El festival de cine de
brasileño ha dado paso en Madrid, al
cine italiano. Este pasado fin de semana se inauguró un certamen (22-29 de
noviembre) que incluye, con entrada
libre en los cines Verdi o en el Instituto italiano de Cultura, largos y cortos
de ficción y documentales de los más
reciente de la cinematografía italiana.
Paolo Taviani habló el viernes del renacer del cine italiano
después de unos años en que había perdido su prestigio internacional. El menor
de los Taviani (80 años), el mayor Vittorio(83), se quedó en Roma, protagonizó la rueda de prensa
posterior al pase de “César debe morir”, una versión libre del Julio
César de Shakespeare , interpretada por los internos
de la cárcel Rebibbia de Roma, un penal que como otros veinte en Italia,
tiene grupos de teatro entre los internos.
En “César debe morir” hay ladrones, asesinos a
sueldo, miembros de la Camorra o la Mafia, traficantes de droga pero por encima
de todo una interpretación sorprendente y genial.
Contó Paolo Taviani que un joven actor cuando vio la
película le dijo : “ he decidido comprar una pistola, matar a alguien y así
aprendo a interpretar”
Y es que llama la atención la interpretación de los presos,
algunos condenados a cadena perpetua, otros que han aprovechado la experiencia
para escribir libros e incluso,
Salvatore “Zazá” Striano que encarna a Bruto ha salido de la cárcel tras
un amnistía general y ahora sustituye a
los Taviani en algunos lugares, cuando se trata de promocionar la película.
Paolo Taviani explicó que en la película todo es verdad pero
también todo es mentira. Son verdad los presos que al terminar cada ensayo
regresan a la soledad de las celdas, algo que lleva a uno de los protagonista a
exclamar cuando vuelve a ser encerrado: “Desde que he descubierto la cultura
esta celda se ha convertido en una prisión”. Y es mentira esa cultura,el teatro,
el cine, que nace de la creatividad del autor y su libertad.
Paolo y Vittorio Taviani recibiendo el oso de oro de la última Berlinale. |
Paolo y Vittorio 163 años, los directores más longevos,
mucho más que otros hermanos como los Coen o los Dardanne, siguen mostrando esa
vitalidad del creador. “Padre padrone”, “La noche de San Lorenzo”, “El prado”
y ahora “César debe morir”. Paolo, en Madrid fue claro:“No concibo la
vida sin trabajar y quiero seguir hasta que mi cerebro no dimita”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario