¿Hasta que
punto conocemos a nuestros propios hijos? “La chica del brazalete”(95’) del director francés Stephane
Demoustier cuenta la historia de una joven de 16 años, Lisa, que es acusada del
asesinato de su mejor amiga.
Durante el
juicio sale a relucir la vida oculta de Lisa que pone en evidencia a sus
propios padres, totalmente desconocedores de las relaciones que mantenía su
hija y otra serie de hechos que les van a hacer dudar de su inocencia.
“La chica
del brazalete”, está
inspirada en la película argentina “Acusada”(2018) que recuerda el caso
real de Amanda Knox, la joven estadounidense que pasó cuatro años encarcelada
en Italia, acusada del asesinato de su compañera de piso.
Rodada casi
en su totalidad en una sala de juicios , no se plantea en ningún momento la
inocencia o culpabilidad de Lisa, una chica callada, aparentemente tímida que,
muestra sin inmutarse durante el proceso la perplejidad y sorpresa de
encontrarse en esa situación porque ella fue siempre la mejor amiga de la chica
asesinada.
Los padres de la chica
Más que el
caso en sí, el realizador francés, pone el acento en la relación de Lisa con su
familia, con sus padres y su hermano pequeño quién es, su auténtico apoyo.
Desde la primera secuencia ,con los títulos de crédito, vemos a la adolescente
siendo detenida en la playa, ante la sorpresa de sus padres. Durante dos años,
hasta que se celebra el juicio, Lisa es permanente controlada por la `policía
que conoce cualquiera de sus movimientos gracias a la pulsera que se le coloca
en el tobillo.
El resumen
es una película convincente, con una cuidada puesta en escena en que destaca la
solidez de los actores, comenzando por la joven Melissa Guers, un rostro y una
presencia interesante dentro de la cinematografía europea.
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