Se que no es la me3jor película de la semana pero nos trae un soplo de optimismo.Explota, explota” no es una mala copia de “La ciudad de las estrellas, la ,la land”, como tampoco esta película es “Cantando bajo la lluvia”, lo que no quiere decir que las películas más recientes no se fijen en los clásicos para concebir sus propias historias. Me lo planteaba el otro día un amigo empeñado que, por estos lares, no somos capaces de hacer comedias musicales y que tenemos siempre que mirar a Hollywood.
“Explota, explota” bebe más de “Mamma mía” e
incluso de otras comedias musicales españolas como “Al otro lado de la cama”
o la más reciente “La llamada” que fueron grandes éxitos en taquilla.
Si el reconocimiento a Raffaela Carrá es la columna
vertebral de “Explota, explota”, tampoco se le puede negar su
protagonismo a Televisión Española, la única televisión de entonces y con
enorme influencia en la sociedad de la época. Esa televisión y la
intransigencia de la censura arrancan los mejores momentos de humor en un filme
de tono clásico en que chica conoce a chico después de una serie de avatares. Sin
esconder un cierto tono “naif” si se aprecia un cierto homenaje a “Los
paraguas de Cherburgo” y referencias a clásicos como “Vacaciones en
Roma” incluyendo, en la ciudad eterna, un sucinto cameo de la propia Raffaela
Carrá.
Ya sabéis a olvidarse casi durante dos horas de que fuera
nos espera la pandemia. Hay mucho ritmo en la sala oscura.
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