10/16/2012

DESDE LA CALLE



Anoche estuve en el cine. Acudí a la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas para ver la última película que nos presenta  A Contracorriente Films  , una joven distribuidora y productora que apuesta abiertamente por el cine europeo y en particular, el francés y que ha conseguido éxitos importantes con películas como “Pequeñas mentiras sin importancia” , “Profesor Lazhar” e “Intocable”.  Vi la coproducción hispano-francesa, “Insensibles”, primera película del cortometrajista, también hispano-francés,  Juan  Carlos Medina quién plantea un thriller que se mueve entre lo fantástico, lo sobrenatural y el suspense.



“Insensibles” que ya se ha visto en el festival de Sitges, cuenta la historia de un grupo de niños de un  pueblo de los Pirineos, durante la II República, que son  insensibles al dolor.  Son encerrados y aislados en un hospital psiquiátrico en el que se producen una serie de acontecimientos en el trascurso de los años. Paralelamente  a la historia que se nos narra pero ya situada en nuestros días, un  neurocirujano  (Alex Brandemühl) se ve afectado por una grave enfermedad y tiene que buscar a sus padres biológicos para someterse  a un trasplante de médula.
“Insensibles” es una película de buena factura que, en mi opinión, se recrea en algunas escenas macabras y  que a mí no me aportan nada. Bien algunos actores como el propio Alex, Juan Diego o Ramón Fontsaré, incluso los niños, pero los militares fascistas me resultan algo excesivos y llegan a ser una caricatura del mal.  La maldad subyace en toda la cinta pero sobre él  hay un pequeño rincón para la poesía  y  una historia de amor que recupera el mito de la bella y la bestia.
Y Cuando salí del pase recordé que esa noche se fallaba en Barcelona el premio Planeta, al que acudí durante cerca de veinte años cuando trabajaba en Radio Nacional.
Pasé muy buenos ratos en aquella velada literaria con diferentes compañeros ,las bromas, las risas,  las quinielas que hacíamos sobre los ganadores y  también el trabajo con retrasmisiones o entrevistas a los Torrente Ballester, Vargas Llosa, Cela, Rosa Regás, Maruja Torres, Fernando Delgado, Muñoz Molina, Gala, Pombo … Pocas veces no acertábamos el ganador aunque el finalista nos costaba algo más.  Hace unos días le comenté a un compañero que iba a asistir por primera vez al Planeta, que me gustaba el seudónimo de Bernie Ohls  un  personaje de Chadler en novelas como “El sueño eterno”, no le di el nombre del autor porque no lo sabía , pero  al tratarse de una novela policíaca pensé  que podía ganar, dado el auge que está teniendo el género estos últimos años en España.

Lorenzo Silva y los insensibles


Así ha sido y estando en la cena estoy seguro que la mayoría de los compañeros se habrán inclinado por Lorenzo Silva, bien conocido por toda la profesión periodística, habitual de los medios, director del festival Getafe Negro y sobre todo un buen escritor que con ésta, se titula “La marca del meridiano” ha publicado su séptima novela sobre sus dos guardias civiles  Bevilacqua y Chamorro que ya han resuelto otros tantos casos. Silva, al que le acompañó como finalista la periodista Mara Torres y su obra “La vida imaginaria”, sitúa su nueva novela entre Madrid y Barcelona, ciudades en las reside indistintamente , y  tras darse a conocer el premio aprovechó la ocasión para hacer una metáfora sobre la tensión que se vive entre Cataluña y España: “Entre Madrid y Barcelona espero que no haya nunca ninguna raya divisoria. Todo lo que pueda haber no son más que rayas imaginarias”.
Unas rayas y unos puntos que me recuerdan aquella canción de Soledad Bravo que decía : “Entre tu pueblo y el mío hay un punto y una raya (…) La raya dice no hay paso.El punto vía cerrada (…) Con tantas rayas y puntos el mapa parece un telegrama (…) Caminando el mundo se ven ríos y montañas. Selvas y desiertos pero ni puntos ni rayas (…) Para que mi hambre y la tuya estén siempre separadas.”.

Los insensibles querrían ser invisibles.Lara testigo mudo del desencuentro.


Los nacionalismo son excluyentes y me da lo mismo el nacionalismo catalán que el español.Verdad Wert,verdad Mas. No hay solidaridad si no creemos en un mundo global en el que no existan barreras para que la pobreza de España se distinga de la pobreza catalana. Seremos pobres separados.

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