No se puede decir que el cine y la prensa hayan tenido mala relación , de hecho, hemos sido testigos de auténticas obras maestras bien ensalzando la profesión o bien denostando a los periodistas.
Ha habido caricaturas del periodismo con aquella “Primera
plana” del genial Billy Wilder remake de “Luna Nueva”, de Howard Hawks ; concienzudas
investigaciones contra la corrupción de cualquier índole como “Todos los
hombres del presidente” o “Spotlight”; corresponsales de guerra jugándose
literalmente la vida , “Los gritos del silencio”, “El año que vivimos
peligrosamente”, “Bajo el fuego “, “Las flores de Harrison” pero también
títulos que hablan de la manipulación de los medios de comunicación y en
particular de la falta de escrúpulos de algunos profesionales de la prensa
sensacionalista como vimos en “El gran carnaval”, de Billy Wilder o “La muerte
en directo”, de Bertrand Tavernier.
No
obstante, en general, el periodista cuando es el eje de la trama suele salir
bien parado todo lo contrario cuando juega un papel secundario, cuando el
periodista aparece tratando de conseguir información “acosando” a la autoridad
de turno. Ahí a los periodistas, el cine los trata de manera despectiva , como
si fuera gente sin principios capaz de todo con tal de conseguir la noticia.
En
la serie, la protagonista aparece como
defensora del derecho público a conocer la verdad lejos de cualquier
manipulación. Hay crímenes, pero en “Enemiga del pueblo” lo importante es la
labor de investigación de una periodista que la lleva a descubrir una trama en
la que están implicadas las fuerzas vivas de la localidad en que reside. No es
un “nordic noir” ese tipo de series nórdicas que se han popularizado en
cualquier parte del mundo sino una lección para los futuros periodistas si
quieren hacer investigación en un contexto dominado por las “fake news” capaces
de demonizar o ensalzar a cualquiera sin el más mínimo rigor.
Es
una serie que de forma realista nos muestra el auténtico periodismo a través
del personaje de Katja, la protagonista que se convierte en “enemiga del
pueblo” cuando escribe críticamente sobre un exfutbolista que es todo un mito
en la ciudad donde triunfó. Cuando el exjugador aparece muerto cerca de
Barcelona, club en el que jugó, la
periodista se convierte en el objetivo de una feroz campaña contra ella que, sin
embargo, se implica cada vez más en la investigación a pesar de que se juega no
solo su reputación sino también su vida.
Una
miniserie de ocho capítulos que, sin grandes aspavientos, se adentra en la
verdad de una profesión que puede plantar cara a la tiranía y la manipulación de
las redes.
(PUBLICADO EN LA VOZ.17.10-22)
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