Fue, y un año más se repite, una ceremonia tediosa ,propiciada
en buena medida por los inacabables agradecimientos de alguno de los premiados
porque hay categorías que llevan al escenario no a uno sino a media docena de
profesionales que siguen queriendo tener su minuto de gloria, haciendo caso
omiso a las criticas que edición tras edición se vierten en los medios de
comunicación y en las redes sociales. A lo mejor es que no han visto una sola gala
de los Goya, en ediciones precedentes y son ajenos a las críticas. Por lo demás,
Leonor Watling y Maribel Verdú condujeron con profesionalidad y buen gusto la ceremonia
que tuvo innumerables entregadores de premios ; un buen guion y acertados
números musicales .
Críticas hubo al “linchamiento” en redes de Karla García
Gascón, después de esos tuits de años atrás que, han frenado en seco su carrera
a los Oscar por “Emilia Pérez” que, como estaba previsto ganó el Goya de mejor
película internacional. Otros momentos de la noche llevaron a Richard Gere al
escenario para recoger su galardón honorífico lo mismo que a Aitana Sánchez
Gijón el Goya de Honor. Fueron instantes emotivos de una noche empañada por esa
especie de competición de los premiados, sobre todo en las categorías de menor
repercusión, por ver quién era menos parco en los agradecimientos . No faltaron
alusiones al derecho a una vivienda digna, a la reivindicación de las mujeres
en la industria del cine y en la sociedad ; al cambio climático y a los
peligros que se ciernen en el mundo por los ultraliberalismos y la extrema
derecha.
El ”Bienvenidos”, de Miguel Ríos, que estuvo unos minutos en
el escenario, abrieron una gala que, en el palmarés ha contentado a todos . “El
47” consiguió cinco “cabezones” y , además, de mejor película supuso los
premios de interpretación para Clara Segura (actriz de reparto) y Salva Reina
(actor de reparto) y los correspondientes a dirección de producción y efectos
especiales.
Dos de las películas más premiadas del año tampoco se fueron
de vacío. “Segundo Premio”, además de conseguir el premio de dirección para
Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez ganó montaje y sonido; mientras que ”La
habitación de al lado”, con un Pedro Almodóvar que no pudo acudir a la
ceremonia de Granada, recibió los Goya correspondientes a guion adaptado;
música original y fotografía.
Hubo cinco películas que obtuvieron Goya por partida doble :
“La infiltrada” que sumó al de mejor película, el de mejor actriz protagonista
para Carolina Yuste; “La estrella azul”, director novel (Javier Macipe) y actor
revelación (Pepe Lorente); “Marco”,
actor protagonista (Eduard Fernández) y maquillaje y peluquería; “La guitarra
flamenca de Yerai Cortés” (documental y canción original) y “La virgen roja” (vestuario y dirección
artística)
Con tan solo un galardón se fueron “La casa en llamas” que
consiguió uno de los premios gordos, guion original y Laura Weissmahr que obtuvo
el de mejor actriz revelación por su papel en “Salve María”.
Granada ha dejado contentos prácticamente a todos, incluida
la mejor película iberoamericana que, por primera vez ha premiado al cine
brasileño, “Aún estoy aquí”, de Walter Sellas, que también está en el camino de
los Oscar y que trae a la memoria la represión militar en Brasil durante los
años setenta del siglo pasado. Memoria histórica en los Goya y actualidad como
es el caso de “Mariposas negras”
ganadora del largometraje de animación que muestra las consecuencias del cambio
climático y las amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta.
Granada vivió su gran noche. Los Goya volvieron a Andalucía
después de que alguna de sus ediciones se celebrasen en Sevilla y Málaga. La
retrasmisión de la gala tuvo una enorme audiencia estaría bien que hubiese tanta
presencia de espectadores en los cine como hubo través de la televisión
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