Vamos, vamos muy deprisa. Todo es efímero. Cuesta concentrarse
porque nos bombardean desde todos los rincones. La tecnología es implacable y
no te da tiempo para detenerte en tal o cual cosa. La que es nuevo hoy, mañana
está obsoleto .
Está pasando lo mismo con la cultura, con los libros, con la
música, con el teatro, con el cine, incluso con esas series que devoramos si no
son ellas las que lo hacen con nosotros.
-¿Cuál era esa? ¿La del pederasta? …
- No hombre no…Era un abusador que no tenía nada que ver
con los niños . La que tu dices es esa danesa que vimos.
-¿Cuál , la del bosque que comenzaba con una chica huyendo
de algo que no sabíamos que era?
- Qué va esa es Pánico entre los árboles y es de ciencia-ficción
. Además, era finlandesa.
- Bueno no me líes. Pon la que te de la gana y rápido
porque mañana tengo que madrugar.
No quiero decir que todas las series sean malas, pero sí que
muchas se alargan innecesariamente porque llega un momento en que no tienen
nada que contar. Son novedades que olvidaremos en pocas semanas como, por
desgracia, está ocurriendo con las películas que llegan a las salas que
desaparecen enseguida de las carteleras.
Ocurre otro tanto con los libros. De alguno se habla a bombo
y platillo, incluso se venden a buen ritmo, pero de la noche a la mañana
desaparecen y lo que era una novedad cae en el más puro ostracismo.
Hay voracidad para consumirlo todo para que no se quede nada
en el camino, pero nosotros mismos nos fagocitamos. La vida de los libros en
las librerías donde se venden es cada vez más corta. Su presencia en las
estanterías de novedades desaparece al mes siguiente. No damos opción y no
entendemos que nunca podremos abarcarlo todo.
Además, para que queremos no perdernos nada si enseguida lo
vamos a olvidar. En estos tiempos trepidantes, acelerados y nada reflexivos no
estaría mal que nos aplicásemos aquella máxima de “Vísteme despacio que tengo prisa”. Quizá
así seríamos capaces de asimilar esas avalanchas de información, en cualquiera
de sus formas, que nos llegan implacablemente limitando nuestras actividades y
la relación con nuestro entorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario