El terror siempre ha dado buenos resultados en taquilla, como lo certifican innumerables sagas: “Viernes 13”, “Saw” o “Halloween” e incluso “Rec” si miramos nuestro cine. No soy un entusiasta del género, más bien no, seguramente desde que vi en un cine de la Gran Vía madrileña, en pleno verano, con calles vacías y más solo que la una en el domicilio familiar, “La noche de los muertos vivientes”. Hoy dará risa, pero los espectadores que estábamos en la sala dimos más de un respingo y salimos impactados de aquella película de George Romero, de bajísimo presupuesto, que se convirtió de la pionera del cine de zombis.
Y son muchas las películas de terror que con una baja inversión económica consiguen cifras millonarias en taquilla, como las que inauguraron las sagas anteriormente citadas. Los adolescentes son consumidores fieles del género porque, según diversos estudios, encuentran excitante la exposición a situaciones que evocan el miedo. Acuden en grupo a las salas porque es una manera de protegerse, pero les gusta, al mismo tiempo, lo amenazante, lo peligroso y que, según los expertos, se entiende como una forma de dejar atrás la infancia y entrar en el mundo de los adultos.
Hay adultos, como es mi caso, que no disfrutamos con los sobresaltos, ya tuvimos bastante con aquellos “muertos vivientes” o “Psicosis” pero que si sabemos distinguir entre una buena o mala película del género. No hace falta casquería o sangre para apreciar una buena película de terror. Hay que echarle imaginación al asunto y con un presupuesto ridículo para la industria(150.000 euros),el joven director británico Rob Savage construye una terrorífica historia en tiempos de pandemia. “Host” es quizás la mejor aproximación que podía hacerse a nuestros miedos con el virus que nos acecha. En tan solo una hora de duración, asistimos a una sesión de espiritismo a través de una reunión de zoom. ¿Quién no ha hecho reuniones o videollamadas durante el confinamiento para evitar el tedio y, por supuesto, la soledad?
Lo que ocurre aquí es que al grupo de amigas que invocan espíritus se les suman personajes no muy deseables. Los fantasmas se apoderarán de sus espacios privados a través de la red porque siempre les ha gustado colarse por las más escondidas rendijas. Y son las sensaciones que nos trasmite “Host” que sugiere más que muestra. Estamos hiperconectados por necesidad, pero recomiendo no contratar una médium como hacen los protagonistas de la película para evitar el tedio.
Es la primera película como director de Rob Savage, quién ha asegurado que “Host” es “una cinta hecha por fanáticos del terror para fanáticos del terror”. Así de sencillo.
(PUBLICADO en LA VOZ...)
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