10/05/2011

UN PASEO POR EL PRADO Pero también están las mejores colecciones de Goya ,Tiziano y Rubens; además de excelentes lienzos de Murillo, “El Greco”, Rafael, Tintoretto, Zurbarán o El Bosco, entre una larga nómina de artistas de primera fila. Todo un paseo por el arte. Toda una manera de mirar un cuadro como describiera magistralmente Eugenio D’Ors en su libro “Tres horas en el Museo del Prado” UNA AMPLIACIÓN NECESARIA El Prado ha crecido en este último año. La ampliación del Museo ha permitido que el edificio central, “Juan de Villanueva”, haya aumentado en veinticinco su número de salas lo que supone que entre 450 y 500 obras más puedan exponerse en su interior. Es un aumento del 50 por ciento de su capacidad aunque muy lejos de albergar los fondos que posee la pinacoteca que cuenta con 7600 pinturas, 1000 esculturas, 4.800 estampas y 8.200 dibujos El llamado cubo de Rafael Moneo que une el edificio Villanueva con los Jerónimos supuso el traslado del almacén y los equipos científicos a esta nueva zona del Museo.Así en octubre de 2009 se inauguraron los nuevos espacios dedicados al arte del siglo XIX, que se encontraba almacenado en el depósito del museo; lo mismo que los lienzos correspondientes a los pintores españoles anteriores a El Greco que ocuparon nuevas salas. La ampliación de Moneo ha tenido un final feliz después de que el arquitecto navarro recibiese innumerables críticas cuando comenzó su trabajo hace diez años pero esas críticas, comentó en los medios de comunicación, “fueron las que le acompañaron en las soluciones ; no fue algo doloroso, sino algo que nos ha ayudado a hacer las cosas mejor”. Para Moneo “los edificios deben convertirse en un marco para la vida, y el Prado ya está conviviendo con la sociedad”. El Museo del Prado, situado en el Paseo madrileño del mismo nombre, conocido también por el Triángulo del Arte por la proximidad de otros dos grandes Museo como son el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza recibió el último año dos millones ochocientos mil visitantes procedentes de los más diversos lugares del mundo. El Prado, que cuenta también con otros edificios como “El Casón del Buen Retiro”, no es un museo enciclopédico al estilo, por ejemplo del Louvre, que tiene obras procedentes de todas las épocas, sino una pinacoteca que posee obras provenientes de la afición al arte de unos cuantos Reyes que han dado pie, sin embargo, a una de las colecciones más emotivas que se conocen.Es un Museo que muchos expertos definieron como “una colección de pinturas admiradas por pintores” y que llevara a decir a Antonio Saura que “este museo no es el más extenso pero sí el más intenso” DOS SIGLOS LLAMAN A SU PUERTA En 2019 el Museo del Prado tendrá doscientos años de historia. Fue el 19 de noviembre de 1819 cuando el denominado Museo Real de Pinturas abrió por primera vez su puertas al público. El Museo poseía entonces, un total de 1531 cuadros aunque sólo 311 se exponían en sus salas. No obstante y como recoge la Enciclopedia del Museo del Prado que llevaron a cabo 130 especialistas nacionales y extranjeros coordinados por Miguel Zugaza, actual director del Museo y el crítico de arte, Francisco Calvo Serraller, hay que remontarse a 1785 para conocer el germen de lo que con los años se convertiría en una de las mejores pinacotecas del mundo. Aquel año, el rey Carlos III encargó al arquitecto Juan de Villanueva la construcción de un edificio que albergara el Gabinete de Historia Natural y la Academia de Ciencias. Villanueva ,era uno de los arquitectos predilectos del monarca y ya había construido el Real Jardín Botánico. A principios del siglo XIX el edificio de estilo neoclásico, estaba prácticamente finalizado pero la invasión napoleónica supuso un retroceso en la utilidad científica o artística para el que había sido concebido ya que las tropas francesas lo convirtieron en cuartel de caballería y utilizaron las planchas de plomo de su estructura para la fabricación de balas. El resultado fue que el edificio estaba en un estado lamentable cuando años después, en 1818,una vez restaurada la dinastía borbónica, Fernando VII decidió su rehabilitación sobre diseños del propio Villanueva y a su muerte, de su discípulo Antonio López Aguado. LOS DESASTRES DE LA GUERRA Durante la invasión napoleónica, como he comentado, el edificio de Villanueva sufrió graves desperfectos en toda su estructura. Aunque ya se había esbozado la posibilidad de crear un Museo de Pintura en la capital a imagen y semejanza de las grandes Cortes Europeas, aún no se había decidido su emplazamiento. Las obras de arte continuaban en poder de la nobleza y el clero y se hallaban dispersas por toda la geografía española . A los franceses no les fue muy difícil incautar cuadros a los grandes de España y trasladarlos a París. Mientras José Bonaparte, en la Corte de Madrid ,decide ahondar en la creación de un Museo de Pintura para el que decide destinar 1500 obras incautadas a las órdenes religiosas y otras procedentes de diversos establecimientos públicos, incluidos los palacios reales. Varias de estas obras fueron depositadas en el convento de Nuestra Señora del Rosario, que se encontraba en muy malas condiciones, hasta que tuvieran un lugar apropiado para su exposición. Otras se depositaron en el convento de la Encarnación o el Palacio de Buenavista Cuando José Bonaparte abandona Madrid se lleva consigo obras de todo tipo que va depositando en distintas ciudades francesas. Generales del Ejército napoleónico como Soult o Murat hacen otro tanto. Son cientos de obras las que han sido expoliadas durante la invasión.La derrota de las tropas francesas supuso la entrada triunfante en Madrid de Fernando VII y que en aquel mismo año,1814,se firmara el Tratado de París por el cual las naciones invadidas por Napoleón recuperarían las riquezas artísticas de las que habían sido desposeídas. No obstante la recuperación de las obras es costosa y difícil ante la oposición de los franceses a devolver lo que se había llevado de España. Obras de Rafael, Tiziano, Velázquez, Murillo y de otros grandes maestros estaban diseminadas por Francia o en las colecciones de los mariscales . Solamente del Museo del Louvre se recuperaron más de trescientas obras, entre cuadros y diversos objetos .Finalmente en 1815 partió del puerto de Amberes la fragata holandesa Amstel con la misión de devolver a España las obras incautadas por el ejército napoleónico y que volvieran a sus legítimos dueños. El retorno de nuestro tesoro artístico iba a permitir pocos años después el nacimiento del Museo del Prado. LAS OBRAS VUELVEN A VIAJAR Ciento veinticinco años después la historia se repitió. Ya no fue un barco sino un tren el que llevó en su interior una de las mayores colecciones de arte del mundo. Al término de la Guerra Civil la Sociedad de Naciones devolvió a España las obras que habían sido evacuadas del Museo del Prado para evitar los bombardeos que se cernían sobre la ciudad de Madrid y que ya habían supuesto algunos desperfectos en los tejados del edificio , rotura de cristales y grietas en varias de sus galerías. Solo una obra resultó dañada: un altorrelieve representando una alegoría triunfal en alabastro ,procedente del monumento erigido a Gastón de Foix en Santa María de Milán, de Benedetto Cervi Pavese. A los tres días de que se iniciase la contienda, el 21 de julio de 1936,los responsables del Museo decidieron que debían retirarse de las salas 250 obras consideradas imprescindibles siempre que sonaran las alarmas que anunciasen un ataque aéreo . Tres meses después puede decirse que solo quedaban en los muros del Museo algunos cuadros de menor valor y que los objetos de las vitrinas ,entre ellos el tesoro del Delfín fueron trasladados a una sala de la planta baja. No obstante los continuos ataques de las fuerzas franquistas hicieron que el gobierno republicano decidiese trasladar 42 obras maestras ,37 pertenecientes al Prado, a Valencia. La decisión la comunicó a los responsables del Prado el muralista valenciano Josep Renau, en aquel momento director general de Bellas Artes .Entre aquellas obras que hoy podemos admirar en los muros del Museo estaban “Las meninas”, “Las lanzas” y ” Las hilanderas” de Velázquez; “La maja desnuda”, “La lucha con los mamelucos”, “Los fusilamientos del tres de mayo” y “Aquelarre”, de Goya; “El caballero de la mano en el pecho” y “La crucifixión”, de El Greco; “El emperador Carlos V a caballo”, de Tiziano y “Episodio de batalla entre turcos y cristianos”, de Tintoretto. Tras el ataque aéreo,que comenté, se intensificaron los traslados de las obras , a lo que se oponía Francisco J. Sánchez Cantó, subdirector del Museo pero, en realidad director en funciones, ya que Pablo Ruiz Picasso que había sido nombrado para este puesto en septiembre del 36 nunca llegó a tomar posesión del cargo. Además de Valencia las obras del Prado viajaron a Cataluña, al monasterio de Pedralbes, y otros lugares y finalmente, antes de su evacuación a Ginebra, a Cartagena. JOSEP MARIA SERT UN HOMBRE DECISIVO Hay un hecho fundamental para la salvaguarda de los cuadros del Prado. Fue la petición de ayuda del muralista catalán Josep María Sert a la Sociedad de Naciones para que protegiera las obras que guardaba el museo o que se habían trasladado a otros lugares de la geografía española. Sert consiguió que se creara un Comité Internacional con el único objetivo de proteger los Tesoros de Arte Españoles. Es a principios de febrero de 1939 cuando se produce el envío por vía férrea de numerosos lienzos y otros objetos a Ginebra. Dos semanas antes se había acordado trasladar las obras a la sede de la Sociedad de Naciones, en Ginebra ,con el compromiso de devolverlas el día que se restableciese la paz en España,como así sucedió. Antes de que volvieran a colgarse en el Museo para ser admirados por los españoles y por los miles de visitantes, que a partir de los años sesenta, comenzaron a visitar turísticamente nuestro país, la Sociedad de Naciones promovió en el Museo de Arte e Historia de Ginebra la exposición “Les chefs d’ouvre du Musée du Prado” que se prolongó por espacio de dos meses (1 de junio a 31 de agosto de 1939) y recibió más de cuatrocientos mil visitantes. Pero la paz no iba reinar en Europa. Si en España hubo una durísima posguerra en el resto del continente iba a iniciarse una de las contiendas más sangrientas de la historia de la humanidad. Un día después de la clausura de la exposición en Ginebra, Alemania invade Polonia y casi de inmediato Francia e Inglaterra declaran la guerra al régimen nazi. Ante esta nueva situación la Sociedad de Naciones se apresuró a enviar por tren todas las obras que acababan de ser expuestas. El convoy hizo todo el viaje con las luces apagadas por temor a ser atacado por la aviación alemana. Finalmente los cuadros llegaron a Madrid El 10 de septiembre el diario ABC titulaba de manera muy significativa: “¡Completo el Museo del Prado!”.Sert que en numerosas ocasiones había solicitado al régimen de Franco que mostrase su reconocimiento al Comité Internacional por la labor de preservación de nuestras obras de arte durante la Guerra Civil, no consiguió su propósito. El gobierno franquista nunca mostró su agradecimiento. HOY Y MAÑANA Cuando despedimos la primera década del siglo XXI el Museo del Prado es una pinacoteca moderna ,viva, dinámica y con ganas de seguir creciendo. En sus salas podemos abstraernos admirando durante horas una pintura. Podemos mirar esos cuadros que describía Eugenio D’Ors y hacerlos amigos. Podemos apreciar la bondad o la maldad; el deseo o la castidad; la alegría o la tristeza; las ganas de vivir o la muerte. Podemos tener a nuestro pintor favorito narrándonos sus vivencias . Esos sueños o pesadillas del “Jardín de las delicias”, de El Bosco; esa profundidad de “Las Meninas” o ese mirada a la vida ante la cercanía de la muerte que como en una fotografía plasmó Goya en los “Fusilamientos del Tres de Mayo” . Es el arte que forma parte de nuestra historia y que nos recuerda lo que fuimos. Y esa historia es la que le llevó a decir a Miguel Zugaza, su actual director ,”que el Prado del siglo XXI se tiene que parecer mucho al del siglo XIX. No tiene que perder su escala, que es una escala perfecta; no tiene que perder su intensidad poética y, en ese sentido, la ampliación es una ampliación contenida ,esa es una de sus virtudes”. Por mi parte, sólo una cosa más .Disfrutenló. Texto EDUARDO MOYANO. Fotos cedidas por el Museo del Prado y originales de Rocío Moyano y Francisco Mayor RECUADRO Al Museo del Prado pueden acceder todos los días de martes a domingo de 09.00 a 20.00.La taquilla general es de ocho euros aunque hay reducciones para los ciudadanos de la UE; carnet joven o estudiantes de países no miembros de la UE. Los menores de 18 y los mayores de 65 pueden acceder gratuitamente a la pinacoteca. No obstante para una mayor información les recomendamos que accedan a la página oficial del Museo: www.museodelprado.es El Prado,como ya he indicado,se encuentra ubicado frente al Museo Thyssen-Bornesmiza y a un corto paseo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Entre los tres forman un triángulo mágico, el llamado Paseo o Triángulo del Arte al que podrían unirse centros como CAIXAFORM que acoge excelentes exposiciones. • En 2009 hubo más de cinco millones de personas visitando los museos del Paseo del Arte. En el Museo Thyssen más de ochocientas mil personas admiraron su colección permanente, sin contar exposiciones temporales como “Ghindarlao y el Renacimiento en Florencia” que atraen también a miles de visitantes. El Museo acoge cerca de un millar de obras de los siglo XIII al XX, que permiten un recorrido por las diferentes escuelas y movimientos artísticos . Durero, Rembrandt,Picasso, Chagal,Gaughin,Caravaggio, Rubens son algunos de los autores incluidos en la colección y que representan nítidamente esa variedad de estilos y de concepción del arte. La profusión de paisajes y retratos delata también los gustos de los dos principales artífices de la colección, los barones Thyssen, padre e hijo, a los que en los últimos años se han unido los doscientos cuadros propiedad de la baronesa Carmen Thyssen. www.museothyssen.org Para completar nuestro recorrido nos queda el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía que acoge más de un millar de obras del siglo actual y el XX. Más de dos millones de visitantes en 2009 confirmaron el interés del público por el arte contemporáneo y el conocimiento de las diferentes colecciones que recogen las vanguardias históricas ; el triun

UN PASEO POR EL PRADO
La Pinacoteca es un regalo para la vista y la reflexión de los millones de personas que la visitan anualmente.
Encuadrado en el llamado triángulo del arte, que forma junto al Thyssen y el Reina Sofía ,es paso obligado para toda aquel que llegue a Madrid y quiera sumergirse en la historia del arte.

El monumento al viajero, creado por Eduardo Úrculo en la estación de Atocha, es un buen anticipo de lo que nos espera. Maletas y sombreros que nos llevan a un tiempo pasado pero que permiten el descanso y la complicidad del hombre de hoy.  Gracias a los trenes de alta velocidad las grandes ciudades como Barcelona y Madrid están cada vez más cerca . En poco más de tres horas el viajero está en pleno corazón de la ciudad  y en unos minutos visitando cualquiera de los Museos que se sitúan en sus alrededores.
En Madrid ,el Prado está a unos centenares de metros de la estación de Atocha. Se puede llegar tranquilamente caminando desde la estación. Es un bello paseo en el que vamos dejando atrás la imponente fachada del edificio del XIX que alberga  al ministerio de Agricultura; la recoleta cuesta de Moyano donde sus casetas y tenderetes albergan libros de ahora y de siempre; o el Jardín Botánico vecino de la Pinacoteca y de su fachada sur, la puerta de Murillo.
Un poco más adelante está la entrada principal al edificio de Villanueva, con la escultura de Velázquez  ante la puerta de su mismo nombre. El Prado es un museo singularmente rico en maestros europeos de los siglos  XVI al XIX y posee la mejor colección de Velázquez que existe a nivel mundial, y que podemos admirar en las siete salas que contienen  la obra del pintor sevillano. Pero también están las mejores colecciones de Goya ,Tiziano y Rubens; además de excelentes lienzos de Murillo, “El Greco”, Rafael, Tintoretto, Zurbarán o El Bosco, entre una larga nómina de artistas de primera fila. Todo un paseo por el arte. Toda una manera de mirar un cuadro como describiera magistralmente Eugenio D’Ors en su libro “Tres horas en el Museo del Prado”

UNA AMPLIACIÓN NECESARIA

 El Prado ha crecido en este último año. La ampliación del Museo ha permitido que el edificio central, “Juan de Villanueva”, haya aumentado en veinticinco su número de salas lo que supone que entre 450 y 500 obras más puedan exponerse en su interior. Es un aumento del 50 por ciento de su capacidad aunque muy lejos de albergar los fondos que posee la pinacoteca  que cuenta con 7600 pinturas, 1000 esculturas, 4.800 estampas y 8.200 dibujos
El llamado cubo de Rafael Moneo que une el edificio Villanueva con los Jerónimos  supuso el traslado del almacén y los equipos científicos a esta nueva zona del Museo.Así  en octubre de 2009 se inauguraron los nuevos espacios dedicados al arte del siglo XIX, que se encontraba almacenado en el depósito del museo; lo mismo que los lienzos correspondientes a los pintores españoles anteriores a El Greco que ocuparon nuevas salas.
La ampliación de Moneo ha tenido un final  feliz después de que el arquitecto navarro recibiese innumerables críticas cuando comenzó su trabajo hace diez años pero esas críticas, comentó en los medios de comunicación, “fueron las que le acompañaron en las soluciones ; no fue algo doloroso, sino algo que nos ha ayudado a hacer las cosas mejor”. Para Moneo  “los edificios deben convertirse en un  marco para la vida, y  el Prado ya está conviviendo con la sociedad”.
El Museo del Prado, situado en el Paseo madrileño del mismo nombre, conocido también por el Triángulo del Arte por la proximidad de otros dos grandes Museo como  son el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza recibió el último año dos millones ochocientos mil visitantes procedentes de los más diversos lugares del mundo.
El Prado, que cuenta también con otros edificios como “El Casón del Buen Retiro”, no es un museo enciclopédico al estilo, por ejemplo del Louvre, que tiene obras procedentes de todas las épocas, sino una pinacoteca que posee obras provenientes de la afición al arte de unos cuantos Reyes que han dado pie, sin embargo, a  una de las colecciones más emotivas  que se conocen.Es un Museo que muchos expertos  definieron como “una colección de pinturas admiradas por pintores”  y que llevara a decir a Antonio Saura que “este museo no es el más extenso pero sí el más intenso”

DOS SIGLOS LLAMAN A SU PUERTA
En 2019 el Museo del Prado tendrá doscientos años de historia. Fue el 19 de noviembre de 1819 cuando el denominado Museo Real de Pinturas abrió por primera vez su puertas al público. El Museo poseía  entonces, un total de 1531 cuadros aunque sólo 311 se exponían en sus salas.
No obstante y como recoge la Enciclopedia del Museo del Prado que llevaron a cabo 130 especialistas nacionales y extranjeros coordinados por Miguel Zugaza, actual director del Museo y el crítico de arte, Francisco Calvo Serraller, hay que remontarse a 1785 para conocer el germen de lo que con los años se convertiría en una de las mejores pinacotecas del  mundo.
Aquel año, el rey Carlos III encargó al arquitecto Juan de Villanueva la construcción de un edificio que albergara el Gabinete de Historia Natural y la Academia de Ciencias. Villanueva ,era uno de los arquitectos predilectos del monarca y ya había construido el Real Jardín Botánico. A principios del siglo XIX el edificio de estilo neoclásico, estaba prácticamente finalizado pero la invasión napoleónica  supuso un retroceso en la utilidad científica o artística para el que había sido concebido  ya que las tropas francesas  lo convirtieron en cuartel de caballería y utilizaron  las planchas de plomo de su estructura para la fabricación de balas.
El resultado fue que el edificio estaba en un estado lamentable cuando años después, en 1818,una vez restaurada la dinastía borbónica, Fernando VII decidió su rehabilitación sobre diseños del propio Villanueva y a su muerte, de  su discípulo Antonio López Aguado.

LOS DESASTRES DE LA GUERRA

Durante la invasión napoleónica, como  he comentado, el edificio de Villanueva  sufrió graves desperfectos en toda su estructura. Aunque ya se había esbozado la posibilidad de crear un Museo de Pintura en la capital  a imagen y semejanza de las grandes  Cortes Europeas, aún no se había decidido su emplazamiento. Las obras de arte continuaban en poder de la nobleza y el clero y se hallaban dispersas por toda la geografía española . A los franceses no les fue muy difícil incautar cuadros a los grandes de España y trasladarlos a París.
Mientras José Bonaparte, en la Corte de Madrid ,decide ahondar en la creación de un Museo de Pintura para el que decide destinar  1500 obras incautadas a las órdenes religiosas y  otras procedentes de  diversos establecimientos públicos, incluidos los palacios reales. Varias de estas obras  fueron depositadas en el convento de Nuestra Señora del Rosario, que se encontraba en muy malas condiciones, hasta que tuvieran un lugar apropiado para su exposición. Otras se depositaron en el convento de la Encarnación o el Palacio de Buenavista
Cuando José Bonaparte abandona Madrid  se lleva consigo obras de todo tipo que va depositando en distintas ciudades francesas. Generales del Ejército napoleónico como Soult o Murat hacen otro tanto. Son cientos de obras las que han sido expoliadas durante la invasión.La derrota de las tropas francesas supuso  la entrada triunfante en Madrid de Fernando VII y que en aquel mismo año,1814,se firmara el Tratado de París por el cual las naciones invadidas por Napoleón recuperarían las riquezas artísticas de las que habían sido desposeídas. No obstante la recuperación de las obras es costosa y difícil ante la oposición de los franceses a devolver lo que se había llevado de España. Obras de Rafael, Tiziano, Velázquez, Murillo y de otros grandes maestros estaban diseminadas por Francia o en las colecciones  de los mariscales . Solamente del Museo del Louvre se recuperaron más de trescientas obras, entre cuadros y diversos objetos .Finalmente en 1815  partió del puerto de Amberes la fragata holandesa  Amstel con la misión de devolver a España las obras incautadas por el ejército napoleónico y que volvieran a sus legítimos dueños. El retorno de nuestro tesoro artístico iba a permitir pocos años después el nacimiento del Museo del Prado.
LAS OBRAS VUELVEN A VIAJAR
Ciento veinticinco años después la historia se repitió. Ya no fue un barco sino un tren el que llevó en su interior una de las mayores colecciones de arte del mundo. Al término de la Guerra Civil  la Sociedad de Naciones devolvió a España las obras que habían sido evacuadas del Museo del Prado para evitar los bombardeos que se cernían sobre la ciudad de Madrid y que ya habían supuesto algunos desperfectos en los tejados del edificio , rotura de cristales y grietas en varias de sus galerías. Solo una obra resultó dañada: un altorrelieve representando una alegoría triunfal en alabastro ,procedente del monumento erigido a Gastón de Foix en Santa María de Milán, de Benedetto Cervi Pavese.
A los  tres días de que se iniciase la contienda, el 21 de julio de 1936,los responsables del Museo  decidieron  que debían retirarse de las salas 250 obras consideradas imprescindibles siempre que sonaran las alarmas que anunciasen un ataque aéreo . Tres meses después puede decirse que solo quedaban en los muros del Museo algunos cuadros de menor  valor y que  los objetos de las  vitrinas ,entre ellos el tesoro del Delfín fueron trasladados a una sala de la planta baja.
No obstante los continuos ataques  de las fuerzas franquistas hicieron que el gobierno republicano decidiese  trasladar 42 obras maestras ,37 pertenecientes al Prado, a Valencia. La decisión la comunicó a los responsables del Prado el muralista valenciano Josep Renau, en aquel momento director general de Bellas Artes .Entre aquellas obras que hoy podemos admirar en los muros del Museo estaban  “Las meninas”, “Las lanzas” y ” Las hilanderas” de Velázquez;  “La maja desnuda”, “La lucha con los mamelucos”, “Los fusilamientos del  tres de mayo” y “Aquelarre”, de Goya; “El caballero de la mano en el pecho” y “La crucifixión”, de  El Greco; “El emperador Carlos V  a caballo”, de Tiziano y “Episodio de batalla entre turcos y cristianos”, de  Tintoretto.
Tras el ataque aéreo,que comenté, se intensificaron los traslados de las obras , a  lo que se oponía Francisco J. Sánchez Cantó, subdirector del Museo  pero, en realidad director en funciones, ya que Pablo Ruiz Picasso que había sido nombrado para este puesto en  septiembre del 36 nunca llegó a tomar posesión del cargo. Además de Valencia las obras del Prado viajaron a Cataluña, al monasterio de Pedralbes, y otros lugares  y finalmente, antes de su evacuación a Ginebra, a Cartagena.

JOSEP MARIA SERT UN HOMBRE DECISIVO

Hay un hecho fundamental para la salvaguarda  de los cuadros del Prado. Fue la petición de ayuda del muralista catalán Josep María Sert  a la  Sociedad de Naciones para que  protegiera  las obras que guardaba el museo o que se habían trasladado a otros lugares de la geografía española. Sert  consiguió que se creara un Comité Internacional con el único objetivo de proteger los Tesoros de Arte Españoles.
Es a principios de febrero de 1939 cuando se produce el envío por vía férrea de numerosos lienzos y otros objetos a Ginebra. Dos semanas antes se había acordado trasladar las obras a la sede de la Sociedad de Naciones, en Ginebra ,con el compromiso de devolverlas el día que se restableciese la paz en España,como así sucedió.
Antes de que volvieran a colgarse en el Museo para ser admirados por los españoles  y por los miles de visitantes,  que a partir de los años sesenta, comenzaron a visitar turísticamente nuestro país, la Sociedad de Naciones promovió  en el Museo de Arte e Historia de Ginebra la exposición “Les chefs d’ouvre du Musée du Prado” que  se prolongó por espacio de dos meses (1 de junio a 31 de agosto de 1939) y recibió más de cuatrocientos mil visitantes.
Pero la paz no iba reinar en Europa. Si en España hubo una durísima posguerra  en el resto del continente  iba a iniciarse una de las contiendas más sangrientas de la historia de la humanidad. Un día después de la clausura de la exposición en Ginebra,  Alemania invade Polonia y casi de inmediato Francia e Inglaterra  declaran la guerra al régimen nazi.
Ante esta nueva situación la Sociedad de Naciones se apresuró a  enviar  por tren todas las obras que acababan de ser expuestas. El convoy hizo todo el viaje con las luces apagadas por temor a ser atacado por la aviación alemana. Finalmente los cuadros llegaron a Madrid
El 10 de septiembre el diario ABC titulaba de manera muy significativa: “¡Completo el Museo del Prado!”.Sert que en numerosas ocasiones había solicitado al régimen de Franco que mostrase su reconocimiento al Comité Internacional por la labor de preservación de nuestras obras de arte durante la Guerra Civil, no consiguió su propósito. El gobierno franquista nunca mostró su agradecimiento.

HOY Y MAÑANA

Cuando despedimos la primera década del siglo XXI el Museo del Prado es una pinacoteca moderna ,viva, dinámica y con ganas de seguir creciendo. En sus salas podemos abstraernos admirando durante horas una pintura. Podemos mirar esos cuadros que describía  Eugenio D’Ors y hacerlos amigos. Podemos apreciar la bondad o la maldad; el deseo o la castidad; la alegría o la tristeza; las ganas de vivir o la muerte. Podemos tener a nuestro  pintor favorito  narrándonos sus vivencias . Esos sueños o pesadillas del  “Jardín de las delicias”, de El Bosco; esa profundidad de “Las Meninas” o ese mirada a la vida ante la cercanía de la muerte que como en una fotografía plasmó Goya en los “Fusilamientos del Tres de Mayo” . Es el arte que forma parte de nuestra historia y que nos recuerda lo que fuimos.
Y esa historia es la que le llevó a decir a Miguel Zugaza, su actual director ,”que el Prado del siglo XXI se tiene que parecer mucho al del siglo XIX. No tiene que perder su escala, que es una escala perfecta; no tiene que perder  su intensidad poética y, en ese sentido,  la ampliación es una ampliación contenida ,esa es una de sus virtudes”.
Por mi parte, sólo una cosa más .Disfrutenló.
Texto EDUARDO MOYANO. Fotos cedidas por el Museo del Prado y originales de Rocío Moyano y Francisco Mayor

RECUADRO
Al Museo del Prado pueden acceder todos los días de martes a domingo  de 09.00 a 20.00.La taquilla general es de ocho euros aunque hay reducciones para los ciudadanos de la UE; carnet joven o estudiantes de países no miembros de la UE. Los menores de 18 y los mayores de 65 pueden acceder gratuitamente a la pinacoteca. No obstante para una mayor información les recomendamos que accedan a la página oficial del Museo:
El Prado,como ya he indicado,se encuentra ubicado frente al Museo Thyssen-Bornesmiza y a un corto paseo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Entre los tres forman un triángulo mágico, el llamado Paseo o Triángulo del Arte al que podrían unirse centros como CAIXAFORM que acoge excelentes exposiciones.
·      En 2009 hubo más de cinco millones de personas visitando los museos del Paseo del Arte. En el Museo Thyssen más de ochocientas mil personas admiraron su colección permanente, sin contar exposiciones temporales como “Ghindarlao y el Renacimiento en Florencia” que atraen también a miles de visitantes. El Museo acoge cerca de un millar de obras de los siglo XIII al XX, que permiten un recorrido por las diferentes escuelas y movimientos artísticos . Durero, Rembrandt,Picasso, Chagal,Gaughin,Caravaggio, Rubens son  algunos de los autores incluidos en la colección y  que representan nítidamente esa variedad de estilos y de concepción del arte. La profusión de paisajes y retratos delata también los gustos de los dos principales artífices de la colección, los barones Thyssen, padre e hijo, a los que en los últimos años se han unido los doscientos cuadros propiedad de la baronesa Carmen Thyssen.
www.museothyssen.org
Para completar nuestro recorrido nos queda el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía que acoge más de un millar de obras del siglo actual y el XX. Más de dos millones de visitantes en 2009 confirmaron el interés del público por el arte contemporáneo y el conocimiento de las diferentes colecciones que recogen  las vanguardias históricas ; el triunfo y el fracaso de la modernidad  de los cincuenta y sesenta o los cambios de paradigmas que se producen en esta última década.El Guernica de Picasso continúa siendo una de las obras más visitadas.
www.museoreinasofia.es












PALMARES FESTIVAL RONDA

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La película 'Les mains en l'air', dirigida por Romain Goupil, ha conseguido la 'Goyesca de Oro' del primer Festival Internacional de Ronda Cine político para el siglo XXI, que se ha celebrado desde el 27 de noviembre hasta ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad.
Palmarés aparte, este festival es una apuesta clara por fomentar una cinematografía que no llega con asiduidad a los circuitos comerciales y al mismo tiempo motivar a los espectadores para que participen activamente en los debates con los directores que se han dado cita en esta ciudad andaluza.
La crisis financiera internacional; el terrorismo islámico; el papel de las ONG en África; la expulsión de inmigrantes o la guerra de Irak han sido algunos de los temas de las películas que han participado en la sección a concurso de la I Edición de este nuevo festival en Andalucía, que hace que noviembre y los primeros días de diciembre, conviertan a la comunidad en una ininterrumpida muestra de certámenes, tras los celebrados en Sevilla y Huelva.
Uno de los actos más emotivos del festival fue el homenaje al cineasta británico Ken Loach al que se entregó la Goyesca de Honor en reconocimiento a toda su carrera. Loach al que acompañó su guionista habitual durante los últimos quince años, Paul Laverty, analizó su cinematografía, pero respondió a cualquier otro tema que se le planteó en un nutrido debate en que se entremezclaron público y periodistas.
Ken Loach que tuvo que superar la nieve de los aeropuertos londinenses y regresar vía Gibraltar a Londres, a causa de la huelga salvaje de los controladores aéreos, recibió el premio, en el antiguo convento de Santo Domingo, que ha sido la sede del festival. El cineasta británico insistió en un discurso que apuesta por la recuperación de las pantallas para las cinematografías de todos los países del mundo, para que dejen de ser exclusiva de las multinacionales. Unas multinacionales que, en cierto modo, son protagonistas de su última película 'Route Irish', que se presentó en Ronda y que no se estrenará en España hasta principios del próximo año. La película narra la historia de dos amigos que son contratados por una empresa para formar parte de su equipo de seguridad en Irak.
Cine que, como siempre, muestra la coherencia y el compromiso de este cineasta y de su amigo el guionista Paul Laverty con la sociedad en que vivimos. Su cine aborda y denuncia los problemas que hay en nuestra sociedad. «Si cualquier cineasta -dijo- hace una película con obreros de protagonistas, se dice que es un cine panfletario. En cambio, si los protagonistas son familias burguesas, en comedias amables, se trata de cine de entretenimiento». Está claro que este festival tiene objetivos diferentes al entretenimiento. Se busca ofrecer un cine que haga que nos preguntemos el por qué de algunas cosas, y que los espectadores sean parte activa y fundamental en el desarrollo de este festival. Esta edición ha puesto la primera piedra y los debates y el intercambio de opiniones entre el público y los cineastas ha resultado enriquecedor y caliente.
EL PALMARÉS
Goyesca de Oro. 'Les mains en l'air', con 50.000 euros, 40.000 para el distribuidor español y 10.000 para el director.
Goyesca del Público. Los colores de la montaña', de Carlos César Arbeláez. 10.000 euros para el director.
Premio CinéCinéma. 'On the other side of the life', Stefanie Brockhaus y Andy Wolff, con 15.000 euros en derechos de antena de la película.
Menciones especiales. 'Los colores de la montaña', 'Nostalgia de la luz', 'Journal d'un coopérant', 'Bassidji' y 'De Madrid al hielo'.

LA VOZ DE CADIZ (7 diciembre 2011)

7/14/2011

¡¡¡¡¡14 DE JULIO¡¡¡¡¡ : VIVE LA FRANCE

El chauvinismo es sinónimo de francés pero por aquí, por estos lares no nos vendría nada mal que el apelativo nos lo aplicaramos de vez en cuando. Sobre todo cuando hablamos de cine. Da gusto como los franceses han sido capaces de defender su cinematografía frente a la apisonadora de Hollywood.Todos los años nos regalan un puñado de excelentes películas que han nacido gracias a las medidas proteccionistas que tienen el estado frances frente a las multinacionales.
Gracias a ello podemos ver películas como "El caso Farewell", una historia de espionaje, en el más puro estilo de las novelas de John Le Carré, pero sustentada en hecho reales . "El caso Farewell" fue un acontecimiento transcendente de la  Guerra Fría, porque las consecuencias que tuvo supuso nada más y nada menos que la caída de la Unión Soviética y todo el bloque comunista de los países del este de Europa. Cuenta la historia de un espía soviético,desencantado con el régimen comunista, que se dedica a pasar información a un diplomático francés que, a su vez, se la transmite a su gobierno y de  paso a los Estados Unidos de Reagan. La Unión Soviética dedicaba el 40 por ciento del presupuesto de Defensa al espionaje y tenía todo absolutamente controlado.
La película está dirigida por Christian Carion ("La chica de París") y tiene como actores protagonistas a dos directores: Guillaume Canet, al que tenemos en cartelera por su "Pequeñas mentiras sin importancia" y Emir Kusturica,director suficientemente conocido en nuestro país por títulos como
"Papá está en viaje de negocios", "Underground", "Gato negro, gato blanco" o "La vida es un milagro".

Pero la riqueza actual del cine francés le permite construir una historia de espionaje; comedias de amor,amistad o simplemente de relaciones humanas como "Cena de amigos o "Pequeñas mentiras sin impoirtancia" o historias de adolescentes o preadolescentes como "Stella", dirigida con sensibilidad y realismo por Sylvie Verheyde. Cuenta la historia cotidiana de una niña de 11 años que trasmite con naturalidad a los espectadores, los cambios que va experimentando. El paso de la infancia a la adolescencia.La dificultad y al mismo tiempo la belleza de descubrir, de crecer en un viaje iniciático ,ambientado a finales de los setenta,. aunque muy bien podría haber sido una historia de nuestros días.
Las dificultades en los estudios; las relaciones familiares; la rebelión; la amistad;los primeros libros; el primer amor...Todo está narrado con absoluta sencillez  y descubrimos la fragilidad de una niña pero también esbozamos la determinación con la que va a afrontar su futuro.

Cine francés para el mundo ojalá podamos decir algún día lo mismo del cine español.

7/11/2011

CAFES DE ANTAÑO.CAFES DE SIEMPRE





Siempre me he preguntado si los cafés literarios nacieron por necesidades imperiosas de comunicación de nuestros artistas o porque nuestros hombres de letras o pintores buscaban refugio para huir de los fríos inviernos.
Allí en el café y en torno a una mesa, se apretujaban tardes enteras jóvenes artistas insolventes que limitaban su consumición a unos cuantos cafés e inagotables vasos de agua, a la espera de encontrar  algún prócer  que pagase la consumición al que, previamente, alimentaban su ego ,solicitándole que recitase tal o cuál poema con el que había ganado unos juegos florales, o pidiéndole que pronunciara un soporífero discurso como ocurre, por ejemplo, con el D. Ibrahim de “La colmena”, de Camilo José Cela, que en la pantalla  interpretó el inolvidable Luis Escobar, bajo la dirección de Mario Camus.

Pero antes de aquellos cafés de los años cuarenta o cincuenta, entendiendo café en el más amplio sentido de la palabra, porque también determinados restaurantes han sido refugio de intelectuales, a finales del siglo XIX comenzaron  a proliferar por Madrid y otras ciudades como Barcelona numerosos locales que acogían a gentes variopintas que, además de relamerse con una taza de humeante café, animaban a la tertulia  tanto de lo humano como de lo divino. Se podía hablar e incluso conspirar sobre los gobiernos de turno, pero también las charlas trataban del buen comer, de amores y desamores; del mundo de los toros  y si nos situamos en nuestros tiempos de los éxitos o fracasos de los equipos de fútbol.

 En los cafés  se hablaba y se habla de todo. Si pusiéramos un micrófono en aquellas tertulias del Café de Pombo, Casa Leopoldo, Las Siete Puertas o el Café Gijón, seguro que no solo escucharíamos análisis trascendentes sobre determinados temas, y si mucho de lo cotidiano, del día a día de personajes de la vida política o cultural.

Las tertulias televisivas y radiofónicas


Esa fórmula de las tertulias ocupa momentos destacados en las programaciones de radio y televisión desde los años noventa, y en ellas se dan cita periodistas, escritores o políticos. Comentaristas de la actualidad que, sin ningún rubor, te hablan tanto de la ley del aborto, como de la crisis en Irán o los triunfos del Barça. Todos los temas entran en esas tertulias, seguramente, como antaño, lo que ocurre ahora es que quedan grabadas, y en la mayoría de los casos dejan mucho que desear. A veces se convierten en un gallinero, donde todos hablan al mismo tiempo y  a ver quién lo hace más alto. Hay una cierta agresividad buscando una mayor complicidad del  espectador o radioyente con uno u otro contertulio.
Sin embargo, no llega la sangre al río como ocurriera con D. Ramón María del Valle Inclán que perdió un brazo como consecuencia de una disputa en el Café de la Montaña, en la Puerta del Sol de Madrid, pero sí alguno de los contertulios ha perdido más de un juicio por difamación  u otras faltas de parecidas o similares características

Dejando atrás las tertulias de nuestro tiempo,Mariano José de Larra, “Fígaro” decía de los cafés que “no hay uno bueno; son habitaciones que se hicieron para todo, menos para cafés, ahogadas mezquinas y totalmente inadecuadas para sus fines”. También era muy crítico Gregorio Marañón sobre los clientes de los cafés a los que llamará “monstruos anónimos y terribles”, y en particular refiriéndose a Unamuno y Pío Baroja que no gozaban de sus simpatías decía: “el hombre de café es, entre otras cosas, manantial inagotable de resentimiento”.
Claro que D. Gregorio también tuvo su respuesta por parte de uno de los más asiduos clientes de los cafés, y propulsor de la tertulia del Café de Pombo, Ramón Gómez de la Serna: “Lo que a Marañón le ha faltado en la vida es más café”.

Si bien la eclosión de los cafés en Madrid la situamos a partir de la segunda mitad del siglo XIX, hay ya  durante el siglo anterior  antecedentes que los escritores costumbristas sitúan en la Fonda de San Sebastián, y en un local de la plaza de Santo Domingo.

El periodista y cronista oficial de la Villa de Madrid, Angel del Rio, en su libro “Los viejos cafés de Madrid”, dice que al permitirse la estancia prolongada en los cafés, a diferencia de las botillerías que sólo eran lugares de paso, “ se dio pie a que se conversara con tranquilidad, a que se discutiera apasionadamente, y a que a los ociosos que se pasaban media vida en estos locales, se les llamara en el argot castizo pierdetempistas”. Así nacieron las tertulias, los grupos de conversadores, las charlas(…)


CAFÉS LITERARIOS


El caso es que los cafés literarios constituyen por si mismos todo un reclamo turístico. Conservamos sus imágenes gracias al cine o a la composición que nos hemos hecho de ellos en nuestras lecturas e imaginamos donde se sentaba tal o cual escritor, o donde explicaba los trazos de su última obra cualquier artista. Llegamos a las ciudades y en todas las guías hay referencias a establecimientos de estas características.
En Venecia el Florián; en Buenos Aires, Tortoni, en Lisboa,  Chiado, en México D.F, el Tupinamba, y en París una larga lista desde que la capital francesa fuera la capital del mundo primero antes de las dos guerras mundiales, y posteriormente al termino de ambas contiendas con la aparición  de movimientos como el existencialismo.
El bulevar de Saint Germain-des –Prés- fue lugar de encuentro de intelectuales como Albert Camus  o Julio Cortázar. Sus cafés como el Flore vieron nacer,el existecialismo, una de las corrientes filosóficas más importantes del siglo XX de la mano de Simone de Beauvoir y su inseparable compañero Jean Paul Sastre, y justo enfrente, un café con el que ha mantenido una gran rivalidad “Les Deux Magots”,  por el que pasaron desde antes de la década de los cuarenta  Oscar Wilde, James Joyce, Hemingway o Picasso


MADRID Y SUS CAFES

Hubo en tiempo en que en Madrid había tantos cafés como ahora sucursales bancarias. Estás últimas han ocupado los lugares de los viejos cafés de los que muy pocos perviven en la ciudad. Fueron, como hemos visto, lugares de tertulias literarias, artísticas, políticas o taurinas.
Cafés como “El colonial, Fornos, Pombo , Gijón o La flor y nata”. Este último era uno de los que más frecuentaba Ramón María del Valle Inclán, incondicional seguidor  de las tertulias , como ocurrió también con Ramón Gómez de la Serna, animador de la vanguardia madrileña y que hizo famoso al Café de Pombo, y en particular a su sótano, “La cripta de Pombo”, donde se celebraban desde 1915 reuniones a las que asistían, entre otros, Tomás Borrás, José Bergamín, Gutiérrez Solana o Rafael Cansinos-Assens .
Asi nació, en Pombo, escribe Miguel Pérez Ferrero, en su libro “Tertulias y grupos literarios·,la tertulia más multitudinaria, chocante, divertida, atractiva, extravagante y a pleno humo, el de las cachimbas y los cigarros, literaria, exclusivamente literaria, que nunca había existido en Madrid, y que tenía, ni había tenido parigual, nos atrevemos a afirmar, en ningún lugar de nuestro planeta.”.
El café de Pombo, situado en la calle Carretas, fue  para muchos un parlamento literario, un lugar  obligado para los amantes de las letras.
Hoy ya no queda nada. Sólo el cuadro con el  que Gutiérrez Solana inmortalizó a algunos de los primeros contertulios

Si quedan el Comercial, en la glorieta de Bilbao y el de Oriente, en la plaza del mismo nombre. pero sobre todos está el Café Gijón, en el Paseo de Recoletos, que ha sobrevivido a todos los especuladores y a todos los avatares de la historia.
Se inauguró el 15 de mayo de 1888, fiesta de San Isidro, patrón de Madrid. Lo fundó, un  asturiano, Gumersindo Gómez, emigrante en La Habana que, a su regreso, quiso, con la creación de este local, perpetuar el nombre de su ciudad de origen.
La I Guerra Mundial hizo que el Café Gijón se convirtiera en un  lugar asiduo para tertulias políticas y de otra índole, que le dieron gran fama. Se dice que la mismísima Mata Hari se sentó en sus sillones, y que entre los primeros que lo frecuentaron estaban José Canalejas, Santiago Ramón y Cajal y Benito Pérez Galdós

Al término de la Guerra Civil, y cuando la mayoría de los cafés clásicos ya habían desaparecido, el Gijón se convirtió en cita obligada de las gentes de la cultura como Jardiel Poncela, Gabriel Celaya, Gerardo Diego, Antonio Buero Vallejo, Carmen Laforet, Ignacio Aldecoa, y Camilo José Cela.
En 1951 Fernando Fernán Gómez  fundó el premio de novela corta “Café Gijón”, que en su primera edición  ganó uno de sus habituales, César González Ruano.
Posteriormente también fueron clientes asiduos Francisco Umbral,Manuel Vicent .el humorista José Luis Coll y en la actualidad Arturo Pérez Reverte.
Es el Gijón, un café que tiene un  pequeño rincón en la historia de España como, de alguna forma, queda reflejado en la placa conmemorativa que recuerda su centenario:

                                 En los cien años
                                 del Gran café Gijón
                                 desde hoy declarado
                                 Gran Café de la Historia de España
                                 por todas las ideologías, artistas,
                                 escritores, músicos, actores,
                                 bohemios y profesiones varias.
                                 El tiempo en el espacio entre
                                 nuestros recuerdos .No destruyamos
                                 nunca el tiempo y los recuerdos que viven
                                 en este recinto.
                                 ¡Larga vida a esta cátedra de
                                   Humanidades y Letras!
                                     
     
BARCELONA Y SUS CAFES

En Barcelona  más que los cafés han sido los restaurantes los tradicionales lugares de encuentros de intelectuales, escritores y  artistas . Ciento setenta y tres años de vida contemplan a Les set  portes  (Las siete  puertas) que fundara en 1836 Josep Xifré i Cases, considerado el catalán más rico de la época.
Hizo construir las llamadas casas de Xifré en el Paseo de Isabel II, siendo él mismo el inspirador de los planos siguiendo el modelo parisino.
Instaló  allí su domicilio y sus oficinas  pero también un  café de lujo. El local tenía siete puertas y su primer responsable, Josep Cuyás lo llamó “Café de las 7 puertas”.
Tras una serie de modificaciones y nuevos propietarios es en 1929 cuando el matrimonio Morera cambia la denominación de café por restaurante, y se convierte casi desde su inicio en reunión habitual de políticos, periodistas, escritores y artistas.
Sin embargo, no es hasta 1942 cuando el restaurante es adquirido por Paco Parellada, un conocido restaurador de la época, que consiguió que el local fuese un negocio familiar que  ha traspasado a hijos, nietos y biznietos.
En el local queda constancia de quienes se sentaron  y degustaron su extensa carta de cocina catalana. Quedan placas inmortalizando  a reyes ,políticos, cientificos (Alexander Fleming), escritores (Lorca, Alberti, García Márquez, Cela) ,cineastas (Harrison Ford,Catherine Deneuve,Woody Allen,Lauren Bacall, John Wayne o Ava Gardner) ,músicos(Mompou,Lou Reed) y hasta revolucionarios como el Che Guevara.

Otro local emblemático de Barcelona es “Casa Leopoldo” que se fundó en 1929 coincidiendo con la Exposición Universal. Han trascurrido ochenta años y el restaurante sigue siendo una cita obligada para los amantes de la buena mesa, y en muchos momentos de la fiesta de los toros
Manuel Vázquez Montalbán, uno de sus más asiduos clientes  decía: “vengo de parte de Pepe Carvalho y pongánme lo que ustedes quieran”.Y es que las aventuras detectivescas de Pepe Carvalho y sus amigos Charo y Biscuter,entre otros, tenían siempre referencia a esa casa de comidas emblemática.
Xavier Más de Xaxás, en un artículo publicado en La Vanguardia hace unos años   escribió:  Manuel Vázquez Montalbán, el Perich, Joan de Segarra,Juan Marsé, entre otros, abrían ventanas desde las páginas de “Por favor” y, después de escribir, comían y se emborrachaban en Casa Leopoldo”
El restaurante ya era literario, además de torero y farandulero”.
Y es que los citados,además de Eduardo Mendoza, Maruja Torres, Terenci Moix, o Jaime Gil de Biedma, quién le escribió algún poema al restaurante, eran muy poco taurinos, por no decir nada, y a pesar de ello comentaron que Casa Leopoldo situado en pleno barrio del Raval  “consiguió integrarles incluso a los que tenían una actitud hostil, hostilísima ante la fiesta”.
El restaurante está regentado desde 1936 por la familia Gil. Actualmente Carla, hija de Rosa y el torero José Falcón, que murió en la Monumental de Barcelona en 1974, ha tomado el relevo de su madre y sigue haciendo de este establecimiento un lugar mágico donde degustar su excelente carta y sentir  la presencia de algunos de los grandes escritores de la literatura catalana y española  del siglo XX, y lo que llevamos del actual. “Casa Leopoldo” como escribió alguien “es una de las patrias de nuestro esencial mestizaje”

Tampoco hay que olvidar aunque sea brevemente  Els Quatre cats (Los cuatro gatos) situado en el Barrio Gótico y que fundado en 1887, fue local que reunió a artistas bohemios e intelectuales del movimiento modernista, como el músico Isaac Albéniz, el arquitecto Antoni Gaudí ,o los pintores Pablo Ruz Picasso o Santiago Rusiñol quienes colgaron en sus paredes sus primeros cuadros, incapaces de saber todavía el valor que iban a alcanzar con el paso  de los años.

CAFES DE HOY EN DIA

Junto a éstos restaurantes, éstas casa de comidas que perviven en la actualidad también se puede comer o cenar en el café literario Salambó, en el Barrio de Gracia, y que regentan la agente literaria Carmen Balcells y el escritor Pedro Zarraluki. El ambiente se presta a la tertulia y lo frecuentan habitualmente gentes de letras. Anualmente concede un premio literario que ha conseguido un  sólido prestigio. Lo ganó por primera vez, en 2001, Javier Cercas con Soldados de Salamina, y posteriormente han engrosado la nómina de ganadores Cristina Fernández Cubas, Alvaro Pombo, Javier Marías y Roberto Bolaño, entre otros.

Premios literarios, tertulias, fiestas de la cultura. Lugares donde alimentar el cuerpo y el espíritu. Degustar un buen café, un arroz negro, unos callos o excelentes caldos tintos, blancos o rosados . Abrir las páginas de un libro como en Laie, café/ librería en Barcelona, o la Buena vida, en Madrid ; sentir que de alguna manera en estas ciudades tan masificadas podemos todavía encontrar rincones donde aislarnos del mundanal ruido.
Murieron,ya lo hemos dicho, la mayoría de los viejos cafés, pero hay otros que han nacido como el de Ruiz,en el barrio madrileño de Malasaña, el Barbieri, en Lavapiés, o el Central en la plaza del Ángel .Sonidos, murmullos, charlas, y en algunos casos tertulias del pasado que recuperamos en un siglo que aún no tiene la mayoría de edad.



Eduardo Moyano

Fotos: Rocío Moyano y Francisco Maestre

BOSNIA: EL HORROR DE AYER


 Cuesta reconocer que hace tan solo unos años miles de personas murieron asesinadas en una guerra étnica, religiosa, política o como cojones queramos denominarla, que golpeaba, ante nuestra indiferencia, a la Europa del bienestar.  Yugoslavia, la amalgama de nacionalidades refundida por Tito, se convitió en un reguero de sangre porque al parecer cada uno de sus habitantes debía tener su propia identidad.

Alguien o algunos comenzaron a moverse por la senda del odio y lo que durante muchos años fue una convivencia pacífica en la que no existía origen étnico o  religión saltó por los aires sin que los vecinos de la rica Europa, ni siquiera el amigo americano se dignasen  decir nada . La pacificación de las fuerzas de Naciones Unidas llegó tarde. Cuando las cunetas y los campos estaban llenos de cadáveres y el odio se había instalado en cada rincón.Cuesta desgranar todo aquello y el cine ha contribuído y sigue haciéndolo al relatar lo que ocurrió a finales del pasado siglo y éste,cuándo
acababa de comenzar.

Acabo de recordar aquella carnicería con "Cirkus Columbia", la última película de Danis Tanovic que, con tono agridulce, nos lleva a los prolegómenos de la guerra de Bosnia-Herzegovina. En un pequeño pueblo cada hombre, cada mujer se preocupa por el día a día, como en cualquier otro lugar, pero los políticos,corruptos, están  avivando la llama olvidada del odio. Eran croatas,musulmanes, serbios,cristianos o ateos.Da igual. Se puede convivir. Pero siempre hay algún factor que acaba  con cualquier tipo de convivencia.
La película llegará a las salas comerciales uno de estos días y se suma a otros titulos vinculados a la guerra de Bosnia como "Antes de la lluvia", "Karaula", "Grbanica" que a través de un personaje femenino,recuerda las miles de violaciones que sufrieron las mujeres durante la guerra; o titulos de Emir Kusturica como "Underground" o "La vida es un milagro". Películas,éstas últimas, que demuestran la necesidad de contar lo que ocurrió aunque se utilize un tono sarcástico o que caricaturiza el entorno de la guerra.
Lo hizo también el propio Tanovic con "En tierra de nadie" donde a través de dos soldados,uno bosnio y otro serbio delimita la guerra , su entorno y la postura individual, que en el fondo representaba a los miles de habitantes de la zona, de los dos protagonistas.


También el cine europeo ha mirado aquella guerra con titulos como "Radio West",del italiano Alessandro Valori y en la que cuenta como tres italianos, tres jóvenes que han dedidido ir a kosovo en una misión de paz se dan ncuenta del sufrimiento y el dolor que provoca una guerra. También se acercó al conflicto el británico Michael Winterbotton con "Bienvenidos a Sarajevo" o incluso el español Gerardo Herrero que llevó al cine la novela de Arturo Pérez Reverte, "Territorio comanche".

Aquella mirada a la guerra de Bosnia se hizo a través de los corresponsales de guerra  algo que también ha utilizado Hollywood en alguno de sus titulos como "Las flores de Harrison" o "La sombra del cazador".

Algunas de estas películas no tienen gran calidad cinematográfica pero si la ventaja de que llegan al gran público, a un mayor número de espectadores que por ejemplo, la excelente "Cirkus Columbia"...Que actores y actrices de primera fila como Richard Gere,  Andie MacDowell o incluso Dennis Quaid en "Savior" tomen partido, es decir,que sean capaces de transmitir los horrores del conflicto a los espectadores es un hecho importante.
Hace muchos años,"los puristas", criticaban "Missing" de Costa Gavras porque era una visión de Hollywood sobre la represión de Pinochet. Creo que las actuaciones de Jack Lemmon o Sissy Spacek y la repercusión que tuvo aquella película ayudó a que el mundo supiera como se la gastaban los militares en Chile.

Yo creo que aquella película ayudó a salvar vidas y que Pinochet y sus secuaces acabasen siendo juzgados y encarcelados. En la antigua Yugolavia quedan pocas vidas por salvar pero el cine de Hollywood  y por supuesto el de cineastas como Tanovic han ayudado a que Karadzic o Mladic hayan dejado de ser impunes .

7/03/2011

PANTALLA MULTIÉTNICA


A pesar del retorno de muchos inmigrantes a sus países de origen, como consecuencia de la crisis económica, su presencia en el cine español se ha hecho cada vez más habitual en estos últimos años .La progresiva llegada de inmigrantes a España, a mediados de los años noventa, hizo que nuestros cineastas se preocupasen por esta presencia y las diversas reacciones que se produjeron en la sociedad española. Al mismo tiempo ese continuo flujo migratorio procedente sobre todo del Magreb; el África Subsahariana, el Este de Europa y algunos países latinoamericanos sirvió para que revisásemos nuestra propia historia y fuéramos conscientes de que habíamos sido un  país de emigrantes y que solo la bonanza económica, que se truncó con la crisis, nos privó de aquella condición.
VIAJES A ALGUNA PARTE
Los emigrantes forman parte de la historia del cine.  Desde sus orígenes, el séptimo arte ha  dejado constancia de la aventura que han protagonizado millones y millones de hombres y mujeres que han buscado, en otros países, mejorar sus condiciones de vida saliendo de la pobreza o consiguiendo la libertad que se les negaba en su tierra de origen.
Hollywood ha plasmado la odisea de los emigrantes en uno de sus géneros por excelencia, el western, con títulos como “Caravana de mujeres”, que podría tener su parangón en nuestro cine con “Flores de otro mundo”, de Iciar Bollain o “La conquista del oeste”, pero también en otros muchas películas en que los realizadores, gran parte de ellos de origen europeo, han querido dejar constancia de sus raíces. Chaplin, Ford, Kazan, Copolla, Leone o Scorsesse, son algunos de esos grandes cineastas que han incorporado la emigración a la pantalla grande. También el cine independiente en Estados Unidos se ha hecho eco del fenómeno migratorio e incluso cobró fuerza el llamado cine chicano que refleja la emigración centroamericana y mexicana a la mayor potencia del mundo.
El cine europeo, como el chicano, adoptó una línea más social en su valoración de las corrientes migratorias y realizadores como los franceses Bertrand Tavernier, Robert Guédiguian o André Techine, el italiano Gianni D’ Amelio, los belgas Dardanne, el alemán Fatih Akin o los británicos Michael Winterbotton, Ken Loach o Mike Figgis han constatado una realidad que, en el caso de estos países se ha hecho más patente que en España, ya que muchos inmigrantes, hoy ciudadanos de pleno derecho, pertenecen a la segunda o tercera generación.
España:memoria y presente.
Ha tenido que ser la llegada de los inmigrantes la que ha reactivado nuestro pasado. En el cine español ,hasta la democracia, apenas se ha constatado ni el exilio ni la emigración económica. A diferencia de otras cinematografías que han sufrido dictaduras como son los casos de Chile y Argentina, el cine español vivió su exilio casi en silencio. Sólo “En el balcón vacío”(1961), Jomi García-Ascott narró ,de alguna manera, la presencia de nuestros exiliados durante la dictadura franquista en México. Tampoco la emigración económica de los sesenta encontró hueco en nuestras pantallas. La censura se encargaba de que los españoles vieran con humor los muchos problemas que sufrieron nuestros emigrantes en países como Francia,Suiza o Alemania  (“Vente a Alemania,Pepe” de Pedro Lazaga) o que tuviesen una mínima expresión crítica (“Españolas en París”, de Roberto Bodegas). Desde mediados de los noventa  han sido varias las películas que han recordado nuestra presencia en Europa como “El techo del mundo”, de Felipe Vega; “Un franco,catorce pesetas”de Carlos Iglesias y el excelente documental “El tren de la memoria”,de Marta Arribas y Ana Pérez que describe, con sus protagonistas, las difíciles condiciones de vida que tuvieron que soportar los emigrantes españoles en Alemania.
No obstante hay dos grandes películas que narran la emigración interior, la que se produce en España de finales de los cuarenta a los primeros sesenta. Se trata de “Surcos”, de José Antonio Nieves Conde, una película que describe como ninguna otra la indefensión de los hombres del campo en la gran ciudad, y toda la corrupción que se generaba en aquellos años; y  “La piel quemada”, de Josep María Forn que nos introduce en la Costa Brava, en los primeros años del turismo, y la llegada de mano de obra procedente de las regiones más depauperadas de nuestro país.
PATERA Y MUERTE
Pateras,cayucos, ¿cuántos hombres y mujeres han perdido la vida intentando alcanzar las costas españolas? No sabremos nunca la cifra exacta. Sabemos que algunos murieron en el mar y que otros, jamás aparecieron.”Las cartas de Alou”, de Montxo Armendáriz; “Bwana”, de Imanol Uribe, “Said”, de Llorenç Soler o la más reciente “Retorno a Hansala”, de Chus Gutiérrez ahondan en la tragedia y en la supervivencia. En este sentido “Retorno a  Hansala” nos lleva a los orígenes de la inmigración. Las condiciones que se dan para que unos jóvenes dejen su aldea y se embarquen en un aventura de incierto futuro. Es una excelente película que no tuvo la promoción deseada, ni los premios que hubiera merecido. No ocurrió lo mismo con “14 kilómetros”, de Gerardo Olivares, primera película española en conseguir la Espiga  de Oro en Valladolid, y que también viaja a los orígenes para conocer las inquietudes de tres jóvenes que tienen como meta alcanzar  la costa española. Algo similar a lo que ocurre en Francia y Gran Bretaña con el canal de la Mancha de por medio y que en 2009 dio como resultado ,“Welcome”,película del francés Philippe Lioret que narra la aventura de un joven kurdo intentando alcanzar la costa británica .
INMIGRANTES sin MALETAS
Siguen llegando con  lo puesto y sobreviven en nuestra sociedad. España ha dejado de ser rica y se compite por un puesto de trabajo. Hace años lo contaban ya Enrique Gabriel con “En la puta calle”,Alex Calvo-Sotelo en  “Se buscan fullmontis”  o José Antonio Quirós en “Pídele cuentas al rey”. Veíamos tangencialmente a los inmigrantes en ¿Hola estás sola?, de Iciar Bollain, “Tapas”, de José Corbacho y Juan Cruz  o  “París-Tomboctú”, de Luis García Berlanga.
España ya no es una isla en Europa. Hace años que nos integramos y a pesar de las dificultades económicas por las que atravesamos formamos parte de esa sociedad del bienestar. No llegarán tantos inmigrantes pero lo seguirán haciendo porque buscan huir de la miseria y encontrar la tierra prometida. Lo ha contado en 2009 el veterano  Costa Gavras con “Al este del Edén” una fábula sobre la paradisíaca Europa y como los inmigrantes son utilizados laboral, social o incluso sexualmente.  En “Rabia”, la producción española  dirigida por el ecuatoriano Sebastán Cordero, que ganó la última edición del Festival de Málaga, hay una metáfora sobre la inmovilista ,cerrada y claustrofóbica sociedad occidental y  la imposibilidad de integrarse a quienes buscan formar parte de ese mundo. Hay un grito de impotencia y desesperanza. Tanto o más que el planteado por el serbio Goran Paskaljevic en la inquietante y desalentadora “Honeymoons”, otro de los estrenos en España en 2010,donde un clima de intolerancia ,odio  e insolidaridad se extiende por diversos países europeos.
A pesar del tono pesimista de las películas que han abordado el tema de la emigración en estos últimos años ,dejemos una puerta abierta a la esperanza. El cine nos lo seguirá contando.

REVISTA AIGSE . 4º trimestre 2010

ESPAÑA YA NO ES DIFERENTE.ESPAÑA ES CULTURA

Cultura.”Spain is culture”. Lo crean o no, España se abre al mundo a través de su cultura y no por mor de choriceos y corrupción. La ministra Sinde presentó en el Reina Sofía un portal que pretende abrir al mundo nuestra cultura. Nuestro patrimonio cultural, el contenido de nuestros museos, una agenda cultural ordenada, etc permiten al visitante del portal (www.cultura.gob.es) acceder a los cinco millones de fichas descriptivas de obras de arte que contiene y a los más de veinticuatro millones de imágenes.
Este portal hace que no seamos diferentes, que estemos abiertos al mundo y que nuestra cultura esté al alcance de todos. Solo unas horas después la ministra Sinde vió como la guardia civil desarticulaba una trama que desviaba fondos de la SGAE(Sociedad General de Autores) a través de empresas privadas. Como resultado más de una docena de personas detenidas con el presidente de la SGAE, Teddy Bautista a la cabeza. La ministra ha declarado que “el primer objetivo es que se esclarezca y que por encima de todo solo puede tener respeto por la decisión judicial”.
Eso que se esclarezca y que sepamos si los 400 millones de euros que supuestamente faltan han engordado o no el patrimonio de unos pocos a costa de quienes creen en la creación y confían en la gestión de una entidad. Resulta que en esto no hemos cambiado. Que pegas una patada y salen “chorizos” de todos los rincones. ”Los listos” y los corruptos se siguen riendo ante nuestras propias narices y se burlan de cualquier crisis. “Ellos” siempre han ido a 120 aunque a los demás nos rebajasen los límites a 110.
La cultura siempre nos ha hecho más libres pero la corrupción socava los cimientos de una sociedad y hace poco creíble todos los buenos propósitos. En el mundo de la cultura si no te prohíben te roban.
Hace unos días me comentaba el director de una escuela de escritores que ahora se busca la formación integral de los mismos. Es decir, que junto al aprendizaje de la técnica literaria aprendan a defenderse cuando firman un contrato. Y es que acabar una novela no es el final es el principio porque del tipo de contrato que hagas depende tu futuro.
Antes te prohibían  o te mandaban a la cárcel por pensar ahora creas para engordar las cuentas de otros. Sigue siendo triste. No sé si irme a la China para ver “La fundación de un partido” sobre el nacimiento del comunismo en el país más poblado del mundo. Los chinos no pueden quedarse sin ver a Mao y además tendrán que alabarlo porque la censura prohíbe las malas críticas. La taquilla, ni que decir, asegurada, porque se proyecta en la mayor parte de las 6.000 salas con las que cuenta el país.
Puede ser una idea. A este paso aquí vamos tener prohibido que haya malas críticas a la corrupción.

EL AMBIGU.LA VOZ DE CADIZ.4-07-2011

SE NECESITAN ESPECTADORES



Se buscan clientes. No se necesita experiencia'. El otro día me topé con este cartel en un quiosco de Triana. El dueño buscaba más que aficionados a la 'cervecita', debutantes en una relación que dura toda la vida, hasta que el médico te separe.
Esa búsqueda de 'clientes' se expande por todos los ámbitos. No hace falta tener experiencia para caer en una hipoteca para toda la vida; para casarte o ni siquiera para leer un libro, visitar una exposición o ir al cine. No se nace con experiencia. Se aprende. Nuestras gentes de la cultura, los que mueven el 'cotarro', deberían aplicarse el cuento, y colocar carteles por todas las ciudades del denominado estado español. 'Se necesitan espectadores. No se necesita experiencia'. A nuestro cine le iría fetén. ¿Se imaginan que alguien se acercase a ver una de nuestras películas sin que apareciera Santiago Segura como álter ego de Torrente? Resulta impensable viendo los resultados en taquilla de la saga del casposo personaje que ha competido con Hollywood y con esas otras sagas que incluyen piratas del Caribe o cualquier otro mar. El cine es marketing. Una buena campaña hace que poco importe el trabajo de creación. Puedes ver excelentes películas que si no son respaldadas se quedarán 'sin clientes'.
En los últimos días he visto algunas que deberían atraer a veteranos y noveles, pero es difícil. Por ejemplo, 'Naufragio', del donostiarra Pedro Aguilera es, cuánto menos, una película diferente. No trata la inmigración desde el realismo social. Su mirada comulga más con el realismo mágico y con el miedo a la diferencia, a la presencia del otro. Este fin de semana se ha estrenado en algunas ciudades españolas y en los próximos meses llegará a otras comunidades, como Andalucía. Con actores convincentes, muchos de ellos no profesionales o poco conocidos por el gran público y una realización poderosa, 'Naufragio' es una de esas películas que se salen de los caminos más tradicionales y que debería encontrar 'clientes' con o sin experiencia.
Si Pedro Aguilera con su segunda película, antes dirigió 'La influencia', es un director a tener en cuenta, hace ya varios años que el nombre de Ricardo Darín es una llamada a los 'clientes'. 'El secreto de sus ojos' fue el último éxito en España de este actor cuya sola presencia es un gancho para que las salas suban la media de espectadores. 'Un cuento chino', que se estrena ahora en España, ha tenido su mejor campaña publicitaria en el rostro de este actor argentino al que Hollywood nunca ha llamado a su puerta.
Darín es convincente en todos sus papeles. 'Un cuento chino' es una comedia agridulce en la que interpreta a un ferretero solitario cuya vida comienza a cambiar con la llegada de un inmigrante chino que ha viajado a Buenos Aires, tratando de olvidar un accidente que ha transformado cualquiera de sus planes de futuro. El Darín de esta película ,que dirige Sebastián Borensztein, es taciturno pero también solidario y compasivo. No siente miedo a la diferencia y cuán quijote planta cara a cualquier molino de viento cuando se produce una injusticia.
'Un cuento chino' no es Torrente; ni pirata; ni siquiera Shrek. Es Ricardo Darín. Ya saben 'se buscan clientes. También aquellos que no tengan experiencia'.

EL AMBIGÚ. LA VOZ DE CADIZ 19-06-2011

CINE Y GUERRA CIVIL


Fácilmente podemos encontrar más de dos centenares de películas relacionadas con la Guerra Civil Española. Ya durante el conflicto la  industria de Hollywood  rodó varios filmes sobre la guerra y algunos cineastas europeos también quisieron narrar el horror que se vivió en las tierras de España. Títulos como “Bloqueo”, con Henry Fonda y Madelaine Caroll; “The Last train for Madrid”,con Dorothy Lamour o “Love Under Fire”, con Loretta Young y Don Ameche.

Primeras figuras del Hollywood de los treinta que después, en 1943, produciría “¿Por quién doblan las campanas?” con dos de las estrellas rutilantes de aquellos años: Gary Cooper e Ingrid Bergman. Basada en una novela de Ernest Hemingway la película muy poco tuvo que ver con la realidad que dividió y enfrentó a los españoles durante los años treinta. Ni que decir tiene que no se pudo ver en España hasta el final del franquismo.

También hay títulos mucho más cercanos a la realidad que se vivió durante aquellos tres interminables años como “Sierra de Teruel”, del escritor, político y cineasta francés André Malraux o la excelente “Tierra de España”, de Joris Ivens con guión entre otros de John Dos Passos y  Ernest Hemingway, y narración de éste último y de Orson Welles. La versión francesa tuvo otro narrador de excepción: Jean Renoir.
No hay que olvidar tampoco la producción anarquista que produjo varios títulos de interés. A finales de 1936 el sindicado anarquista CNT era mayoritario en el sector del espectáculo  y unificó todos los salarios de los trabajadores  de la industria del cine. Durante poco menos de un año trabajaron en aquella industria, en plena guerra civil, en torno a 6.000 personas ,y se produjeron  unos cien títulos entre cortos, documentales o largometrajes como “Castilla se liberta”, “Aurora de Esperanza” y “Barrios Bajos”.  Todo aquel proyecto anarquista  está recogido en un documental reciente y recomendable, “Celuloide colectivo”, de Oscar Martín
El franquismo sustentó lo que después se convertiría en una filmografía absolutamente propagandística en las películas que rodó durante la guerra como “Sin novedad en El Alcázar” y alguna en los estudios de CINECITTA en Roma. Uno de aquellos títulos fue “Frente de Madrid”(1939) dirigida por Edgar Neville, uno de los grandes realizadores del cine español, que buscó un final de corte pacifista, lo que no gustó nada al naciente régimen. Se dice que en Roma  comenzó a gestarse el  llamado “cine de cruzada” que durante la década de los cuarenta y parte de los cincuenta produciría un sinfín de títulos abiertamente propagandísticos en que se ensalzaban  las virtudes de la raza, el patriotismo, la lealtad,la familia  o el espíritu religioso de los españoles. Títulos como “Raza”, “Balarrasa”, “”Escuadrilla”, “El santuario no se rinde” o “la fiel infantería” son ejemplos significativos hecho única y exclusivamente a mayor gloria del régimen
Antes de la desaparición del franquismo algunos cineastas, durante los sesenta, abogaron por la reconciliación entre las dos Españas. Títulos como “Tierra de todos”, de Antonio Isasi-Isasmendi  o “La orilla”, de Luis Lucia son dos de los más destacados.
De aquellos años son también algunas películas sobre los exiliados como “La guerre est finie”, de Alain Resnais o “España otra vez “,de Jaime Camino, con guión de Camino, Alvah Bassie  y  Román Gubern.
Gubern, catedrático, crítico e historiador cinematográfico en su libro “Cine español en el exílio” recuerda que más de un centenar de profesionales se marcharon de España durante la guerra  para establecerse y trabajar en otros países. Ésta hemorragia migratoria iba a convertirse en un factor decisivo para explicar la degradación del cine español ,especialmente, durante los años cuarenta.
La muerte del general Franco abrió las puertas a los cineastas que no habían podido expresar libremente sus ideas durante más de treinta y cinco años. Desde “Las largas vacaciones del 36” hasta  “Los días del pasado”, pasando por títulos como “La vaquilla”, “Madrid” “Tierra  y Libertad”, ”La lengua de las mariposas” , “Libertarias”  o “La niña de tus ojos”, hemos visto, desde todos los ángulos, un cine que nos ha acercado a nuestra historia reciente y ha reflejado los horrores de la guerra. Y ahora setenta y cinco años después el cine sigue llevando a la pantalla nuevas historias como las recientes “Las trece rosas”, “El laberinto del fauno”, ”Los girasoles ciegos”, ”la buena nueva” , “El perro negro” o ”Pan negro”  y además crecen los documentales que ahondan en aquella terrible contienda como los recientes “Las cajas españolas” o “Por los caminos de la memoria” sin olvidar títulos como “Caudillo”, “Exilio” ,”Los niños de Rusia” o “Extranjeros de sí mismos” ,que se han  convertido en un elemento esencial para explicar la Guerra Civil.
Aquella fue una guerra en la que todos perdieron, pero dónde existió un bando que se empeñó en que sólo había habido unos derrotados.
Durante cerca de cuatro décadas  buscó borrar del mapa a todo aquel que no comulgase con la ideología del régimen nacionalsindicalista .Nunca buscó la reconciliación y se empeñó en fomentar las dos Españas. La cárcel o el silencio. Muchos vivieran el exilio interior y  otros tuvieran que vivir y morir muy lejos de su tierra.  El cine es y ha sido la voz de la memoria. Nuestra memoria está llena de fotogramas, de imágenes imborrables que permanecen con nosotros hasta el final de nuestros días. Ese cine deja las páginas abiertas de nuestra historia, las heridas que aún permanecen hasta que algún día ayude a cerrarlas

11/22/2010

MENDOZA RECIBE EL PLANETA








Eduardo Mendoza, discreto como siempre , presentó en Madrid, esta semana, la novela “Riña de gatos”, que ha merecido el premio Planeta 2010. Mendoza poco amigo de los actos públicos, tuvo como maestro de ceremonias a su amigo, el actor Pepe Sacristán, quién con palabra fácil, como siempre, desbrozó las claves de una obra que se desarrolla en un Madrid a las puertas de la guerra civil. Sacristán definió al autor barcelonés como un fabulador que incluye en sus narraciones a “todos aquellos que hacen historia y a los que la padecen” .
No cabe duda que el Planeta es un seguro de ventas y este año, además, está avalado por un gran autor(La verdad sobre el caso Savolta”, “La ciudad de los prodigios”, “La aventura dhttp://www.blogger.com/img/blank.gifel tocador de señoras”, etc), que hará seguir creciendo las estadísticas del premio literario más codiciado económicamente en España y que lleva vendidos, desde que se creara, cuarenta millones de ejemplares.
A muy pocos metros del hotel donde se presentó la novela de Mendoza y de la finalista, la escritora valenciana Carmen Amoraga por “El tiempo mientras tanto”, decenas de personas se agolpan para acceder al Museo del Prado demostrando su pasión por Renoir, protagonista de una de las exposiciones estrella de la temporada junto a la muestra de uno de los maestros de la pintura barroca, Rubens, del que la pinacoteca madrileña posee la mejor colección del mundo. Doble “R” pictórica para reafirmar la atracción de un museo que, por si sólo, atrae la atención de miles y miles de visitantes cada año.
Que más querría el mundo del cine que le prestaran algunos de esos miles de espectadores que contemplan a Renoir, Rubens o se quedan extasiados con los Velázquez, los Goya o los Murillo. Y a pesar de la crisis y del defenestrado Guardans siguen surgiendo nuevos festivales. Acaba de terminar el de cine Europeo de Sevilla, comienza el de Cine Iberoamericano de Huelva y se presenta el de cine político de Ronda. Será el día 27 cuando abra sus puertas este certamen que comienza ofreciendo un homenaje a Ken Loach y que presentará su última película “Route Irish”. Para que la fiesta sea completa también estará en Ronda Paul Laverty, guionista habitual de las películas de Loach y que ha escrito el guión de la última cinta de su mujer, Iciar Bollaín, ”También la lluvia”, que clausurará el festival.
Aunque la película que nos representará en los Oscar no se estrenará hasta el siete de enero, se está exhibiendo ya en varios festivales y somos muchos los que hemos tenido ocasión de comprobar el excelente trabajo de la directora y de los actores que intervienen en “También la lluvia”. Cine dentro del cine para hablar de la conquista de América y de nuestros días; comprobar cómo los indígenas siguen siendo explotado y cómo tienen que seguir luchando por derechos tan elementales como el consumo de agua. Ya habrá más tiempo para hablar de este película. Por esta semana cierro el grifo.

(LA VOZ DE CADIZ)

HASTA SIEMPRE. MR. BERLANGA

Tenemos suerte de haberte conocido. Tenemos suerte de haber caminado por Villar del Río. De soñar con que los Reyes Magos disfrazados de Mr. Marshall iban a hacer realidad nuestros pequeños deseos. Incluso tenemos que agradecerte que nos subieras a un motocarro en Nochebuena y aceptásemos de buen grado el frío, en una ciudad de provincias.
Nos dijiste no a la pena de muerte cuando aún en nuestro país se aplicaba el garrote vil y trataste con ternura los milagros en años en que la Iglesia y el Estado se confundían.
Siempre fuiste independiente . De todas tus películas tengo algo que recordar . No sólo al imperio austrohúngaro. De cada una de ellas tengo una escena, un diálogo, una frase que me hace sonreír y reafirmarme en lo sabio que eras.
Nadie ha conocido mejor a las gentes de este país que tú. Has caricaturizado todo lo intocable porque en el fondo lo que nos gusta a los españoles es reírnos de nosotros mismos. Nos reímos del fracaso y las miserias de los otros aunque seamos nosotros mismos los que las padezcamos.
En tu “Vaquilla”, que no superó la censura franquista y que pudiste estrenar avanzados los ochenta ,vemos una guerra diferente, un acercamiento a los dos bandos y la mirada nunca destructiva ,siempre llena de ternura hacia tus personajes . Son muchos, todos hablan a la vez. Haces que no haya protagonistas, que cada actor tenga su minuto de gloria.
Antes de que estuviésemos en tu guerra civil encerraste a los españoles en la “Escopeta nacional”, y en las otras dos películas que completaron la saga. Juegas con aristócratas, políticos, empresarios, curas, starlettes u obsesos sexuales. Pegas palos a diestro y siniestro pero no lo haces con maldad e incluso eres capaz de llevarlos a todos a la cárcel, cuando la corrupción todavía no había crecido a los extremos que alcanzó después.
Siempre la sonrisa, pero tu cine, además, nos ha ayudado a que fuésemos capaces de preocuparnos por lo que ocurría a nuestro alrededor. Siempre, decía, la sonrisa, pero hay excepciones que nos hablan de soledad y de incomunicación . Hay un “Tamaño natural” en todos nosotros cuando se produce el paso del tiempo. Tu lo contaste y también nos dijiste os dejo mi testamento, con mis obsesiones, mis deseos y en definitiva, mi mundo.
Ese mundo es el de todos nosotros, los españolitos de a pie, que en este sábado de otoño, han perdido a su mejor cronista. Gracias Mr. Berlanga

ELVIRA LINDO. "Lo que me queda por vivir"

- “ Mi libro contiene toda la esperanza .El título es como una especie de suspiro de alivio y la confirmación de que las personas aprendemos a vivir “

- “No he querido hacer una crónica de los ochenta. La novela refleja la vida de una mujer joven durante aquellos años”.



Hay árboles frutales en el jardín de Elvira Lindo, y una pequeña piscina en la que imaginamos a la escritora huyendo del calor veraniego, en el Madrid del asfalto. Su casa y las aledañas son como una isla a muy pocos metros de avenidas como Ramón y Cajal y calles como Alfonso XIII.Nos acomodan en una sala amplia y nada agobiante y a los pocos minutos aparece Elvira, con blusa blanca y pantalón gris .Se la ve bien. Alegre y cada vez más segura a medida que avanza la conversación.
Aunque nunca ha dejado de escribir y la hemos leído en diversos medios de comunicación, vuelve ahora a las librerías con su nueva novela “Lo que me queda por vivir” (Seix Barral) en que relata la historia de una mujer joven en el convulso Madrid de los años ochenta. No es una novela lineal y si de continuos saltos en el espacio y en el tiempo. Cuenta las vivencias de una mujer ,”Antonia”, que tiene ,como reconoce la propia Elvira Lindo, una vida parecida a la que ella tenía en aquellos años. “Efectivamente-nos dice-hay cosas que se parecen a mí pero hay otras muchas que están inventadas. El personaje que tiene más similitud con la vida real es el del niño (Gabi), ya que buscaba un personaje que tuviera entidad, personalidad y que al mismo tiempo interviniera en la vida de los adultos. Tuve la suerte de haber sido madre y haber tenido un buen modelo al que seguir”.
Durante más de una hora charlamos sobre literatura, periodismo, radio o el tiempo que le ha tocado vivir. Y a lo largo de la conversación dos nombres propios Antonio Muñoz Molina y Antón Chejov son los más repetidos. Ésta fue la entrevista
-El germen de” Lo que me queda por vivir “, cuenta en el prólogo, nace de cuatro folios muy sencillos sobre una madre que va al cine con su hijo de cinco años , una de esas noches de diario en que los niños no suelen salir de casa. El escenario es la Gran Vía de Madrid . El niño se lo toma como un regalo. La madre pasa por un mal momento en su vida.
“Escribí aquellos cuatro folios, lo llamé “El huevo kínder” y se lo di a leer a Antonio (Muñoz Molina,su marido) y a mi hijo. Cuando vi su reacción comprendí que tenía que ser algo más importante. Sin embargo, tardé varios años en decidirme a escribir la novela. Había algo muy intenso, muy emocional y tenía que encontrar el tono apropiado. De hecho escribí muchos más folios, pero quería que se quedara en el esqueleto,en lo esencial.
¿En ningún caso hablamos de una crónica del Madrid de los ochenta?
Creo que el lector lo que hace es entrar en la cabeza de una mujer joven, que está perdida, sola y desasistida. No quería hacer una crónica de los ochenta ,ya se ha escrito mucho y se han idealizado aquellos años. Para mí no fueron ideales desde un punto de vista personal y ni siquiera a nivel social o cultural. La droga arrasó con la vida de muchos de mis amigos , y en cuanto a la cultura había un camelo tremendo .Quedaron dos o tres personas que fueron los que siguieron trabajando y el resto desapareció.
La novela comienza con la protagonista reencontrándose con Madrid y el Café Lyon, situado en la calle Alcalá, y actualmente desaparecido. Años atrás, ella, y otras jóvenes con inquietudes querían codearse con los intelectuales de la época y sentarse en las viejas mesas del establecimiento ,que llamaban “los mármoles de la literatura”.
Sí, ahí me sitúo en el momento en que “Antonia” tenía diecisiete años e iba al instituto. La gente joven a la que nos gustaba leer estaba influenciada por los medios de comunicación que en aquellos momentos eran fundamentales en España, porque se estaba haciendo un país diferente de un día para otro. Había gente como Paco Umbral que te contaban en sus columnas historias de café y a mí, como a la protagonista, me llenaba la “cabeza de pájaros”. Creía que entrando en el Café y con tocar el mármol de las mesas me iba a convertir en algo. Y no fue así. Hubo gente que sí ,algún poeta que desde muy joven, encontró el camino de la literatura . A mí me costó. Mi camino fue mucho más largo.
El título de la novela, “Lo que me queda por vivir”, es casi una declaración de intenciones, y una puerta abierta al tiempo en que vivimos y al que tenemos por delante.
En mi libro se contiene toda la esperanza. Refleja una etapa de confusión en la vida de una persona. Entonces, el título para mí, es como una especie de suspiro de alivio y la confirmación de que las personas aprendemos a vivir. Es además el título de un bolero muy bonito que cantaba la cubana Omara Portuondo. La letra, “lo que me queda por vivir serán sonrisas…” , viene a decir que lo que le queda van a ser alegrías porque “Antonia” ya ha vivido todos los capítulos de dolor. Escuché el bolero y enseguida pensé que se parecía a la historia del libro.
Ha escrito que se trata de una novela, pero con tan pocas trampas, que sintió miedo al entregarla.¿Por qué?.
Porque me di cuenta cuando la estaba escribiendo que sonaba a verdad. Pienso que sólo se podía escribir en el tono que tiene pero, por otro lado, me producía miedo. Pensaba, esto parece una confesión y realmente es una construcción literaria.
En la literatura española hay una especie de temor a todo aquello que tenga un tono sentimental, arrebatado, o que sobrecoja. Durante el tiempo que fui ideando la novela, leí varios autores que me ayudaron a construirla y especialmente a Chejov.Su literatura contribuyó a que simplificara el lenguaje al máximo y cuando lo simplificas, todo parece más de verdad.
Ya me ha dicho antes que el niño, Gabi, ha tenido un modelo definido pero hay otros personajes que acompañan de una otra forma a “Antonia”, en el devenir de la narración. La madre, la tía Celia o los amigos como “Jabato”. ¿Ha tenido que buscar mucho en su memoria para encontrar un personaje como él?
“Jabato”-tú has trabajado en RNE-es una mezcla de personas a las que hemos conocido.”Jabato “ (ríe) es un personaje de RNE. He conocido a hombres como él que poco a poco fueron ascendiendo en aquel medio público. Muchas veces la gente entraba sin suficiente preparación ,pero con el tiempo se convertían en excelentes profesionales. La radio fue una gran escuela, por lo menos para mí.
¿Tan buen recuerdo guarda de su paso por la radio que ha querido que su protagonista fuera locutora y después guionista como Ud.?
Yo entré en RNE con diecinueve años y tomaba café con señoras de casi sesenta o con el señor que escribía las cartas de Elena Francis. Había una mezcla muy interesante con la gente que había estado en la emisora durante el franquismo y los que llegábamos con ideas muy diferentes. ¿Qué como pudimos convivir? Pues convivimos. A finales de los setenta y durante los ochenta existía ese afán por convivir y ayudar al cambio que se estaba produciendo en el país. Ahora, sin embargo, veo un retroceso en nuestra convivencia.
Cómo es ese retroceso .¿ Ve un país muy diferente al de los ochenta?
Es un país muy contradictorio porque por un lado hay una falta de contención increíble. Ahora pones la radio ,la televisión o incluso lees un periódico y se ha colado una forma de hablar o escribir que no es que sea popular, es ordinaria. Se ha vulgarizado el lenguaje. Y por otro lado ,creo que es una sociedad más puritana, que convive con lo políticamente correcto. Este libro habla de la juventud de otra época ,veinte o treinta años atrás, y la protagonista tiene una vida como la de otras muchas jóvenes de aquellos años que vivieron experiencias vitalmente inolvidables, no porque fueran maravillosas, sino porque no se pueden borrar de la memoria.
Lo que dice me lleva a una frase que aparece en su novela: “El pasado no se borra”(pag.147).
Yo con el pasado creo que tengo una buena relación. Para el escritor, la infancia es un tesoro de la que puede ir sacando cosas toda la vida. Yo pasé malos momentos cuando tenía nueve o diez años con la grave enfermedad de mi madre .Tuve una época de crecimiento dura pero ahora he conseguido relacionarme bien con aquel tiempo. Es algo que me enriquece , a pesar de que a veces me hace sufrir un recuerdo y me pongo melancólica, pero he borrado la posible incomprensión hacia las personas que vivieron conmigo aquellos años. Ese pasado soy yo con todo lo que vivido.
¿Y el presente ?
Creo que vivo una época de mi vida serena que sólo se ve alterada cuando tengo que mostrarme públicamente. La incomodidad de hacerme visible y contar mis cosas me hacen más tímida de lo que soy. Miro para atrás sin furia y sin rencor y pensando que todo lo que he sufrido y también disfrutado, me sirve para escribir. Actualmente hago una especie de debe y haber y si hay algún problema, a los dos días, supero las cosas porque me doy cuenta de lo que tengo.
La muerte aparece en las páginas de su novela pero, de alguna manera, hace que todos estén vivos en el recuerdo de la protagonista.
En todo lo que escribo la muerte está muy presente ,porque de manera real siempre ha estado en mi vida. Me quedé huérfana a los 16 años, pero mi madre, como te he comentado, estuvo enferma desde que era una niña. Mi abuelo también murió cuando yo era pequeña. Sabía que significaba que muriera alguien.
Gran parte de mi familia está enterrada en un pequeño cementerio de un pueblo que se llama Ademuz, que es de Valencia, y claro la última vez que fuimos al cementerio los hermanos, vino también Antonio (Muñoz Molina). Al ver las tumbas comienzas a hablar de tu infancia y parecía que le íbamos presentando a Antonio a los muertos como estuvieran vivos, y la verdad es que fue muy emotivo.
Hay un pequeño detalle en el libro ,el pueblo se llama Ademuz y es el título de un capítulo de Antonio en “Sefarad”. Le dije-mira- he puesto el mismo nombre, y fue él quién me pidió que no lo cambiara porque era una forma de que conectáramos los dos. Además el pueblo que tenemos en la cabeza es el mismo y la tía que sirve de inspiración es la misma. En su narración está muerta y en mi caso la estoy recordando viva. Me pereció bonita esa conexión entre nuestros libros.
¿Cómo es la relación que establecen A.Muñoz Molina y Elvira Lindo a lo hora de comentar sus trabajos, de leer lo que han escrito?
Es una relación muy estrecha, parecería obvio porque estamos casados, pero no, los dos nos pedimos consejos, nos enseñamos, somos los primeros lectores el uno del otro y ,no sé, creo que nos hacemos caso en lo que nos decimos. Si Antonio me dice algo yo le hago mucho caso, no por ser el escritor que es, no es la razón fundamental, sino porque lo que me va a comentar sobre la novela es lo que haría con su propio libro.
¿ Le ha ayudado la distancia a la hora de construir su novela?,¿ Su estancia en Nueva York le ha permitido hurgar en el pasado para recrear a Antonia y al resto de personajes ?
Es indudable porque he podido mirar aquellos años con una madurez que he tardado en adquirir. Creo que soy una persona que ha madurado tarde, tal vez porque me sometí muy pronto al mundo. Y el habernos ido a vivir en Nueva York, en 2001,creo que psicológicamente te distancia de los miedos que puedas tener y te hace ser más emprendedora en los proyectos que te habías planteado. Empecé a escribir de forma diferente y algunos lectores me pedían que escribiese como antes, pero yo buscaba otras cosas. Siento que la persona que escribe esta novela se parece más a mí.
¿Eso no significa que se arrepienta de todas las cosas cómicas que ha escrito, y de un personaje como “Manolito gafotas”.
No, en absoluto, me han ayudado mucho en mi profesión. Con “Manolito” me he reconciliado, es lógico, había acabado un poco harta. Ahora en Turquía quieren hacer una serie de televisión, y es que creo que lo mediterráneo tiene muchos puntos en común proceda del país que proceda. Seguro que habrá algún niño turco parecido a “Manolito”, y la estructura familiar de una familia turca no debe porque variar mucho de una española.
Un “Manolito” que nació en la radio. La voz, la palabra tiene también mucha fuerza en tu novela.
Este libro, de alguna manera, es un homenaje a la radio, a aquella radio tan libre y creativa a la que llegué sin cumplir los veinte. La voz es muy chivata, por eso la descripción de las voces es importante en el libro. Sí cuando hacía el programa, estaba pasando una mala racha, yo era la primera en notarlo, porque me bajaba el tono de voz.Sabía que la radio tenía que aparecer en algo que yo escribiera.

NOCHE Y DIA: "NA DE NA"

Coches, motos ,aviones y carreras. De Cádiz ni rastro. “Noche y día “ es una nueva entrega de la aburrida y previsible Hollywood. No quiero decir con ello que la película sea inaguantable, no, es para pasar el rato, y sobre todo si tenemos estropeado el aire acondicionado. Tom Cruise y Cameron Díaz son una pareja talludita que no desprenden demasiada química y que nos cuentan una de espías. Para él no hay misión imposible y ella se pasa medio metraje acompañándole en la inopia . También deben vivir en el mismo lugar los productores, el guionista o el director de este “thriller” que intenta destilar humor, y que se queda en ridículo cuando trasladan los sanfermines a la mismísima Sevilla. Sevilla si está reconocible en la película y se agradece a su ayuntamiento los servicios prestados para el rodaje, pero no a Cádiz, a la que no reconozco, ni siquiera en las playas que aparecen que son de Jamaica. A lo mejor alguien me dice que aparece un chirigotero o que las sillas donde se sientan eran de su abuela, pero sería hilar demasiado fino.
James Mangold ,que dirigió acertadamente hace un par de años “El tren de las 3:10”, no le da fuerza a una historia previsible del primer al último fotograma. Ah, en la sesión de las cuatro estuve sólo en la sala donde se proyectaba . No tengo aire acondicionado.