2/11/2021

MIS OTRAS PELÍCULAS DE LA SEMANA(12-2-2021)

 He visto otros tres títulos esta semana. Dos se estrenan en salas y el tercero en `plataformas digitales como Movistar o Filmin-

Esta última, “Mi primo”(106’) es la menos agobiante de las tres. Comedia francesa dirigida por Jack Koonen que ha tenido excelentes resultados en taquilla, en Francia.  Una historia previsible pero entretenida en la que Pierre (Vincent Lindon) es un hombre de éxito, un empresario que tiene como objetivo más próximo adquirir unas importantes bodegas. Para ello necesita el apoyo de su primo Adrian (Francois Damiens), bastante imprevisible y muy alejado del glamour de París.  

El glamour, la burguesía y el esnobismo forman parte del mensaje de este filme que apuesta por los personajes más auténticos frente a la ambición o la falta de escrúpulos. Por encima del dinero, la adicción al trabajo o el olvido de la familia está la amistad sin ningún tipo de condicionantes.


Mucho menos complaciente es la película mexicana “El ombligo de Guiedani”(119’) de Xavier Sala que,  incide en las abiertas diferencias que hay entre la clase alta de México. D. F y sus sirvientes, indígenas, provenientes de Oaxaca.

Madre e hija dejan su pueblo atrás para ir a trabajar a una casa, en la exclusiva colonia de Polanco. La familia la componen los padres, ella embarazada y dos adolescentes No son excesivamente rígidos, pero mantienen las distancias, los de arriba y los de abajo.

Apenas pasa nada, solo Guiedani, que tiene 12 años, quiere algo más, como poder disfrutar de algunas de las comodidades que hay en la casa o relacionarse con la hija de la sirvienta de la casa de al lado, que tienen su misma edad. Es una niña callada , silenciosa, inexpresiva que “no quiere ser una simple esclava como su madre”. Cuando, por una serie de circunstancias se queda sola en la casa encontrará la oportunidad de reivindicarse.

Excesivamente larga para mi gusto. “El ombligo de Guiediani”, tiene también su punto ”Parásitos”, en esa lectura que muestra las diferencias entre las clases sociales. Una manera de decir existimos, queremos disfrutar tanto de la vida como vosotros. 

Mi acercamiento definitivo de esta semana a las salas tiene sello inglés. Tenía ganas de ver “La Sra.Lowry e hijo”(91’) por el duelo interpretativo que representan Vanessa Redgrave y Timothy Spall pero me ha resultado agobiante  como reflejo de una relación tóxica.

L.S.Lowry, uno de los más célebres pintores ingleses del siglo XX, vive junto a su madre que menosprecia y critica las obras de su hijo. La madre, impedida, utiliza las palabras como un arma que trastorna al huidizo, introvertido e inexpresivo pintor. Un biopic nada complaciente del hombre castrado por una madre dominante. Un complejo edípico de libro que lleva a que Lowry diga que, si a su madre no le gusta su obra, no seguirá adelante, porque “única y exclusivamente pinta para ella”.

Solitario y triste, Lowry vivió de cobrar los alquileres del barrio y pintó por las noches el paisaje industrial de Pendlebury, barrio obrero de Manchester. La película está dirigida por Adrian Noble, director que procede del teatro donde ha tenido una dilatada carrera. Durante trece años estuvo al frente de la Royal Shakespeare Company y sus dos anteriores películas, “El sueño de una noche de verano” y “La importancia de llamarse Ernesto” muestran esa relación con el teatro como ocurre con la “Sra Lowry e hijo” que no deja de ser una puesta en escena , con dos actores mayúsculos que nos introducen en su mundo claustrofóbico, con esa habitación agobiante donde se desarrolla la mayor parte de la trama.

 

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