TRILOGIAS EN EL CINE: TAQUILLAZOS más que calidad

 

Seguramente ninguna saga superará a 007, James Bond, con licencia para matar , en cuanto a número de películas con un mismo personaje, siendo el escocés Sean Connery quién encarnó al personaje creado por Ian Fleming, en los años sesenta cuando películas como “El Dr. No” o “Goldfinger” tuvieron millones de espectadores en todo el mundo tanto por sus escenas de acción como por el suave erotismo que desprendían con la presencia de atractivas mujeres que caían rendidas en los brazos de Bond, algo que hoy resultaría poco apropiado en una sociedad que quiere borrar cualquier atisbo machista.

Es un caso anómalo porque el resto de sagas no alcanza tantas películas Y lo habitual es que no pase de tres, aunque ha habido excepciones como “Harry Potter”, “Parque Jurásico” , “Rocky” o “Misión imposible”, películas fantásticas o de acción muy del gusto del público y que más que por su calidad cinematográfica han respondido a cánones comerciales por su innegable tirón en taquilla.

No fue el caso de la trilogía de “El Padrino”, de Francis Ford Coppola, auténtica obra maestra, sobre todo en sus dos primeras entregas que figuran entre las mejores de la historia del cine. A mi me da que más de tres películas sobre el mismo personaje suele bajar mucho el nivel , salvo contadas excepciones. ¿Hay muchos que se acuerden de la tercera entrega de “Alien”? o de los numerosos Batman, Spiderman o Superman que han poblado nuestras pantallas en el último medio siglo?

En Europa se busca mucho más el humor cuando de trilogías se trata. Santiago Segura es un auténtico experto y el rey Midas del cine español. No es premiado en los Goya, pero sus películas son las más taquilleras con enorme diferencia respecto al resto de producciones españolas. Su última trilogía, “Padre no hay más que uno” ha recaudado millones de euros siguiendo la estela de aquel Torrente, malencarado, zafio, sucio y políticamente poco correcto que se convirtió en un personaje enormemente popular.

De los smokings de Bond a las camisas raídas y sucias y las chaquetas y corbatas descoloridas. Torrente fue la estrella del feísmo.

Son diferentes los personajes de las trilogías francesas como los protagonistas de “¿Dios mío qué te hemos hecho?, cuya tercera entrega llega esta semana a las carteleras de buena parte de España después de tener un gran éxito comercial en Francia. Puedo asegurar que el que vaya a verla va a pasar un buen rato y se va a reír con ganas. La tercera entrega dirigida también por Philippe de Chauveron supera a las anteriores por el ingenio del guion y los diálogos. Un matrimonio burgués, de provincias, muy conservador que ha tenido que adaptarse a las decisiones de sus cuatro hijas todas casadas con personas de diferentes razas y religiones. Una mirada a la Francia multicultural y multirracial que es la que pervive en muchos países de Europa. En esta ocasión, el matrimonio protagonista va a cumplir cuarenta años de casados y sus hijas les organizan una fiesta sorpresa invitando a todos sus consuegros, que tendrán un destacado protagonismo en la narración.

Y con todas estas trilogías habría olvidado seguramente con la que me he reído más,  “La escopeta nacional” y las dos secuelas que firmó Luis García Berlanga y que supo cómo nadie retratar a la sociedad española de la época a través de una decadente familia aristocrática y todos los políticos, banqueros, empresarios, gente del espectáculo o simplemente vividores que definían a un sector importante de la fauna ibérica.

PUBLICADO en LA VOZ ( 22-8-22)