El cine y la gastronomía han tenido siempre un buen maridaje
.Precisamente, en estos días, se repone “El festín de Babette”, la película
dirigida por Gabriel Axel y que al cumplirse el 25 aniversario de su estreno ha
sido restaurada. Una pequeña obra maestra.
Tampoco olvido títulos como “Deliciosa Marta”, película
alemana que posteriormente tuvo una peor versión en Hollywood; las sensuales “Chocolat”
o “Como agua para chocolate” o incluso, para incidir en esa buena
relación que mantienen el cine y la buena mesa, recuerdo dos títulos recientes
españoles como “Fuera de carta” y “Bon appetit”.
No obstante si hay una película que no deja de ser una orgía
del placer gastronómico llevado hasta sus últimas consecuencias ésta es “La grande bouffe”, del italiano Marco Ferreri, que tan vinculado
estuvo al cine español de los cincuenta. En
“La grande bouffe”, Ferreri
nos preguntaba si no era una buena elección, llegado el ocaso de
nuestras vidas, encontrar la muerte disfrutando de los grandes placeres como son la comida y el sexo.
“El chef. La receta de la felicidad” ópera prima del
actor francés Daniel Cohen no puede considerarse una gran película sobre este
subgénero, pero no deja de ser una sátira que apuesta por la comida
tradicional con todas las innovaciones que puedan hacerse frente a la llamada
cocina molecular.
Esa es la lectura que me queda de una comedia que comienza
bien y que poco a poco va diluyéndose. Hay dos momentos manidos y tópicos que nos recuerdan a viejas y rancias
comedias: La aparición de Santiago Segura, como gran chef español de la cocina
molecular, a ritmo flamenco ( ¿va a seguir siendo nuestra única seña de
identidad?) y el disfraz de los dos protagonistas, vestidos de japoneses , que acuden al
restaurante de París más famoso en ese tipo de cocina, paras espiar sus
secretos.
Por lo demás “El chef” es una historia lineal y
sencilla en la que Alexandre (Jean Reno) no se entiende con los nuevos
responsables del restaurante que quieren sustituirle por un joven cocinero que triunfa con platos donde
nada es lo que parece, vamos que podemos llamarlo callos a la madrileña y ver
en el plato una espuma que huele a pescado.
El caso es que Alexandre está desesperado porque tiene que presentar la nueva carta de
primavera y si no le gusta a los críticos,
perder alguna de las estrellas del restaurante, por lo que, según contrato,
perdería su trabajo.
Entonces conoce a Jacky (Michaël Youn), un aficionado
a la alta cocina, autodidacta y un gran admirador de la cocina de Alexandre que
se convierte en su ayudante y en un auténtico innovador de la cocina.
No tengáis muchas expectativas sobre “El chef”,una película intrascendente,
pero siempre queda la posibilidad de
entretenerse durante 90 minutos, sin esperar nada más.
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