BABYLON: CUANDO HOLLYWOOD ERA UNA ORGÍA

 

BABYLON (188’)

DIR: Damien Chazelle

INT.: Margot Robbie, Brad Pitt, Diego Calva, Li Jun LI, Jovan Adepo, Jean Smart, Tobey McGuire

 

“Babylon” es un exceso, pero un exceso de los que sube la adrenalina desde el minuto uno . Un arranque frenético con una fiesta orgiástica en la mansión de uno de los magnates de Hollywood en que el punto más alto lo pone un elefante traído expresamente para la ocasión. Alcohol, drogas ,sexo, música y el deseo de ser estrellas en aquel Hollywood dorado que todavía no había empezado a hablar.

A Damian Chazelle (“La La Land”) le gusta el espectáculo y “Babylon” lo es, aparte de un buen guion y unas excelentes interpretaciones encabezadas por Margot Robbie, Brad Pitt y el debutante Diego Calva. En “Babylon” todos quieren hacer cine de una u otra manera. Son los años veinte y Nelly (Margot Robbie) una chica casi analfabeta, busca hueco para convertirse en actriz y el primer apoyo lo encuentra en Manny(Diego Calva), que, como ella, desea poder entrar en la industria. La fiesta marca su encuentro y el camino que se les abre para alcanzar sus sueños en el que participa el mejor actor de Hollywood, Jack Conrad( Brad Pitt),en su apogeo, aunque teme perder su estrellato con la llegada de un invento que revolucionará la industria: el sonoro.

La película está ambientada en el momento en que cincuenta millones de espectadores, la mitad de la población del país, iban al cine en EEUU todas las semanas. En el resto del mundo ocurría más o menos lo mismo tal era la fascinación que ejercía la pantalla grande. Jack Conrad le dice a una de sus parejas, una actriz de Brodway que despreciaba Hollywood que, si solo fueran los 100.000 espectadores que iban a verla a ella en el teatro, las películas desaparecerían porque precisan de millones de espectadores para ser rentables.

“Babylon” es un homenaje al cine de siempre y reúne secuencias antológicas como el rodaje de varias películas en improvisados sets en mitad de la nada. Vaqueros, espadachines, enamorados, músicos, trapecistas o guerreros de tiempos pretéritos en unos estudios improvisados en que no hacía falta el sonido.

Pero” Babylon”  a diferencia de “La ,La Land” que cuenta la historia de dos jóvenes que intentan triunfar en la meca del cine , es una película coral, un fresco de Hollywood en que tienen cabida todo tipo de personajes empezando por la propia ciudad de Los Ángeles. Una película tan oscura como emotiva en la que no falta el humor negro. Artistas, directores, pero también productores, músicos o periodistas ,como las llamadas comadres de Hollywood, Louella Parsons o Hedda Hooper que tenían el enorme poder de subir a los cielos o hacer descender a los infiernos a cualquiera que se cruzase en su camino.

En Nelly están Paulette Godard, Joanne Crawford o Clara Bow. Chazelle ha apostado por la ficción, aunque algunos como el productor Irving Thalberg o el magnate William Randolph Hearst tienen su propio papel.

Si habéis leído “Hollywood Babilonia” de Kenneth Anger un compendio de los escándalos de la época que publicó en 1959 y que no se editó en EEUU hasta 1965 y bastante después en España, estaréis cerca de lo que nos cuenta la película. Aquel Hollywood vivía del libertinaje y el riesgo. No había un mañana.  Todos iban de fiesta en fiesta. Eran muy jóvenes, menos de 30 años y ya manejaban millones de dólares. Hollywood chupaba a sus estrellas, pero las escupía cuando ya no les sacaba partido.

Chazelle nos habla de su fascinación por el cine, pero también de la gran mentida de la industria y de que a pesar de todo merece la pena contar historia en la pantalla. Lo vemos en esos rostros fascinados, en ese tramo final de la película en que la cámara enfoca a los espectadores en una inmensa sala en que caben todas las emociones.

La película termina en 1952, el año de “Cantando bajo la lluvia”, un homenaje al clásico de Gene Kelly que fue un enorme musical, pero sobre todo una sátira y un documento histórico de una época como lo es ahora” Babylon”, un canto al cine.

NO ME HE ENTERADO QUE DURA MÁS DE TRES HORAS. A MI ME HA MERECIDO LA PENA