Bastante tiempo después de su ruptura Abril(Silvia Acosta) regresa a Sevilla desde Londres, donde trabaja en el estudio de arquitectura de Norman Foster, para asistir al entierro de su abuela. Allí se reencuentra con su pareja, durante cinco años, Dani (Jacinto Bobo). Los dos tienen nuevas relaciones, pero guardan la llama del tiempo que vivieron juntos. Durante un día recorren los lugares que compartieron . Dani parafraseando a Lorca le dice que “los recuerdos de viaje son como un viaje, pero con más melancolía”. Quizá ese tono melancólico y añorante es el que marca el ritmo de la película que, se hace demasiado larga, porque apenas pasa nada más allá de las conversaciones entre los dos en que recuerdan lo felices que fueron ; la ruptura ,su vida alejada el uno del otro o la posibilidad de volver a estar juntos. Se pone al día visitando bares, cines o parques.
Abril ,habla de Londres como una ciudad maravillosa, pero echa
de menos el sol. Dani, no tiene ambiciones, se encuentra bien en Sevilla. Película
romántica, por momentos intimista y a veces algo pretenciosa. Recuerda en su
tratamiento a los interminables diálogos que mantenían Julie Delpy con Ethan
Hawke en el reencuentro de “Antes del
atardecer”, la trilogía de Richard Linklater. De hecho los dos protagonistas viajaron a Viena en su juventud y él pretende que se vayan a Portugal de mochileros y dejen todo atrás durante unos días.
Es un hombre huraño, que vive solo y con una familia que
abandonó a su suerte. La irrupción de su nieto que busca hacer unas prácticas y
el reencuentro con su hija añaden otra vertiente al desarrollo de la narración que
ahonda en las relaciones familiares y la posibilidad del perdón. Abuelo y nieto
se afanan en investigar la obra y conocer a su autor. Un drama de origen finlandés
que nos muestra un cine poco conocido en nuestro país. “El artista anónimo”
es un filme muy interesante que, desgraciadamente, no tendrá demasiada
distribución en nuestro país.
El realizador francés Michel Youn (“Vive la France”) se
apoya en los dos protagonistas Arnaud Ducret y Francois-Xavier Demaison que
interpretan a dos amigos que acaban de divorciarse. El segundo es un millonario
con una mansión que se convierte en una protagonista más de la película. Un
filme que comienza prometedoramente y que a medida que avanza muestra innumerables
tópicos y clichés que vemos en comedias de esta índole, provengan de donde
provengan
No obstante, en estos tiempos convulsos que vivimos, la
comedia está siendo un buen antídoto como vemos en España con títulos como “Padre
no hay más uno. 2” . Lo mismo ocurre con este “Club de los divorciados ”.
Risas o sonrisas frente al virus. Una
comedia de situación para espectadores que no busquen más que el
entretenimiento.
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