Fácilmente podemos encontrar más de dos centenares de películas relacionadas con la Guerra Civil Española. Ya durante el conflicto la industria de Hollywood rodó varios filmes sobre la guerra y algunos cineastas europeos también quisieron narrar el horror que se vivió en las tierras de España. Títulos como “Bloqueo”, con Henry Fonda y Madelaine Caroll; “The Last train for Madrid”,con Dorothy Lamour o “Love Under Fire”, con Loretta Young y Don Ameche.
Primeras figuras del Hollywood de los treinta que después, en 1943, produciría “¿Por quién doblan las campanas?” con dos de las estrellas rutilantes de aquellos años: Gary Cooper e Ingrid Bergman. Basada en una novela de Ernest Hemingway la película muy poco tuvo que ver con la realidad que dividió y enfrentó a los españoles durante los años treinta. Ni que decir tiene que no se pudo ver en España hasta el final del franquismo.
También hay títulos mucho más cercanos a la realidad que se vivió durante aquellos tres interminables años como “Sierra de Teruel”, del escritor, político y cineasta francés André Malraux o la excelente “Tierra de España”, de Joris Ivens con guión entre otros de John Dos Passos y Ernest Hemingway, y narración de éste último y de Orson Welles. La versión francesa tuvo otro narrador de excepción: Jean Renoir.
No hay que olvidar tampoco la producción anarquista que produjo varios títulos de interés. A finales de 1936 el sindicado anarquista CNT era mayoritario en el sector del espectáculo y unificó todos los salarios de los trabajadores de la industria del cine. Durante poco menos de un año trabajaron en aquella industria, en plena guerra civil, en torno a 6.000 personas ,y se produjeron unos cien títulos entre cortos, documentales o largometrajes como “Castilla se liberta”, “Aurora de Esperanza” y “Barrios Bajos”. Todo aquel proyecto anarquista está recogido en un documental reciente y recomendable, “Celuloide colectivo”, de Oscar Martín
El franquismo sustentó lo que después se convertiría en una filmografía absolutamente propagandística en las películas que rodó durante la guerra como “Sin novedad en El Alcázar” y alguna en los estudios de CINECITTA en Roma. Uno de aquellos títulos fue “Frente de Madrid”(1939) dirigida por Edgar Neville, uno de los grandes realizadores del cine español, que buscó un final de corte pacifista, lo que no gustó nada al naciente régimen. Se dice que en Roma comenzó a gestarse el llamado “cine de cruzada” que durante la década de los cuarenta y parte de los cincuenta produciría un sinfín de títulos abiertamente propagandísticos en que se ensalzaban las virtudes de la raza, el patriotismo, la lealtad,la familia o el espíritu religioso de los españoles. Títulos como “Raza”, “Balarrasa”, “”Escuadrilla”, “El santuario no se rinde” o “la fiel infantería” son ejemplos significativos hecho única y exclusivamente a mayor gloria del régimen
Antes de la desaparición del franquismo algunos cineastas, durante los sesenta, abogaron por la reconciliación entre las dos Españas. Títulos como “Tierra de todos”, de Antonio Isasi-Isasmendi o “La orilla”, de Luis Lucia son dos de los más destacados.
De aquellos años son también algunas películas sobre los exiliados como “La guerre est finie”, de Alain Resnais o “España otra vez “,de Jaime Camino, con guión de Camino, Alvah Bassie y Román Gubern.
Gubern, catedrático, crítico e historiador cinematográfico en su libro “Cine español en el exílio” recuerda que más de un centenar de profesionales se marcharon de España durante la guerra para establecerse y trabajar en otros países. Ésta hemorragia migratoria iba a convertirse en un factor decisivo para explicar la degradación del cine español ,especialmente, durante los años cuarenta.
La muerte del general Franco abrió las puertas a los cineastas que no habían podido expresar libremente sus ideas durante más de treinta y cinco años. Desde “Las largas vacaciones del 36” hasta “Los días del pasado”, pasando por títulos como “La vaquilla”, “Madrid” “Tierra y Libertad”, ”La lengua de las mariposas” , “Libertarias” o “La niña de tus ojos”, hemos visto, desde todos los ángulos, un cine que nos ha acercado a nuestra historia reciente y ha reflejado los horrores de la guerra. Y ahora setenta y cinco años después el cine sigue llevando a la pantalla nuevas historias como las recientes “Las trece rosas”, “El laberinto del fauno”, ”Los girasoles ciegos”, ”la buena nueva” , “El perro negro” o ”Pan negro” y además crecen los documentales que ahondan en aquella terrible contienda como los recientes “Las cajas españolas” o “Por los caminos de la memoria” sin olvidar títulos como “Caudillo”, “Exilio” ,”Los niños de Rusia” o “Extranjeros de sí mismos” ,que se han convertido en un elemento esencial para explicar la Guerra Civil.
Aquella fue una guerra en la que todos perdieron, pero dónde existió un bando que se empeñó en que sólo había habido unos derrotados.
Durante cerca de cuatro décadas buscó borrar del mapa a todo aquel que no comulgase con la ideología del régimen nacionalsindicalista .Nunca buscó la reconciliación y se empeñó en fomentar las dos Españas. La cárcel o el silencio. Muchos vivieran el exilio interior y otros tuvieran que vivir y morir muy lejos de su tierra. El cine es y ha sido la voz de la memoria. Nuestra memoria está llena de fotogramas, de imágenes imborrables que permanecen con nosotros hasta el final de nuestros días. Ese cine deja las páginas abiertas de nuestra historia, las heridas que aún permanecen hasta que algún día ayude a cerrarlas
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