12/09/2020

EL CINE ESPAÑOL VISIBILIZA A LOS REFUGIADOS.

 

                                                          CARTAS MOJADAS


La cosecha de este 2020 no ha dado grandes títulos, pero no se puede faltar a la cita con los premios . Los Forqué, los Feroz y finalmente los Goya volverán a encumbrar algunas películas y reconocer el trabajo de distintos profesionales cuando se celebren las distintas galas que, de momento, no parece que puedan tener lugar con sus formatos habituales y exijan, caso de ser presenciales, limitaciones propias de la situación que padecemos.

ADU

                                                                       ADÚ

“No matarás”, “Las niñas”, “La boda de Rosa”, “Akelarre” e incluso, “Adú” son los títulos de los que más se habla. De ellos saldrán los ganadores. “Adú” se estrenó a principios de año, todavía cuando el coronavirus era una idea vaga y nadie pensaba que iba a convertirse en el virus que paralizaría Europa. Su director, Salvador Calvo mostraba la lucha de un niño por salir de la pobreza y la violencia en el África subsahariana. Un niño que, acompañado por un adolescente, arriesgaba su vida para intentar llegar a Europa. Un filme de ficción que tuvo excelentes taquillas hasta que el Covid se encargó de apagar las salas cinematográficas. Una película comercial que, sin embargo, trataba de forma convincente una cuestión que nos afecta directamente como es la inmigración económica o la búsqueda de refugio por diversos motivos políticos, sociales o religiosos.



A este filme siguieron otros que reflejan la creciente preocupación que hay en la sociedad española por el tema como acaba de ocurrir en Canarias y, en particular, en el puerto de Arguineguín. David Trueba se adentró en el entorno de los inmigrantes en “Al otro lado del mundo”, con un escenario propicio como es la ciudad norteafricana de Melilla. Este próximo fin de semana también llegará a las pantallas “La mujer ilegal” que, en clave de thriller, describe las dificultades por las que atraviesan los refugiados en Cataluña. A través de un abogado que defiende en su despacho a los inmigrantes sin papeles, nos introducimos en un mundo complejo en el que no falta la burocracia exagerada, la corrupción policial, la trata de mujeres o el trabajo incansable de las Ongs. Ramón Térmens, su director, cree en el cine de género para tratar cuestiones que afectan a la sociedad actual. Películas todas ellas que quieren acercarnos a una cuestión tan grave como es  la situación de los refugiados y que tienen como colofón de la producción nacional este año, otra película de la que hablado en esta misma columna, “Cartas mojadas”, debut en la dirección de Paula Palacios, quién después de un exhaustivo trabajo de varios años ,firma un documental plenamente emotivo que recoge las cartas de las madres a sus hijos cuando se embarcan en la aventura de cruzar el Mediterráneo para alcanzar las costas italianas.

La cámara no se detiene únicamente en los trabajos del Open Arms para salvar a los náufragos de la voracidad del mar, si no que nos traslada a Libia donde miles de refugiados viven en condiciones lamentables, en campos financiados por la Unión Europea para evitar que entren en su territorio.

Son cuatro películas que tratan la situación de los refugiados desde distintas ópticas pero, cualquiera de ellas es válida para dar visibilidad a un problema que afecta a toda la sociedad. Detrás de cada refugiado hay una vida, una familia , no son simples números que engrosan las estadísticas.

(ARTICULO PUBLICADO EN LA VOZ.7-12-2020)

 

 

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