Escuchar a un norteamericano hablar de España como la 'madre patria' resulta, cuanto menos extraño, a la mayoría de los españoles y también a los estadounidenses. El calificativo proviene de Bill Richardson, uno de los líderes más destacados de la comunidad hispana en EE UU y actual gobernador de Nuevo México, que la pasada semana estuvo en Madrid para participar, entre otras cosas, en la presentación de la exposición 'El hilo de la memoria. España y los Estados Unidos' que llegará a la ciudad de Santa Fe el 16 de octubre y posteriormente continuará su recorrido itinerante por El Paso y Nueva Orleans. El político demócrata nos ayudó a recordar, junto a los otros participantes de la mesa, que tuvo lugar en la residencia del embajador de EE UU, Alain D. Salomon, que los españoles estuvimos tres siglos en el país norteamericano y que contribuimos de manera decisiva a su independencia .
Poco y mal se ha hablado de esa presencia española en el gigante americano, por este motivo la exposición, que incluye 138 documentos provenientes del Archivo General de Indias, ayuda a refrescar la memoria que más que olvidada parece escondida. La muestra que ya se expuso en Sevilla, con algunas variantes, está organizada por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX) que, en más de una ocasión ha tapado las lagunas que tiene la difusión de nuestra historia. Para Charo Otegui, presidenta de SEACEX, es el momento de empezar a revalorizar esta contribución conjunta y es que más allá de nombres como Florida, Santa Fe, Nevada o El Paso poco se ha hablado y se ha enseñado que los españoles estuvimos trescientos años en lo que hoy conocemos como EE UU y dejamos una huella destacada en la arquitectura, el comercio y por supuesto el idioma, que es el más hablado tras el inglés.
Está bien esta exposición si refuerza las actividades culturales entre los dos países pero estaría mejor si llegase a otros estados estadounidenses donde se ha escondido ese pasado y donde lo hispano se limita a cuatro nombres propios.
Uno de ellos es Pedro Almodóvar que es sinónimo de cine español para muchos estadounidenses. Sin embargo, este año, no estará en la lucha por el Oscar porque entre otras cosas, no estrenará película hasta 2011. Si han sido preseleccionadas por la Academia 'Lope', del brasileño Andrucha Waddington; 'También la lluvia', de Iciar Bollaín y 'Celda 211', de Daniel Monzón, que arrasó en la última edición de los Goya. Una de las tres será la elegida este martes 28 de septiembre, y después habrá que esperar a que los académicos decidan incluirla entre las cinco candidatas al Oscar a mejor película en lengua extranjera. Acabamos donde empezamos: en Norteamérica, porque Canadá, y Toronto en particular, también existen. El festival canadiense apuró sus últimas horas consolidándose como un gigantesco mercado donde está prácticamente toda la producción mundial a nivel audiovisual. Sin embargo, Toronto, a pesar de tener unas características muy diferentes, se está convirtiendo en competidor de San Sebastián, el primer festival español, que se clausuró ayer. El festival donostiarra que cambiará de director el próximo año, no sólo tiene éstos problemas sino que verá reducido su presupuesto en la próxima edición con los recortes que aplicarán las diversas instituciones integradas en el Patronato del certamen.
A la espera de acontecimientos futuros, nos quedamos con la sonrisa de una espléndida Julia Roberts, que junto a Bardem 'Come, reza, ama' en su última película y recogió el lunes el premio Donostia como homenaje a su carrera.
LA VOZ DE CADIZ
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