La vuelta de Linklater con Cate Blanchett como protagonista
La verdad es que me esperaba más, mucho más. Richard Linklater, adalid del cine independiente norteamericano, es un director con el que empatizo porque sus películas, la trilogía “Antes del amanecer” o la muy premiada” Boyhood” me cuentan cosas de la vida, del amor, del desamor o del paso del tiempo, implacable, del que no escapamos ninguno.
“¿Dónde estás Bernadette?” adapta el “best seller” homónimo de la estadounidense María Semple, para contarnos la historia de una mujer brillante, gran arquitecta que lleva años alejada de su profesión porque uno de sus grandes proyectos acabó demolido. Es una mujer de mediana edad (Cate Blanchet) con un marido bastante comprensivo y condescendiente (Billy Crudup, de gran trayectoria teatral) y una hija que adora a su madre y le acompaña en todas sus locuras.
Bernardette no deja de preguntarse continuamente, quién es, aunque se oculte en sus excentricidades. Linklater entra en el universo femenino de una mujer caótica y brillante al mismo tiempo que provoca situaciones divertidas que rozan el absurdo.
La hija que, como en la novela relata la historia, tiene quince años y la promesa de sus padres de hacer un viaje al Polo Norte. Bernadette en su particular mundo de Silicon Valley, de su marido informático, con una casa que se cae ,una auténtica ruina, hace todo lo posible para evitar ese viaje hasta que, casi por necesidad, decide cambiar de aires más que por huir para reencontrarse a sí misma.
Bajo unas enormes gafas de sol, Bernadette, la siempre excelente Cate Blanchett, comedida en un papel que tendía a la caricatura, parece mirar por encima al resto de los mortales sin que los demás atisben su mirada.
En los glaciales. Bernadette acabará encontrando sentido a su vida, en un paisaje tan bello como libre, seguramente como la libertad que había aparcado, olvidando o escondiendo su talento creativo.
Linklater, como ha hecho otros de los personajes de sus películas, se niega a que nos movamos por lo que dicta el mercado, la sociedad de consumo y busca rescatar los valores intelectuales del individuo.
Bernadette nos da muestras de ello, aunque, a mi gusto, en muchos momentos, sobre todo en el tramo final, la película pierde o diluye las propuestas intelectuales y creativas del director texano. El sentimentalismo se superpone a cualquier otro sentimiento y eso no me encaja mucho con Linklater.
La hija que, como en la novela relata la historia, tiene quince años y la promesa de sus padres de hacer un viaje al Polo Norte. Bernadette en su particular mundo de Silicon Valley, de su marido informático, con una casa que se cae ,una auténtica ruina, hace todo lo posible para evitar ese viaje hasta que, casi por necesidad, decide cambiar de aires más que por huir para reencontrarse a sí misma.
Bajo unas enormes gafas de sol, Bernadette, la siempre excelente Cate Blanchett, comedida en un papel que tendía a la caricatura, parece mirar por encima al resto de los mortales sin que los demás atisben su mirada.
En los glaciales. Bernadette acabará encontrando sentido a su vida, en un paisaje tan bello como libre, seguramente como la libertad que había aparcado, olvidando o escondiendo su talento creativo.Linklater, como ha hecho otros de los personajes de sus películas, se niega a que nos movamos por lo que dicta el mercado, la sociedad de consumo y busca rescatar los valores intelectuales del individuo.
Bernadette nos da muestras de ello, aunque, a mi gusto, en muchos momentos, sobre todo en el tramo final, la película pierde o diluye las propuestas intelectuales y creativas del director texano. El sentimentalismo se superpone a cualquier otro sentimiento y eso no me encaja mucho con Linklater.
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