4/19/2022

UN PUEBLO DE CINE

 


 

 Desde hace muchos años paso algunos días en Manzanares el Real , localidad apenas a cincuenta kilómetros de Madrid, donde mi suegra poseía una casa no muy alejada del pueblo. Era lugar frecuente de reunión cuando mi familia llegaba desde Cádiz para pasar unos días de verano, ya bastante alejados en el tiempo.  Comidas y cenas multitudinarias que recordaban a esas escenas de película italiana con abundancia no solo en la comida, sino en las conversaciones, los gestos o las risas.  Fueron buenos momentos y sobre todo grandes recuerdos de un pueblo que hoy recibe a numerosos turistas que vienen a conocer su castillo del siglo XV o competir con los senderistas y montañeros que se adentran en La Pedriza, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Cuento esto porque Manzanares une a esta condición un pasado cinematográfico. No solo Almería fue tierra de western porque en la sierra de Madrid se rodaron infinidad de películas, muchas de ellas ambientadas en el oeste americano con indios y vaqueros dirimiendo sus diferencias entre montañas graníticas o praderas, como la denominada “pradera de los indios” , que tengo a poca distancia de casa y donde los vecinos del pueblo actuaban como extras en muchas de las cintas que aquí se rodaron.
El castillo enmarañado

Aunque la estrella, fue uno de los castillos mejor conservados de España, el de los Mendoza, donde se rodaron en los años sesenta, películas de espadachines o grandes superproducciones históricas con el sello de Samuel Bronston. El castillo ha sido escenario de grandes contiendas y fuente de ingresos para los vecinos del pueblo que alquilaban sus colchones a las productoras por veinticinco pesetas (0’15 euros)  al día para mitigar las caídas de los actores desde las almenas de la fortaleza.

    Aunque la primera película que se rodó fue “La hija del penal”, en 1935,   dirigida por Eduardo García Maroto, fue en la década del sesenta cuando se rodaron superproducciones como “El Cid”, “Salomón y la reina de Saba”, “Rey de Reyes” o “La caída del imperio romano” que poblaban las calles de la pequeña localidad no solo de toda la parafernalia que rodea las grabación de una película, sino de actores y actrices de primera fila que recorrían sus calles ataviados con el ropaje que necesitaban para sus   personajes. Sofía Loren, Charlton Heston, Richard Burton, Clint Eastwood, Tony Curtis, Janet Leight , Tyrone Power fueron algunas de aquellas estrellas internacionales que formaron parte del paisaje urbano de una localidad que, en aquellos años era un pueblo agrícola y sin grandes recursos.

El castillo, la sierra, las praderas y el pantano que podía simular el mar o un lago a conveniencia de los directores que también se daban cita en esta localidad madrileña como el mismísimo Stanley Kubrick. De ellos, del ambiente que se vivía, de las anécdotas hablan los sobrevivientes, los vecinos que fueron parte de las películas que nacieron en esta pequeña localidad de la sierra de Madrid y que cuenta en un documental la periodista Sonia Martín, quién acaba también de dirigir el primer Festival internacional de Mediometrajes de esta localidad madrileña. En el documental, en  apenas treinta minutos, “Un castillo de película” recupera imágenes y recoge opiniones de especialistas, pero sobre todo de los vecinos que vieron como su pueblo si acogió a Mr. Marshall.

(PUBLICADO en LA VOZ.18-4-22)


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