Su estreno se anunciaba para el pasado mes de marzo, pero el virus acabó con todos los planes. Después ha habido diversos intentos para poder llevarla a la pantalla grande, pero todos se han frustrado. Parece, por fin, que esta semana si tendremos “Papicha, sueño de libertad”(108’) , en los cines y desde mi punto de vista merece la pena que, asistamos a su cita.
“Papicha…” como su título indica es un canto a la libertad y una crítica a cualquier autoritarismo o fanatismo provenga de donde provenga. Esta coproducción que encabezan Francia y Argelia se remonta a la década negra argelina, la que va de 1991 a 2002, en que el fundamentalismo fue adueñándose del país, coartando cualquier atisbo de influencia occidental. Mounia Meddour, en su opera prima, reivindica el papel de la mujer y recuerda lo frágil que es su libertad.
La protagonista (Lyna Khoudri) es una joven que desea triunfar en el mundo de la moda. Estudia diseño en la universidad y junto a sus amigas, muestra toda la vitalidad y fuerza de sus propuestas frente a la intolerancia de los fanáticos religiosos.
Primero son unos policías quienes les preguntan cómo pueden ir vestidas como cualquier joven occidental, o estar fuera de sus casas a altas horas de la noche; después el conserje de la residencia donde viven en Argel, comienza a controlar sus idas y venidas; en la universidad irrumpen las fundamentalistas de velo negro que apoyan carteles como “Hermana, tenemos estima por tu imagen. Cuídala o lo haremos nosotros” y hasta los chicos con los que salen van adoptando posturas radicales. Es un entorno cada vez más opresivo.
Las protagonistas se muestran incrédulas, sorprendidas de que esa radicalización pueda estar ocurriendo en su país y siguen adelante sin detenerse ante la creciente violencia contra las mujeres que no se pliegan a los deseos de los intolerantes. Reivindican la libertad creativa de la mujer frente a la sumisión del velo negro. La película trasmite la naturalidad de unas jóvenes que quieren vivir que, quieren ser consecuentes con ellas mismas a pesar de que a su alrededor se va instalando un régimen de terror.
Van a ser menos de dos horas bien empleadas.Merece la pena que podáis acudir al cine a partir de este viernes y ver “Papicha, sueños de libertad”.
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