hermanas. Javier Cámara realiza un brillante trabajo, incluso con el acento de Medellín, para interpretar a ese padre próximo y realista que transita por la vida de forma decidida, convencido de sus valores.

Fernando Trueba dirige una de sus mejores películas, pero el guion de su hermano David no se queda atrás. Parecía ,casi imposible adaptar un libro tan intenso y lleno de fragmentos y de recuerdos que van y vienen pero que permiten sentir los besos y abrazos que el padre repartía entre sus hijos o sus esfuerzos por acabar con los años de plomo en Medellín.



En “El olvido que seremos” viviremos la infancia , la juventud y los momentos previos al asesinato del padre. Son ráfagas que definen el rápido trascurso de la vida. El color o el blanco y negro fotografían sensaciones, resaltando pasajes luminosos o, por el contrario, la proximidad de la muerte.

Ese “Olvido que seremos”, el primer verso de un poema de Borges que siempre llevaba en su chaqueta el médico Héctor Abad Gómez , es un gran libro, pero no tengo duda de que también es una gran película.

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