Llevo muchos
años con SALA OSCURA, comentando y reseñando en algún caso, las muchas
películas que se estrenan cada semana, pero creo que ha llegado el momento de
darle una vuelta a mi blog y concretar específicamente aquellos títulos que me parecen
especialmente destacados.
Esta semana hasta
11 nuevos títulos se han instalado en nuestras carteleras, especialmente de
Madrid y Barcelona, pero la mayoría no llegarán nunca al resto de nuestras
ciudades porque sencillamente sigue disminuyendo el número de salas y las que
quedan suelen ocuparse con las innumerables copias de las majors de
Hollywood.
Seguramente
es lo que va a ocurrir con “1917”(119’),
la película que he elegido esta semana y que acaba de ganar los globos de oro de
mejor película dramática y mejor director para San Mendes, aquel realizador que
hace ya bastantes años, en 1999, ganó el oscar en su debut con “American Beauty”
y que después le dio por el cine de acción con estimables muestras de la saga
James Bond como fueron los casos de “Spectre” y “Skyfall “e
incluso por el thriller con la notable “Camino a la perdición”.
“1917” te mete dentro de la película. Hace
que vivas la odisea de los protagonistas, que recorras las trincheras buscando
un camino que te lleve al objetivo; que te escondas entre las ruinas para
evitar las balas; que vivas con desolación como tu compañero es herido o que te
compadezcas de una chica que esconde a un bebé superviviente sin nada que
ofrecerle. También sentirás que te sumerges sin control, en las aguas de un río
y percibirás, con impotencia, como algunos superiores muestran su escepticismo
sobre las órdenes que les trasladas desde el mando.
“1917” es la primera guerra Mundial en
Francia, realizada en un único plano secuencia (fusión de tomas de cinco
minutos) con el propósito de que el espectador tenga las mismas sensaciones de
la pareja protagonista (Dean-Charles Chapman y George MacKay). El argumento es
sencillo: dos soldados británicos, en el norte de Francia, reciben la orden de
entregar un mensaje, con muy poco margen de tiempo, al oficial al mando de un
batallón con 1600 hombres que tiene previsto atacar a los alemanes en retirada,
ya que todo es una estratagema que les haría caer en una trampa y supondría una
enorme matanza.
Sam Mendes, en
las distintas entrevistas que ha concedido, cree que los directores deben
contribuir a contar historias importantes para que no se olviden tragedias como
la Primera Guerra Mundial”, por eso ha hecho esta película que nace del propósito
de que no se olvidaran algunos recuerdos de la generación de su abuelo, quién
le contaba las experiencias que vivió como combatiente cuando solo tenía 19 años.
El resultado es una película que nos hace sentirnos como los dos soldados en
esa misión, iba a decir imposible, atravesando tierra de nadie y sin recibir
otras ayudas, algo que no llego a entender, cuando está en juego la vida de
1600 hombres.
Dos
protagonistas viviendo el horror, la suciedad, la desolación y la muerte haciendo
partícipes a todos los espectadores y a quienes completan el reparto como
Benedict Cumberbacht, Colin Firth, Richard Madden o Andrew Scott. Junto a ellos
una acertada banda sonora que trasmite el suspense que nos acompaña durante
todo el metraje. No hay un momento para la quietud todo parece a punto de
estallar.
Mendes, cree
que en la película también tiene mucha importancia su experiencia como director
teatral y su trabajo directo con los actores y ha asegurado sentirse muy
satisfecho del resultado final y yo como espectador, no puedo más agradecérselo.
1917 (TRAILER DE LA PELÍCULA)
MUY RECOMENDABLE
Si alguno de
los que leéis este blog tenéis interés en conocer otros títulos vinculados a la
Primera Guerra Mundial os recomendaría, por supuesto “Senderos de gloria”,
de Stanley Kubrick, uno de los mayores cantos antibelicistas de la historia
del cine, con un inolvidable Kirk Douglas.
Tampoco
olvido “La gran ilusión”, de Jean Renoir; “Remordimiento”, de
Ernst Lubitsch y el remake de François Ozon, “Franz”; o las versiones de
“Adiós a las armas”, de Frank Borzage y Charles Vidor.
Hay otro
título que a mí personalmente me impacto, “Johnny cogió su fusil”, película
que Dalton Trumbo basó en su propia novela, marcadamente antibelicista y que se convirtió,
además, en una apología de la eutanasia.
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