5/28/2022

ESTA NOCHE : HASTA EL FINAL

 

En diecisiete veces voy a tener ocasión de ver una final de Copa de Europa con el Real Madrid como finalista.

Mi padre, siempre decía con humor, que no le gustaban las series tan largas porque se iba a morir antes de saber el desenlace. Lo mismo le habría ocurrido con el fútbol porque desde que falleció se ha perdido cuatro Copas de Europa, cuatro ocasiones en que el Madrid ha alzado el máximo trofeo continental. Hoy, como las anteriores ocasiones, le recordaré como hago con los amigos ya fallecidos y con los que siempre comentaba los partidos.

En trece ocasiones me he ido a dormir con una sonrisa en los labios. Solo en tres he torcido el gesto. Es cierto, que era muy pequeño cuando el Madrid ganó las cinco primeras y que el recuerdo más nítido de mi infancia se remonta a 1966 cuando ganó dos a uno al Partizán de Belgrado con goles de Amancio y Serena. El Madrid venía de dos derrotas que si recuerdo vagamente . El tres a uno que le endosó el Inter de Milán con gol de Felo, un centrocampista que no figuraba entre los habituales titulares y sobre todo el eléctrico partido contra el Benfica de Eusebio que se impuso a los blancos por cinco goles a tres. Si mi memoria no me falla los tres goles los marcó Ferenc Puskas, “Cañoncito pum” que, además erró un penalti. El Benfica ganó en 1962 su segunda final consecutiva, pero su reinado en Europa se terminó ahí.

Tras la victoria frente al Partizán hubo una larga sequía en el Real Madrid que se prolongó gasta 1998 en que MIjatovic marcó el único gol del partido frente a la Juventus de Turín. Hasta ese momento un desierto roto en 1981 en que alcanzó la final, precisamente ante el Liverpool en París. En un pésimo partido, posiblemente en una de las peores finales que recuerdo, los ingleses ganaron por un solitario gol.

Entre medias estuvo la “Quinta del Buitre”, un excelente equipo que tuvo la mala suerte de toparse con uno aún mejor, el Milán de Gullit, Van Basten, Maldini, Baresi y el actual entrenador del Madrid, Carlo Ancelotti. En las semifinales de 1989 le endosó, posiblemente su mayor derrota en Europa: cinco a cero en San Siro. Los italianos volvieron a eliminar a los blancos el año siguiente en octavos de final, aunque con un global más ajustado (2-1).

El Milán reinaba en Europa en aquellos años y la “quinta del Buitre” solo había encontrado consuelo en la Copa de la UEFA que había conseguido consecutivamente en 1985 y 1986.Poco bagaje para un equipo formidable, si bien aquel torneo no tenía mucho que envidiar a la Champions actual porque salvo los campeones de las respectivas ligas, jugaban los mejores equipos de cada país , no como ahora en la Europa League en que participan los quintos y los sextos, hasta que se incorporan los eliminados en la fase previa de la Liga de Campeones.

 

Desde que el Madrid alzara su séptima Liga de Campeones, con el gol de Mijatovic, sus finales siempre han acabado en victoria. Cinco finales más y cinco triunfos. Para mí, y seguramente para todos los madridistas fue especial el gol de Ramos frente al Atleti en Lisboa cuando el reloj se acercaba al minuto 93’, en que el árbitro determinaría el final del partido. Parecía que la décima no iba a llegar además del dominio insistente y apabullante de los blancos durante todo el partido que se había puesto cuesta arriba con el gol de Godín, en 36’. Ese final de partido no se diferencia de las tres remontadas consecutivas del Madrid este año porque no han dejado de correr y luchar hasta que el árbitro ha dado el pitido final.  El “hasta el final” estuvo frente al majestuoso PSG de Mbappé; el Chelsea de Kevin De Bruyne y el City de Guardiola. Tres enormes equipos que tuvieron al Madrid contra las cuerdas pero que acabaron sucumbiendo y permitiéndonos volver a disputar una final contra el enorme Liverpool, en Paris .

No sé que ocurrirá, como ninguno de vosotros, no tengo una varita mágica para determinar qué equipo será el ganador. Ambos tienen delanteras esplendorosas, con jugadores capaces de decidir un partido con una genialidad. Las bandas van a ser fundamentales con laterales con un largo recorrido, especialmente los dos del Liverpool, Alexander-Anderson y Robertson que se vuelcan en ataque pero que dejan muchos huecos a sus espaldas lo que podría propiciar las incursiones de Vinicius o Fede Valverde, o incluso de Rodrigo cuando ingrese en el partido, como se prevé.

Espero un choque espectacular y confío en que veamos al mejor centro del campo del Madrid, capaz de marcar el tempo del partido. En Casemiro, Modric, Kross, con la inestimable ayuda de Valverde puede estar la clave del desarrollo del encuentro a expensas de que Salah, Mané, Vinicius o Benzema hagan alguna de las suyas.

 

Espero que hoy, los blancos, nos vayamos a dormir con una sonrisa en los labios. Si no es así, por lo menos disfrutemos de un gran partido, de esos que nos hacen vivir y vibrar con la magia del fútbol.

 

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