El protagonista de “Martin Eden” Luca Marinelli, ganó la Copa Volpi al mejor actor, en el último festival de Venecia. Su interpretación de “Martin Eden”(129’) película de Pietro Marcello, según la novela de Jack London le ha reafirmado como uno d ellos grandes intérpretes del cine europeo como ya apuntó en la lejana ”La gran belleza” y a la que han seguido otros títulos o series de televisión, como la conocida “Trust”.
En la novela autobiográfica del escritor de origen polaco, que adoptó el inglés como lengua literaria, el protagonista es un joven pescador analfabeto que, enamorado de una joven burguesa, Elena (Jessica Cressy) entra en ese mundo tan ajeno para él y no solo aprende a leer, si no que decide que debe convertirse en escritor. Quiere deslumbrar a Elena, en esa familia burguesa muy permisiva pero que rechaza la posibilidad de que un chico de clase baja pueda ser el prometido de su hija.
Martin es muy humilde, pero, por un golpe de fortuna entra en ese mundo de la alta burguesía y busca realizarse, emanciparse a través de la cultura. Pasados los años y cuando se convierte en un escritor de éxito , Martin es acogido por los sectores más exclusivos de la sociedad, pero cuando se deja llevar por la arrogancia , pagado de su éxito, cae en desgracia.El director, Pietro Marcello en su adaptación, cambió Oakland, en California por Nápoles porque necesitaba que su personaje se moviera por escenarios bien conocidos por él. Considera que la novela de Jack London es muy actual y muchas de las cuestiones que plantea pueden extrapolarse al mundo de hoy.
“Martin Eden” se convierte además en una crónica política del siglo XX. La novela, publicada en 1909, se adelanta a hechos significativos de nuestra historia como la crisis de los estados o la irrupción de los populismos, que han vuelto en los últimos años en Europa, Estados Unidos o Brasil. El “Martin Eden” de Marcelo es más pasional que el original y un personaje profundamente humano . Su película es una reflexión sobre el individuo y su papel en una sociedad que pueda terminar definitivamente con él.
Con una narración convencional a la que se incorporan documentos de archivo, “Martin Eden”, nos sitúa en un contexto profundamente evocador y simbólico por la belleza de sus imágenes y por el tono poético que desprende, en muchos momentos.
“Martin Eden” es una constatación de que se puede ver buen cine, excelente cine a pesar de la pandemia.
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