¿Qué mueve a un ser humano a dejar su país, su pueblo, su familia para embarcarse rumbo a lo desconocido? ¿Cómo será de desesperada la situación de millones de personas en el mundo para dejar todo atrás, vender las pocas posesiones que tengan, quizá cuatro o cinco cabras y una pequeña cabaña, atravesar el desierto durante meses y meses, sometido a todo tipo de riesgos, para alcanzar, si lo consigue, una precaria embarcación que le lleve a un país europeo?
La documentalista Paula Palacios que, ganó el festival de Málaga, con su documental “Cartas Mojadas” nos introduce en el Open Arms, el barco de la organización humanitaria española del mismo nombre que rescata a inmigrantes en el Mediterráneo. En el documental una voz en el fondo del mar acompaña al barco en su misión más dramática, luchando por salvar a 550 personas de un naufragio. Como hiciera Moncho Armendáriz allá por los noventa en “Las cartas de Alou”, utilizando la ficción en aquella ocasión, son aquí las madres las que escriben a sus hijos sabiendo del riesgo a que se enfrentan.
Pero la película de Paula Palacios no se detiene ahí porque traslada al espectador a las calles de París para que asistamos a la violencia policial contra los migrantes o nos sumerge en Libia donde los seres humanos solo tienen el valor de ser esclavizados, torturados, violados o asesinados.
Según la directora de “Cartas mojadas” el rodar la película casi al completo en el mar tiene como objetivo mostrar "desde ángulos diferentes la tragedia de la migración y la violencia que sufren miles de personas tanto en tierra firme como a bordo de las embarcaciones(…) Porque si fuéramos conscientes del lugar de dónde huyen las personas que se arriesgan a viajar por mar, no existirían dudas en la sociedad civil sobre el valor de las labores de rescate que se realizan en el Mediterráneo".
Por su parte, la realizadora, Isabel Coixet, productora asociada, comentó durante la presentación de la película que, “Cartas mojadas” es una película dolorosamente necesaria(…) Es una bofetada, un grito, una ola de indignación, una sacudida de empatía que no puede dejar a nadie indiferente”.
Paula Palacios ha producido y dirigido más de veinticinco documentales para televisión ,pero éste es su primer largometraje cinematográfico. Con él visualizamos la realidad de la inmigración, la desesperación de los seres humanos que buscan una vida digna, bien por cuestiones económicas o en el caso de los refugiados huyendo de conflictos armados o por cuestiones ideológicas, sociales o religiosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario